AREA DE SAN ROMAN
Iglesia de San Román
Historia
Iglesia
de san Román
El barrio de San Román ya era reflejado por Cervantes
en su obra El Rufián dichoso.
Una zona periférica, alejada de otras collaciones más ricas y más céntricas de
la ciudad, que tuvo iglesia parroquial propia.
Dedicada San Román
Mártir, es una de las veinticuatro parroquias, collaciones, en
las que quedó dividida Sevilla tras la reconquista por el Rey Fernando III el
Santo en 1248.
Incluida en el conocido como
grupo de 1356, conjunto de iglesias gótico-mudéjares que fueron prácticamente rehechas
en época de Pedro I tras el terremoto de Lisboa, gracias a la insistencia del
arzobispo don Nuño. De esa época apenas queda la portada principal, ya que
sufrió una profunda renovación barroca en los siglos XVII-XVIII.
Fue saqueado e incendiado por las turbas en 1936,
quedando totalmente derruido. Entre otras obras
irremplazables desapareció el Retablo Mayor, en el que se veneraba la imagen de
san Román. De la escultura más apreciada del templo en la antigüedad, la
Virgen de Granada, obra de Roque Balduque (ver), de la segunda mitad del siglo
XVI, instalada en la Capilla Sacramental. Iguales suertes
corrieron la Virgen de las Angustias y Nuestro Padre Jesús de la
Salud, de la Hermandad de los Gitanos, obras ambas de Montes de Oca (ver). Sólo se
salvaron dos Libros de Reglas, una saya burdeos de la Virgen atribuida a Rodríguez Ojeda (ver) y un cíngulo muy
curioso y único en Sevilla, que tenía el Señor, con una rosa de pasión en el
centro.
Interior de la iglesia de San Román tras ser incendiada el 19 de julio
de 1936. (Foto: ABC). (ver) (CC BY 3.0)
Exterior dela Iglesia de san Román tras el incendio (ver) (CC BY 3.0)
Antigua Virgen de las Angustias, destruida en 1936. (ver) (CC BY 3.0)
Como otras ciudades del país, la ciudad de la Giralda también
habría de padecer la sinrazón de la iconoclastia y el anticlericalismo
expresado a través del ataque a algunos de sus templos más históricos y señeros
ubicados en el denominado “Moscú sevillano”, caso del que nos ocupa, donde eran
veneradas dos imágenes de gran valía artística y gran corriente devocional,
titulares de la hermandad de los "Castellanos Nuevos" o de "los Gitanos", como era y es
conocida.
Efectivamente, la Iglesia de San Román se hallaba situada casi en el
centro de esa zona de la ciudad poblada por las clases más modestas de la
sociedad sevillana, en su mayoría de ideología republicana y contraria al
dominio que la Iglesia había ejercido desde tiempo inmemorial.
Se
dice que los autores del incendio fueron personas procedentes del extrarradio
de la ciudad, de zonas como Amate (los “Estados Unidos de Amate”) que se
encontraba en el llamado "cinturón rojo".
Parece claro que las gentes de la collación no fueron las que perpetraron tal
sacrilegio, personas que se conocían entre sí y que, a pesar de ideologías
políticas, respetaban a la hermandad y a su templo más allá del simbolismo o el
significado que pudieran tener.
La
cofradía gitana era de carácter humilde, integrada por gitanos trianeros y del
propio barrio que guardaron un silencio sepulcral tras el suceso, no se sabe si
por no querer remover algo tan doloroso, si por superstición o, simplemente,
por desear pasar página y mirar hacia delante.
Según la leyenda popular, ni las
imágenes ni los enseres desaparecieron con el incendio; pues al parecer, una
vez extinguido éste, no se encontró ni el más mínimo trozo de madera chamuscada
ni de metal fundido en el interior, lo que hace sospechar que las imágenes
pudieran haber sido puestas a salvo por algún hermano, aunque después del
conflicto bélico nunca aparecieran.
Más extraño resulta que en el mes de julio
estuviera en la iglesia prácticamente todo el patrimonio de la Hermandad,
cuando lo habitual era que después de Semana Santa se repartiera entre distintas
casas particulares para evitar robos.
En fin, la Iglesia fue restaurada
en 1948, pero a partir de 1991 fue sometida a nuevas restauraciones
siendo abierta de nuevo al culto en el año 2004, tras una rehabilitación
integral que ha llevado incluso a dejar al descubierto su portada lateral a la
calle Enladrillada, antes oculta tras una edificación sin interés y que por
ello fue eliminada.
En 1911 se produjo su fusión
administrativa con la cercana parroquia de Santa Catalina.
Exterior
Iglesia
de san Marcos
La fachada principal tiene una portada gótica de
cantería, con arco ojival fuertemente abocinado,
y arquivoltas sin adornos, excepto la exterior
que muestra puntas de diamante.
Detalle de la portada
Detalle del arco ojival y arquivoltas
Sobre la clave del arco se dispone una
pequeña escultura en piedra del titular del templo y, encima, numerosos
canecillos sujetan un tejaroz de piedra, que delimita por arriba la zona noble
de la portada.
Detalle de la pequeña escultura, los canes y el tejaroz
Detalle de la pequeña escultura en piedra del titular del
templo
Sobre la portada un óculo central de gran tamaño y dos
óculos laterales de menor tamaño, con un cuarto óculo sobre el óculo mayor, que es el único caso conocido entre las iglesias de la
época.
Se corona con una cruz de Forja.
Detalle de los cuatro óculos
Cruz de forja
En los laterales de la portada
principal se sitúan dos estrechas ventanas mudéjares, con arcos polilobulados y enmarcadas por alfiz, bajo las que vemos dos retablos cerámicos, de san
Román y santa Catalina (ver), titulares de esta iglesia parroquial.
Ventana mudéjar con retablo cerámico de San Román
Detalle del azulejo de San Román
Ventana mudéjar con retablo cerámico de santa Catalina
Detalle del azulejo de santa Catalina
En la calle Enladrillada se ha demolido la edificación
existente, de escasa calidad constructiva y muy deteriorada. De este modo se
han recuperado tanto la portada como el volumen y características exteriores de
la capilla sacramental.
Esta portada, del lado
del evangelio, es también del siglo XIV, elaborada en piedra, con arco ojival y
dos pilastras talladas en los laterales con un pequeño compás ante ella.
En el lateral un retablo cerámico que
muestra el “Encuentro de la Virgen con Santa Ángela de la Cruz. Primavera de
1873”.
Portada del
evangelio con sus compas
Detalle
del azulejo de Santa Ángela de la Cruz:
“Encuentro de la Virgen con Santa Ángela de la Cruz. Primavera de 1873”
En la calle Sol se sitúa la portada de
la Epístola, muy parecida a la anterior, aunque algo más elaborada, que en la
última restauración se ha dejado
sin apertura.
Portada de la
epístola en la calle Sol
Torre-Campanario
De la fábrica de la iglesia sólo se ha salvado la torre
barroca, realizada entre 1702 y 1707, que fue construido por José Tirado y Juan
Gómez.
Se sitúa
situada a los pies y a la izquierda, o área del evangelio, de la fachada
principal.
Es de planta cuadrada y dos cuerpos, prácticamente ciego el
inferior y con cuatro vanos (uno por campana) el superior, decorado con
columnas salomónicas.
Se corona por menudos pináculos cerámicos y
se remata por un empinado chapitel de base poligonal revestido por
azulejería en color azul cobalto.
Se remata con una cruz latina y una veleta de forja.
Imagen frontal de la iglesia y de
la torre-campanario
Detalle del cuerpo superior y del
capitel
Detalle de una campana
Detalle del chapitel con la cruz
y la veleta
Detalle de la cruz y la veleta
Interior
Vista
general desde los pies del templo
De la edificación original sólo se
conserva su estructura arquitectónica, una construcción gótico-mudéjar
realizada entre los siglos XIII-XIV y con una renovación barroca de los siglos
XVII-XVIII.
Sigue el conocido tipo parroquial
sevillano, con tres naves, siendo la central de mayor anchura y altura que las
laterales, separadas entre sí por arcos ojivales sostenidos por pilastras
cuadrangulares.
Detalle de los arcos ojivales
Esta organización de las naves interiores queda
reflejada claramente en el exterior con la característica silueta escalonada de
su frente principal, a los pies de la iglesia, perfectamente simétrica y con
sus muros acabados en pendientes a ambos lados.
La estructura sobre la nave central es
un artesonado de madera, formado por armadura de par y nudillo con siete
tirantes horizontales adornados con lacería geométrica. Las naves laterales se
cubren con forjados de madera, de colgadizo, inclinadas
a una sola agua.
Cubierta
de la nave central
Cubierta
de una nave lateral
La
apreciable diferencia de altura entre la nave central y las laterales
permite la existencia de unas ventanas ojivales en los laterales de la nave
central. Este tipo de ventanas existe en muy pocas iglesias similares, pero en
ninguna con superficie acristalada tan grande. La restauración de estas
ventanas y el empleo de estucos blancos en el interior proporcionan un espacio
interior muy luminoso. Probablemente la Iglesia de San Román es la que tiene
mayor luz natural en su interior entre las iglesias de la misma tipología.
Detalle de las
ventanas ojivales
Es de resaltar
que las bases de las pilastras muestran retablos cerámicos con figuras de
santos pintados por Antonio Muñoz y fabricados por Cerámica Crucis o cerámicas
Montalván.
Retablos
cerámicos
San
Pablo y San Bernabé
San Román
y San Matías
San Simón
y San Judas Tadeo
Santiago
El Menor y Santo Tomas
San
Pedro y Santiago
San
Andrés y San Felipe
San Bartolomé
y San Mateo
Como siempre
realizamos la inspección desde los pies de la nave de la epístola para
continuar por el presbiterio y altar mayor y seguir por la nave del evangelio
para terminar a los pies del templo.
Nave
de la Epístola
Vista de la nave de la epístola desde los pies
A los pies de la nave de la epístola
se ubica el Retablo del Santa Ángela de la Cruz, con una imagen de la
Santa de Álvaro Flores Rojas de 2020.
Retablo
del Santa
Ángela de la Cruz
Imagen
de la Santa
Le continua el retablo del Cristo de la
Reconciliación (ver).
Se trata de una obra de líneas neoclásicas diseñada,
ejecutada por Rogelio González Alonso, de Artesanía A.G.F. en madera dorada y
policromada. Su parte superior, de forma curva y con crestería y pináculos,
esta sostenida lateralmente por dos columnas de fuste acanalado y capitel de
estilo corintio y presenta el emblema JHS arriba en el centro. Todo sobre un
fondo rojo.
La talla, de autor anónimo, es del siglo XVI. Este crucificado era llamado “de la
Penitencia”, procede del antiguo convento de la Paz, hoy sede de la hermandad de la Mortaja, y se
llevó a san Román junto a dos retablos con motivo de la restauración en los
años cuarenta del siglo XX.
Fue
restaurado a principios de los años noventa al presentar una encarnadura muy
deteriorada debido al paso del tiempo; también se le cambió el anterior sudario
por uno más acorde con un Crucificado de tela encolada. Se desconoce que haya
formado parte de alguna hermandad.
Retablo de Cristo de la Reconciliación
Cristo de la Reconciliación
Detalle del rostro y de los brazos
Detalle del rostro
Detalle del paño de pureza y de las rodillas
Detalle frontal de los pies
Detalle lateral de los pies
Detalle lateral de los pies
Seguidamente un Retablo moderno de la familia
Vicenciana Virgen
Milagrosa (ver), de Antonio Castillo Lastrucci (ver) de 1940, acompañada de San Vicente de Paúl y Santa María
Luisa de Marillac, patrones del cercano colegio de las Hijas de la Caridad. En el ático santa Teresita.
Retablo de la Virgen
Milagrosa
Virgen Milagrosa
Detalle
de la Virgen
Milagrosa
Detalle
de la Virgen
Milagrosa
Santa María Luisa de
Marillac
Detalle de Santa María Luisa de
Marillac
San Vicente de Paúl
Detalle de San Vicente de Paúl
Ático
Detalle
de Santa Teresita
Se continua con
un altar de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza.
Altar de la Virgen del Pilar
Virgen del Pilar
Detalle
Retablo de San Antonio de Padua (ver). Anónima del siglo XIX.
En el ático un cuadro muy deteriorado de la Piedad. Destaca la puerta del
sagrario con una pintura de san Juanito
Retablo de San Antonio de Padua
San Antonio de Padua
Detalle de San Antonio de Padua
Cuadro del ático
Detalle de la puerta del Sagrario
En la
cabecera de la nave lateral derecha se ha reubicado la sacristía, que era donde
se encontraba antiguamente la Hermandad de los Gitanos, hasta su traslado hace pocos años a la antigua
Iglesia del Valle (ver).
Sobre la puerta de la sacristía
un cuadro de autor y fecha anónima.
Cuadro sobre la puerta de la Sacristía
Presbiterio-Altar
Mayor
Vista general del Presbiterio
El presbiterio, de planta rectangular, se cubre con
bóveda vaída. La restauración de los dos ventanales laterales con vidriería
artística (San Román y Santa Catalina) y la colocación asimismo de estucos
blancos en paredes y bóveda también proporcionan luminosidad especial a este
espacio singular.
En el lado derecho se
encuentra la pila bautismal, la vidriera de Santa Catalina, un cuadro de
la Adoración de los pastores, un cuadro de la Inmaculada y San Román en su vida terrenal y
gloriosa, obras modernas de Ricardo Gil.
Pila bautismal
Vidriera de Santa Catalina
Adoración de los pastores
Inmaculada
San Román en su vida terrenal y gloriosa
En el lado izquierdo destaca la
vidriera de san Román, un cuadro de San Román de Antioquia copia moderna del
cuadro de Zurbarán que se encontraba en esta iglesia antes de la invasión
francesa, además de un crucificado y una Piedad.
Vidriera de san Román
San Román de Antioquia
Crucificado
Piedad (muy deteriorado)
El retablo mayor, es una obra de gran interés tanto por su
categoría artística como por su historia material.
Retablo
mayor
Compuesto
por restos de otros dos, aunque no se han encontrado datos históricos precisos,
parece que estuvo en el Hospital de San Hermenegildo hasta 1837, año en el que
pasó al Hospital de las Cinco Llagas. Tras ser desmembrado y desposeído de su
pintura central, pasó al Asilo de la Mendicidad, y en 1959, llegó a la capilla
del Hogar Virgen de los Reyes procedente de dicho asilo.
La
ensambladura fue obra de Diego López Bueno en 1603. En el ático aparecen tres
pinturas sobre tabla (tabla central, la trinidad y las dos laterales de cuarto
de punto, las virtudes fortaleza y templanza), realizadas por Alonso Vázquez en
1603.
Ático
La Trinidad
Templanza
Fortaleza
Los dos cuerpos y el sotobanco que
conforman el resto, pertenecen a un retablo anónimo diferente, realizado a
finales del siglo XVII, en tanto que el banco se añadió en el siglo XX.
En el espacio central del segundo
cuerpo se ubica la escultura de san Román, obra moderna de Francisco Berlanga,
de 1998.
A los lados de san Román tenemos pinturas de san Sebastián (ver) y san Roque (ver). En este lugar se situaba antiguamente la pintura de Juan
de Uceda y Alonso Vázquez titulada “El Tránsito de san Hermenegildo”, que actualmente se conserva en la sala
V del Museo de Bellas Artes.
Segundo cuerpo
San Román
Detalle de san Román
Detalle de san Román, portando su lengua en su mano derecha
San Sebastián
San Roque
En la reordenación actual el primer
cuerpo está presidido una inmaculada, María Madre de la Iglesia, de la escuela
de Martínez Montañez (ver) del siglo XVII, en el cuerpo central,
flanqueada por el arcángel San Rafael (ver) y San Fernando.
La puerta del Sagrario con el Cordero sobre
el libro de los siete sellos.
Primer cuerpo
Camarín de la
Inmaculada
Inmaculada
Detalle de la Inmaculada
Detalle de la Inmaculada
Detalle de los querubines a los pies de la Inmaculada
Arcángel San Rafael
Detalle del arcángel San Rafael
San Fernando
Detalle de San Fernando
Detalle de la puerta del Sagrario
Nave del Evangelio
Nave
del Evangelio
En la cabecera de la nave del
Evangelio se encuentra la Capilla Sacramental, probablemente de la época fundacional de la iglesia
o poco posterior, cubierta con bóveda de crucería.
Bóveda de crucería
Perdió en 1936 el retablo barroco que
había realizado en 1711 Pedro Esteban de Torres.
Está presidida por el Sagrario de
plata, de nueva factura (Manuel de los Ríos), que muestra en la puerta a san
Juanito, sobre el que se sitúa el Crucificado de la Esperanza, anónimo
del siglo XVI- XVII.
Capilla Sacramental
Capilla Sacramental
Frontal
de la Capilla Sacramental
Crucificado
de la Esperanza
Detalle
del rostro
Detalle
del paño de pureza y las rodillas
Detalle
de los pies
Sagrario
Detalle
de la puerta del Sagrario
En la pared izquierda se sitúa el retablo con la imagen
de la Virgen del Carmen de Francisco Porras de 1960.
Retablo
con la imagen de la Virgen del Carmen
Virgen
del Carmen
Detalle
de la Virgen del Carmen
Detalle
de la Virgen del Carmen
En la pared derecha se sitúa el retablo barroco de San José con
el Niño, del siglo XVIII. En el ático un cuadro de la Magdalena.
Retablo
de San José con el Niño
San José con el Niño
Detalle de San José con el Niño
Detalle
del ático
Se completa la Capilla con unos cuadros.
Anunciación
Bodas
de Canaán
Ultima
cena
Continuando por el muro izquierdo,
sigue un retablo neoclásico, sin especial interés, que acoge un grupo
escultórico de la Trinidad y Coronación, un conjunto barroco anónimo del siglo
XVII.
Retablo de la Trinidad
Detalle de la Trinidad
Detalle de la paloma del
Espíritu Santo
Detalle de cabeza de
querubines
Cuadro en el ático con
la coronación de la Virgen en mal estado de conservación
Le
siguen una urna acristalada que contiene un Templete Eucarístico de Plata, obra
de Jerónimo Seco (ver) de 1958 que contienen un Niño Jesús “El Sabio” del siglo XIX.
Encima un cuadro de la Divina Pastora (ver).
Templete Eucarístico de Plata
Niño Jesús “El Sabio”
Divina Pastora
Le
siguen dos urnas acristaladas con una escultura de la Inmaculada (ver) del siglo XVIII, y una escultura del Niño Jesús del Amor
igualmente del siglo XVIII, y sobre la que podemos ver el cuadro
del Crucificado de Jerusalén.
Vista de las dos
vitrinas
Vitrina
de la Inmaculada
Inmaculada
Detalle
de la Inmaculada
Detalle
de las cabezas de querubines
Vitrina
del Niño Jesús del Amor
Detalle
del Niño Jesús del Amor
Detalle
de las cabezas de querubines
Cuadro de Crucificado de Jerusalén
Le sigue un altar peana del Sagrado
Corazón (ver) y un cuadro de Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro.
Altar
peana del Sagrado Corazón
Detalle del Sagrado Corazón
Nuestra
Señora del Perpetuo Socorro
Pies
A los pies del templo podemos contemplar unos cuadros y
las vidrieras correspondientes a los óculos y ventanas mudéjares del exterior.
Vista
de los pies del templo desde la cabecera
Pies
de la nave del Evangelio
Pila
de agua bendita
Cuadro
de la Virgen con el Niño
Pies
de la nave de la Epístola
Pila
de agua bendita
Cuadro
Trinidad
San
Lorenzo
María
Jesús
Vía Crucis
I y II
III y IV
V y VI
VII y VIII
IX y X
XI y XII
XIII y XIV