AREA DE TORNEO-GOLES
Calle Goles
La calle Goles discurre a
lo largo del antiguo lienzo de muralla derribado en la segunda mitad del XIX.
Tiene un trazado recto y algo curvado en su arranque. Hay edificios que se
encuentran elevados sobre el nivel del resto de la calle.
Esta calle, así como sus
alrededores, después de la reconquista de Sevilla, formó parte de un barrio
llamado Goles o barrio de los Goles, cuya existencia histórica está demostrada
en una carta firmada por el rey Alfonso X El sabio, en la que se confirma el
cambio de unas casas en Sevilla.
Distintas opiniones de
historiadores sobre el origen del nombre de la calle.
Fue llamada Huerta de
Goles por el nombre de su dueño, pero algunos historiadores opinan que en este
lugar había un templo oratorio, en la época romana, dedicado a Hércules y por
error de fonética se diría Goles.
Según Luis Peraza, Goles
quiere decir Hércules, perdida algunas letras y la C vuelta en G, que el tiempo
suele hacer fácilmente, por lo que se quedó con su nombre antiguo, aunque
corrupto.
Rogelio Reyes, en cambio,
considera que no es una corrupción lingüística de Hércules, sino tal vez una
derivación de la palabra Gules, perteneciente a la heráldica o, quizás, un
topónimo de origen árabe.
José María de Mena piensa
que la corrupción fonética de Hércules daría Er-coles, Er-goles y finalmente
Goles.
Al ampliar la muralla a
finales del siglo XI, la puerta situada en ese lugar se llamó Bad Er Goles
(Puerta de Goles) lo que pudo dar nombre a la calle y aunque la puerta de la
muralla se llamó, desde el siglo XVI, puerta Real, la calle siguió llamándose
Goles.
Como calle goles consta
en el padrón de pecheros de 1533, si bien al final del siglo XV se conoció como
Adurve. Posteriormente, en los planos del siglo XIX, aparece como Muro de la
Puerta Real. Finalmente, en 1869 vuelve a recibir el topónimo de Goles con el
que sigue en la actualidad.
Destaca la presencia de
uno de los vestigios de la muralla islámica, que discurre por el interior en dirección
al Arenal, dónde vuelve a ser visible junto a la Torre de la Plata y que han
sido recientemente restaurada por la Gerencia de Urbanismo.
Su caserío es variado y
cumple una función residencial y destacan algunas por su belleza
arquitectónica.
En una casa, sin número y
en mal estado, se muestra una placa que indica: “En este lugar, junto a la Casa
Grande del Carmen Calzado, estuvo la capilla de Nuestra Señora de la Soledad
desde 1575 hasta 1810” .
La Casa Grande del Carmen de Sevilla fue el principal convento de esta orden en la ciudad (Ver). Se fundó en 1358. Fue desamortizado en el siglo XIX. Posteriormente pasó a ser utilizado como cuartel. En 1990 fue adquirido por la Junta de Andalucía y en 2002 pasó a ser utilizado como Conservatorio Superior de Música y Escuela Superior de Arte Dramático.
En el número 23, sobre la
fachada de una vivienda particular, un azulejo muestra el siguiente texto:
"En este solar estuvo ubicado el antiguo "Corral de la Mosca"
del Siglo XVI, que como otros forma parte de la historia de esta Ciudad".
Este azulejo es reflejo de una iniciativa particular para recordar la
existencia del que fuera uno de los más antiguos corrales de vecinos de la
ciudad. Aunque artísticamente no ofrece mayor valor, constituye un
reconocimiento a la importancia que éste y otros corrales tuvieron en el
desarrollo de las costumbres populares y en la propia evolución histórica
ciudadana.
El Corral de Vecinos Andaluz tiene su origen
en los adarves árabes –callejones ciegos con una sola entrada– y más
propiamente en el curralaz mozárabe –corral sobre el que se abrían las puertas
de las viviendas–. Se tienen noticias históricas de su existencia desde el
siglo XIV, y con mayor precisión en el siglo XVI. Fue en esta época cuando
experimentaron un gran desarrollo, especialmente en Sevilla, por ser puerto
exclusivo de entrada y salida para las Indias. Es el modelo arquitectónico
surgido en esta época el que se ha conservado hasta nuestros días y el que
tanto ha contribuido a caracterizar la vida y el urbanismo de Sevilla y otras
ciudades andaluzas.
Actualmente, el Corral de la Mosca es un
edificio de Apartamentos, que conserva un patio central con fuente. En el hall,
muestra un azulejo de la antigua Puerta de Goles.
El número 28, es de
estilo regionalista iniciado por Jun Talavera y terminado por Rafael Gómez
Cabrera, nos muestra un azulejo de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder.
El número 39. Es de
estilo regionalista del arquitecto Francisco Pérez Bergalí.
ca la El
número 43 es igualmente de estilo regionalista del arquitecto Francisco Pérez
Bergalí.
El número 44, es un edificio
modernista del arquitecto Gómez Millán y sirvió de cochera y caballerizas a la
empresa de vehículos Laveran.
El número 48 A,
debió ser una casa de vecino o una barreduela de artesanos. Pero no tengo información. Actualmente presenta una decoración floral y una fuente de gran
belleza.
El número 54, puede ser la muestra de
la actividad desarrollada hasta principios de siglo XX, consistente en la
manufactura de cuerdas. En aquellos alargados patios y naves se labraban
“jarcias” para embarcaciones y “redes”. La existencia de esta industria
marinera está documentada desde 1668, año en el que el padrón parroquial de san
Vicente cita una calle de Cordoneros (fabricante de jarcia) en los humeros. En
1915 y tras casi tres siglos de permanencia, la fábrica cerró, por el
decaimiento general de la pequeña industria cordonera local pero también en la
coyuntura del mercado inmobiliario en esos años.
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