RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escultores
Cayetano Acosta.
Don Cayetano
Acosta, mencionado por Ceán Bermúdez y también conocido en algunos documentos
de la época como “el portugués Cayetano”, se destaca como uno de los
arquitectos retablistas y escultores más representativos del tercer cuarto del
siglo XVIII en Sevilla. A él se le atribuyen algunos de los conjuntos
artísticos más imponentes de ese periodo.
De acuerdo con
Ceán, Acosta nació en Lisboa, Portugal, en el año 1711. Era el tercer hijo de
Antonio da Costa, capitán de fragata, y de María del Espíritu Santo Barbudo.
Fue bautizado en la iglesia de la Encarnación en su ciudad natal.
No se
conoce con certeza la fecha en que llegó a Sevilla, aunque existen tres teorías
al respecto: una sugiere que pudo haber acompañado al escultor gallego Felipe
de Castro, quien residió dos años en Lisboa antes de trasladarse a Sevilla;
otra hipótesis plantea que llegó el 19 de enero de 1729 junto a un grupo de
artistas portugueses que acompañaron al rey Juan V para asistir a los enlaces
matrimoniales celebrados en la frontera entre la infanta María Bárbara y el
príncipe de Asturias, y entre el príncipe de Brasil y María Ana Victoria de
Borbón; y una tercera posibilidad es que viajara con Benito Silveira, quien
formó parte del séquito de Felipe V e Isabel de Farnesio en su paso por
Sevilla.
La
primera constancia documental de su actividad en Sevilla data de 1755, año en
que trabajó en la fuente del patio principal, los remates de la fachada y otras
labores escultóricas para la Real Fábrica de Tabacos de la ciudad.
Respecto a su
formación, no se tiene información precisa. Aunque pudo haber llegado a España
ya con conocimientos adquiridos, es posible que su estilo se viera influenciado
por artistas como Pedro Duque Cornejo (ver)
y
Jerónimo Balbás.
Contrajo matrimonio en Sevilla el 16 de mayo de 1729
con Isabel de Amil, natural del barrio de Triana. Posteriormente, en 1738, se
trasladó junto a su familia a Cádiz, aunque regresaron a Sevilla en 1750.
Cayetano Acosta falleció en Sevilla en 1780. Su legado
artístico fue continuado por su hijo, Francisco de Acosta (el Mayor,
1734-1789), quien se desempeñó como maestro mayor de arquitectura de retablos,
cantería y escultura del Arzobispado de Sevilla. También su nieto, Francisco de
Acosta (el Mozo, nacido en Sevilla en 1764), continuó con la tradición
familiar, prolongando la actividad hasta los albores del siglo XIX.
De sus obras en Sevilla destacamos:
Iglesia del convento de Nuestra Señora de los
Remedios. Sevilla.
1736. San Miguel.
1736. San Gabriel.
1736. San Rafael.
1736. Cuatro muchachos.
Retablo
mayor de la iglesia del monasterio de San Pablo. Sevilla.
C. 1736. San Francisco de Asís.
Iglesia
del Sagrario. Catedral de Sevilla.
1749-1753. Retablo de la Virgen
del Rosario con Virgen del Rosario, San Miguel, San Rafael y San Gabriel.
1749-1753. Retablo de Cristo
Crucificado con busto de la Virgen de los Dolores, San Juan Nepomuceno, San
Cayetano y San Luis Obispo.
Capilla Sacramental de la iglesia del Salvador.
Sevilla.
Sancho Corbacho considera que la imponente portada de
la capilla es la creación más singular y representativa del estilo del
arquitecto portugués. Esta obra no solo refleja con claridad su lenguaje
artístico, sino que también se erige como un emblema de la arquitectura
retablista sevillana de la segunda mitad del siglo XVIII. El retablo mayor, por
su parte, destaca por su monumentalidad, la presencia de numerosos conjuntos escultóricos
y la incorporación de elementos ornamentales innovadores.
1753-1754. Retablo y talla
interior
1753-1754. Marcos de los
lienzos de los laterales de la capilla
1754-1755. Alegoría de la
Caridad.
1754-1755. Alegoría de la Fe.
1754-1755. Alegoría de la
Esperanza.
1754-1755. San Miguel y dos
ángeles.
1754-1755. San Rafael y dos
ángeles.
1758-1760. Retablo de la capilla
sacramental con Dios Padre, Santa Teresa (relieve), Santa Lucía (relieve), San
Francisco de Sales, San Felipe Neri, Moisés, Aarón, Melquisedec, Pontífice,
Cardenal, Obispo, Doctor, dos relieves ecuarísticos y seis ángeles.
1760. Relieves del fuste de la
columna situada junto al retablo sacramental.
Iglesia
del Salvador. Sevilla.
1771-1779.
Retablo mayor con San Agustín (relieve), San Gregorio Magno (relieve), San
Jerónimo, San Ambrosio, San Pedro, San Juan Evangelista, Santiago, Moisés,
Elías, Jesucristo, San Rafael, San Miguel, San Gabriel, Uriel, ocho ángeles y
cuatro tronos.
Real Fábrica de Tabacos. Sevilla.
Probablemente se trate de la obra más reconocida de
Cayetano de Acosta. Entre 1755 y 1756, el artista llevó a cabo algunos de los
trabajos escultóricos más destacados de este emblemático edificio del siglo
XVIII, comenzando por la célebre figura de la diosa de la Fama, que corona la
portada diseñada por Sebastián Van der Borcht. Esta escultura, concebida para
proclamar las glorias de la España borbónica, se ha convertido hoy en un símbolo
de la Universidad de Sevilla.
Además de esta pieza, Acosta fue responsable de la
elegante fuente ubicada en el patio central, así como de las elaboradas
yeserías de las escaleras principales, las gárgolas y diversos elementos
decorativos que enriquecen el conjunto arquitectónico.
Cabe la posibilidad de que colaborara con él el
entallador Julián Jiménez, quien en 1762 realizó el retablo de la capilla de la
Real Fábrica de Tabacos. La composición de esta obra se ajusta claramente a los
principios estilísticos propios de Acosta.
1755-1758. Estatua de la Fama,
ocho remates junto a la Fama, clave, relieves y frontispicio. Puerta
principal.
1755-1758. Fuente del patio de la Fidelidad.
1755-1758. Fuente del patio de
los Arrieros.
1755-1758. Cuatro remates
esquineros.
1755-1758. Ocho remates
flanqueando las esquinas.
1755-1758. Gárgolas.
1755-1758. Yeserías de las
cuatro escaleras.
Hermandad
de los Servitas. Sevilla.
C. 1760. Retablo con San Felipe
Benicio, Santa Clara Falconieri, dos ángeles con atributos sacramentales y seis
angelotes.
Iglesia del Colegio de San Alberto. Sevilla. (ver)
C.
1760. Dos ángeles lampareros.
Iglesia
del convento de San Clemente. Sevilla. (ver)
C. 1760. Retablo pequeño del
sotocoro.
C. 1760. Marcos paras las
pinturas situadas sobre el arco toral.
Iglesia del convento de Santa Rosalía. Sevilla. (ver)
En 1761,
un incendio devastó la iglesia del convento de Santa Rosalía, provocando la
pérdida total de sus retablos. Poco después del suceso, el arzobispo don
Francisco de Solís y Folch encargó a Cayetano de Acosta la creación de siete nuevos
retablos para reemplazar los destruidos. Este encargo dio lugar a uno de los
conjuntos más armoniosos y completos del arte religioso sevillano del siglo
XVIII. En un plazo de tan solo tres años, Acosta finalizó esta importante obra,
que fue inaugurada en 1763. El dorado del retablo mayor se llevó a cabo gracias
a los fondos procedentes de la testamentaría del arzobispo Salcedo y Azcona.
1761-1763. Dos ángeles lampareros.
1761-1763. Alegoría de la Fe sobre el tornavoz.
1761-1763. Retablo mayor con San Miguel, Santo Tomás, San Buenaventura, San
Francisco de Asís, Santa Clara de Asís, Santo Domingo de Guzmán (relieve), San
Antonio de Padua (relieve), Inmaculada Concepción, Santa Rosalía de Palermo y
cuatro ángeles niños.
761-1763. Esculturas para las hornacinas del crucero: San Fidel de
Sigmaringa, San Serafín de Montegranaro, San José de Leonisa y San Félix de
Cantalicio.
1761-1763. Retablo con San Francisco Javier, San Benito de Nursia
(relieve), San Nicolás de Bari, San Luis Gonzaga, San Francisco de Borja y dos
ángeles niños.
1761-1763. Retablo con Santa Teresa de Jesús, San Francisco de Paula
(relieve), San Antón Abad, San Joaquín, Santa Ana y dos ángeles niños.
1761-1763. Retablo con San José con el Niño.
1761-1763. Retablo con la Virgen del Pilar.
1761-1763. Retablo con San Luis de Tolosa.
1761-1763. Retablo con Santa Inés de Asís.
1761-1763. Retablo pequeño para un Cristo de porcelana.
1761-1763. Marco del retrato de Francisco Solís.
1761-1763. La cama de la Virgen del Tránsito.
Jardines de las Delicias de Sevilla.
En el
emblemático parque creado por el asistente Arjona durante el siglo XIX
terminaron ubicándose algunos de los bustos y esculturas que, en pleno siglo
XVIII, el cardenal Francisco Solís mandó instalar en los jardines del Palacio
Arzobispal de Umbrete. Este espacio está considerado como el primer
"jardín artístico" del sur de España. Aunque no existe documentación que
confirme que Cayetano de Acosta fuera el autor de estas piezas, tanto Alfonso
Pleguezuelo como Francisco Amores coinciden en que hay escasas dudas sobre su
participación, al menos en la elaboración de los pedestales que las sostienen.
La atribución se basa en dos argumentos principales:
la clara afinidad estilística entre dichos pedestales y otras obras conocidas
de Acosta, y su papel como escultor de confianza del cardenal Solís, para quien
ejercía como maestro mayor de escultura del arzobispado en el momento de la
realización de estas obras.
También se ha planteado la posibilidad de que Acosta
fuera el autor de las esculturas que coronan los pedestales, así como de la
célebre fuente del "Neptuno niño" (frecuentemente confundida con una
representación de Baco). No obstante, estas piezas podrían igualmente haber
sido adquiridas en Italia o realizadas en los talleres escultóricos de La
Granja de San Ildefonso.
En cualquier caso, este conjunto escultórico
contribuye a hacer de estos jardines un espacio singular y encantador, fiel a
su nombre de inspiración volteriana, y uno de los rincones más atractivos de
Sevilla.
C. 1760. Estatuas y pedestales
para el palacio Arzobispal de Umbrete, trasladas posteriormente a los jardines
de las Delicias de Sevilla.
Alcázar
de Sevilla
C. 1760. Escudo de Armas de
Sevilla. Jardín de la Alcubilla
Capilla Sacramental de la iglesia de San Isidoro.
Sevilla.
1760-1762. Dos ángeles lampareros.
Casa de la Moneda. Sevilla
La
portada de la Casa de la Moneda fue concebida por el ingeniero militar
Sebastián Van der Borcht, con quien Cayetano de Acosta colaboró estrechamente.
A Acosta se le atribuyen los elementos decorativos de la fachada, incluido el
desaparecido escudo de la Monarquía, que confería un aire de solemnidad al
conjunto, así como la clave del arco, representada por una cabeza de león. Sin
embargo, algunos investigadores sugieren que esta última pieza podría haber
sido obra de su hijo Francisco, quien solía trabajar junto a él de forma
habitual.
1763. Clave y remates laterales de la Portada.
Alameda
de Hércules. Sevilla. (ver)
Las esculturas de los leones que coronan las columnas
situadas en el extremo norte de la Alameda de Hércules fueron realizadas en
1764, en el marco de la remodelación promovida por el asistente Larumbe. Esta
intervención se llevó a cabo en el histórico espacio urbano fundado por el
Conde de Barajas en el siglo XVI. Los dos leones, representados en actitud
rampante, portan escudos: uno con las armas de España y el otro con el escudo
de la ciudad de Sevilla. Se considera probable que originalmente estas esculturas
estuvieran policromadas.
1764-1765. Dos leones con escudos.
Plaza de la Maestranza. Sevilla.
La alegoría de los ríos Po y Guadalquivir, situada en
el Palco del Príncipe de la Real Maestranza de Sevilla, forma parte del
conjunto escultórico que adorna este espacio principal de la plaza de toros. La
obra, ya finalizada en 1765, fue rematada por Cayetano de Acosta, a quien se le
atribuye la autoría de todas las esculturas que decoran el palco.
La inclusión del río Po, junto al Guadalquivir (cuya
presencia se justifica por su relevancia local), se explica por la figura del
infante Felipe de Borbón, primer hermano mayor de la Real Maestranza, hijo de
Felipe V, duque de Parma y fundador de la casa de Borbón-Parma. La
investigadora Fátima Halcón fue quien halló en los archivos de la Maestranza la
documentación que confirma la participación de Acosta en esta destacada obra
escultórica.
1765. Escudo
real, Alegoría del Guadalquivir y Alegoría del Po. Palco del Príncipe.
Palacio del Pumarejo. Sevilla. (ver)
C. 1769. Escudo de armas.
Palacio
del Marqués de Medina. Sevilla. (ver)
C. 1770. Escudo de armas.
Palacio
Arzobispal. Sevilla.
1776. Mater Inviolata. Procedente de la Hermandad
Sacramental del Sagrario.