jueves, 16 de enero de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Poetas  

Baltazar de Alcázar.

No son muchos los datos biográficos de Baltasar del Alcázar que nació en Sevilla en 1530. 

Era el sexto hijo de Luis del Alcázar, jurado del cabildo municipal de Sevilla, y Leonor de León, y que tenía su casa solariega en la actual Santa Ángela de la Cruz, en lo que hoy es residencia de las Hermanas del mismo título.

Retrato de Baltazar de Alcázar por Francisco Pacheco. Libro de descripción de verdaderos retratos, de ilustres y memorables varones. Madrid. Biblioteca de Lázaro Galdiano. (CC BY 3.0)

En su familia existieron relevantes personalidades en la vida administrativa y comercial de la Sevilla del tiempo. 

Así, destaca su abuelo Pedro de Alcázar que llegó a ser armado caballero por su participación en la defensa de Alhama.  

El cronista Ortiz de Zúñiga (ver), relacionado con la familia Alcázar por rama materna consideró que el apellido derivaba de Pedro Martínez del Alcázar, uno de los caballeros que participaron en el repartimiento de Sevilla. Pero, Ruth Pike (1967) ha podido demostrar documentalmente su carácter de judío converso. 

Estudió Humanidades en León, y su maestro pudo ser Pedro Fernández de Castilleja, preceptor de Juan de Mal Lara y su referente poético debió ser el sevillano Gutierre de Cetina.

En su juventud, ejerció la carrera de las armas a las órdenes del Marqués de Santa Cruz y Álvaro de Bazán (ver)  y parece que fue especialmente renombrada su participación en la batalla de Muros (1544), contra los franceses, de los que fue prisionero en una ocasión.

Se casó en 1565 con su prima hermana María de Aguilera, hija del mariscal de León y del matrimonio nació una única hija, llamada Leonor, que fue monja profesa en el convento de San Leandro.

Al retirarse del ejército, ejerció como alcaide de la villa de Morales, al servicio de Fernando Enríquez de Ribera y Juana Cortés, segundos duques de Alcalá de los Gazules, importantes mecenas de las artes y las letras sevillanas. En este pueblo se desarrolló una parte importante de su producción poética, relacionada, en ocasiones, con sucesos acontecidos en él.

En 1583 vuelve a Sevilla para convertirse en administrador del conde de Gelves, otro relevante mecenas sevillano, hasta la muerte del noble en 1589.  

En 1588 otorga testamento a favor de su sobrina Leonor, hija de su hermano Melchor, ya que su hija ya había profesado.

En los años siguientes se agravan sus dolencias de gota, enfermedad que arrastraba desde hacía tiempo. Acaso también estuviera enfermo de sífilis, o del mal francés, como se denominaba entonces la dolencia, a juzgar por la atención que recibe por parte del doctor Ancona, reconocido especialista en la materia, además de por las continuadas referencias en sus versos.

Falleció el 16 de enero de 1606, a los setenta y seis años, y debió ser enterrado en el monasterio donde había profesado su hija.

Baltasar del Alcázar es un autor ignorado por la crítica literaria ya que no hay muchos estudios acerca de su obra, además de que en su tiempo no tuvo fama ni aun después de su muerte. 

En toda su obra, demuestra una versatilidad en sus composiciones al abordar temas que van desde el antipetrarquismo hasta los poemas de carácter religioso. No obstante, sus composiciones que más destacan son las que se mueven en la línea de lo burlesco y paródico. Por ejemplo, sus epigramas retratan la vida cotidiana de los siglos de oro y se burla de ciertas actitudes de la sociedad, sobre todo de las mujeres, destacando su físico y su moral ya que el prototipo de la mujer descrita por Alcázar será la de una persona sin escrúpulos.

Sus obras se conservan gracias a las copias de un solo manuscrito, hoy perdido, que confeccionó el pintor Francisco Pacheco, quien también dibujó el único retrato que se conoce de él.

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