AREA DE REGINA-ENCARNACIÓN-SAN PEDRO
Calle Espíritu Santo.
De la
confluencia de san Juan de la Palma y Dueñas a Castellar.
Calle Espíritu Santo
Calle Espíritu Santo esquina con San Juan de la Palma
Entrada a la Calle Espíritu Santo
Está
documentada desde fines del s. XVI con el nombre de Niñas de la Doctrina, por el
colegio anejo al convento de monjas agustinas, y también Horno de las Tortas.
Ya a mediados
del XVII (1665) aparece como Espíritu Santo, por el citado convento así llamado.
En 1931 se
sustituyó por el de Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), en homenaje al
catedrático e ideólogo del krausismo, fundador de la Institución Libre de
Enseñanza.
En 1937 volvió
a recuperar de nuevo el de Espíritu Santo.
Según González
de León (ver) y otros autores, se conoció también como calle de las
Palmas.
Es bastante
estrecha, rectilínea en su primera parte, con un leve recodo por retranqueo de
la casa número 7. Se hace más sinuosa, con rincones y recodos, a partir de la
barreduela de Enrique el Cojo, que hasta 1985 formaba parte de la calle a
efectos de numeración. Hacia su final vuelve a ensancharse.
Hasta el s.
XVIII tenía otra barreduela en la acera de los impares, llamada calleja o
callejuela del Espíritu Santo, que fue incorporada al desaparecido convento de
la Concepción (ver).
Las casas son
por lo general de dos o tres plantas, de finales del XIX o principios del XX.
Destacan por su
valor arquitectónico los números 23 y 25, ambas del s. XVIII.
La acera de la derecha,
en su tramo inicial, está prácticamente ocupada por la iglesia del convento del
Espíritu Santo (ver), cuya alta
espadaña ofrece, desde el final de la vía, una bella perspectiva.
El colegio de
Niñas de la Doctrina (ver) tenía un acceso
por esta calle, aunque se comunicaba con las dependencias del convento. Estaba
destinado a dar cobijo e instrucción a niñas pobres y nobles.
Aunque el topónimo
Niñas de la Doctrina atestigua que tal institución existía ya al menos desde
fines del s. XV, fue el arzobispo don Manuel Arias quien, según González de León,
le dio gran impulso a comienzos del s. XVIII.
En Espíritu
Santo vivió a mediados del s. XVI el famoso doctor Constantino de la Fuente (ver),
teólogo heterodoxo condenado por la Inquisición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario