AREA DE REGINA-ENCARNACION-SAN PEDRO
Iglesia de san Pedro
La iglesia
parroquia de San Pedro está dedicada al principal apóstol de Cristo.
Se sitúa en un
lugar que fue área principal de la ciudad musulmana, pues contaba con numerosos
mesones, tanto para personas como para animales, por la cercanía de Al-fundaq,
la alhóndiga mayor, que contaba con
almacenes para los productos agrarios, y que da nombre a la actual calle
Alhóndiga (ver).
Más tarde, este
espacio fue el Adarvejo, barrio que san Fernando cedió a los judíos tras la
conquista de la ciudad. Posteriormente, los judíos se trasladaron a la
ampliación de la antigua judería de San Bartolomé, actual barrio de Santa Cruz.
Tras su
desocupación fue habitada por moriscos que fueron abandonando el lugar tras
sucesivas conversiones al cristianismo, dejando su rastro en el nombre de la
calle Morería.
Por ello, esta
Iglesia de San Pedro fue levantada sobre el solar de una
antigua mezquita en 1379, aunque la leyenda refiere que se edificó sobre un
antiguo templo pagano, aprovechado por el rey godo Recaredo, tras su conversión
al cristianismo, para transformarlo en iglesia cristiana.
Según Gestoso
(ver) es uno de los templos que
ha sufrido más actuaciones a lo largo de los siglos, pero sostiene que la
actual Capilla del Sagrario formó parte de la mezquita sobre la que se levantó
la iglesia actual.
Para otros autores, no existe demostración arqueológica que
justifique la existencia de una mezquita previa.
Es una de las veinticuatro primitivas
collaciones o parroquias que el rey Fernando III instituyó tras la conquista de
la ciudad
Es de estilo gótico-mudéjar y fue construida en el siglo XIV
y reformada en los siglos XVI y XVIII, de tal modo que de la
construcción original no queda apenas nada.
Se sabe que en la época bajomedieval constaba de una sola
nave y un ábside poligonal que hoy se oculta tras el retablo mayor. Entre
los pilares existían altares dedicados a algunas devociones, como Nuestra Señora,
Santa Marta, San Roque y Santa Catalina.
Desde mediados del siglo XVI se abrieron las naves
laterales, a las que se le añadieron capillas anexas que fueron tomadas en
propiedad por particulares y colectivos religiosos, que las utilizaban como
lugar de enterramiento.
En época barroca se enriqueció́ el
interior del templo con obras de los mejores artífices de la ciudad, destacando
el portentoso retablo mayor dorado.
EXTERIOR
La fábrica del edificio está realizada
en ladrillo visto, embellecido con un zócalo en piedra en su parte baja.
La fachada principal es la situada a
los pies de la iglesia, orientada a poniente, y con acceso desde la calle de santa Ángela de
la Cruz, aunque por lo general no se utiliza. Es atribuida a Vermondo Resta (ver).
Fachada principal
El vano de ingreso se monumentaliza con un arco de medio punto, sostenido por pilastras cajeadas de tradición mudéjar, que sostienen un entablamento con frontón partido.
A partir del cual nace un segundo cuerpo que
enmarca un tondo cuadrado con la heráldica de la parroquia, escoltado por
pináculos.
Se corona con una cruz de forja
Portada
Segundo cuerpo
Detalle del
escudo
Cruz de forja
Cuenta
con tres vidrieras altas circulares, donde
la central y más grande representa a San Pedro y las laterales a San Pablo y San
José.
Vidriera central con San Pedro
Vidriera lateral con San Pablo
Vidriera lateral con San José
A la izquierda de la portada hay un
azulejo de la Virgen Madre de Dios de la Palma, titular de la Hermandad del Cristo de
Burgos, realizado por Antonio Kiernam Flores (ver) en 1960.
Azulejo
de Madre de Dios de la Palma
En el jardincillo situado junto a la portada se colocó en
1966 una estatua de Santa Ángela de la Cruz (ver).
Jardincito con
la Estatua de Santa Ángela de la Cruz
La fachada de la nave de la epístola es también de ladrillo visto.
Entre 1623 y 1624 Diego de Quesada construyó su portada que da a la
plaza de San Pedro.
Fachada
a la plaza de San Pedro con la torre
Detalle
de la fachada de la nave de la epístola
La portada consta de dos cuerpos, el primero está integrado por el vano que tiene un arco de medio punto entre pilastras pareadas. Lateralmente, se abren sendas hornacinas exentas actualmente de esculturas. Sobre el arco central, en el segundo cuerpo, se abre una hornacina en la que se halla una estatua en piedra de San Pedro realizada en el año 1624 por Martín Cardino. A los lados escudos ovoideos con las llaves de San Pedro en relieve.
Detalle de la portada
Hornacina con San Pedro
Detalle de San Pedro
Detalle de las llaves
Entre las dos
enjutas del arco de la puerta, debajo del escudo de Jesús, se encuentra una
cartela que reza “Tu es pastor ovium, prínceps apostolorum, tibi traditae sunt
claves regni coelorum. 1624”. Es decir, “Tú eres pastor de las ovejas, príncipe
de los Apóstoles, a ti se han entregado las llaves del reino de los cielos. 1624”.
Detalle de la cartela: "
Detalle del escudo de Jesús
En el ático se
sitúa el escudo de la parroquia de san Pedro.
Detalle del escudo
Se corona con una Cruz Papal, con 3 barras que representan las 3 cruces sobre el Calvario, pero más
probable es que representen a la iglesia, al mundo y al Cielo.
Detalle de la cruz
En el lienzo de
pared situado a la izquierda de la portada se encuentra un retablo cerámico del
Cristo de Burgos (Kiernam y Peláez, 1952).
Retablo cerámico del
Cristo de Burgos
En el lado derecho
de la portada hay una ventana germinada de arcos escarzanos, o de medio punto.
Bajo ella se sitúan dos grupos de cinco azulejos.
Detalle de ventana
Detalle de primer grupo
de azulejos
Detalle del segundo grupo
de azulejos
En el extremo
derecho de la fachada hay un azulejo de las Benditas Ánimas del Purgatorio, de
Juan Oliver, famoso por su característico “pajarito”, que hace que los
transeúntes se detengan tratando de buscarlo.
Retablo de las Benditas
Ánimas del Purgatorio
Detalle del azulejo de
las Benditas Ánimas del Purgatorio
Detalle de la lámpara
En este mural, como ocurre también en muchos otros, se representan imágenes de las almas del purgatorio, que podrían libarse del mismo gracias a sus donaciones al templo. Y en él se puede leer lo siguiente: "Tened compasión de mí. Al menos vosotros, mis amigos".
Detalle de la leyenda de
la parte inferior del azulejo: "Tened compasión de mí. Al menos vosotros, mis amigos"
El retablo se hizo en la fábrica de Ramos Rejano de Triana, de la mano de Juan Oliver Míguez, a quien se le atribuye parte de la leyenda, al ser el culpable de la presencia de un pequeño pájaro oculto en la imagen.
Se trata de un jilguero y se dice que quien se coloque ante la imagen y encuentre el pájaro se casará poco tiempo después, motivo por el que muchos curiosos deseosos de abandonar la soltería pasan por delante de la imagen todos los años. Y, como el jilguero puede pasar desapercibido hace unos años se colocó una placa que explicaba la leyenda. En la misa placa se puede leer también una pista para ayudar a localizar al pájaro.
Detalle de la placa:” Soy
de la Sacramental. El artista me pintó y puso aquí un pajarito –que es su forma
de firmar- oculto en un rinconcito. Todo aquel que lo encontró, dió su limosna
al pasar y a las Ánimas rezó, si se quería casar siempre y pronto lo logró”.
Para que no cueste tanto pasar por el altar, ni
estar mucho rato buscando el jilguero, pero sin que la búsqueda no pierda la
gracia ni la satisfacción del descubrimiento, solo se puede decir que la clave se encuentra en la autoría de la
cerámica.
Detalle del jilguero
En el chaflán con
la calle Doña María Coronel destaca la cabeza de un angelito.
Chaflán con la calle Doña
María Coronel
Detalle del angelito
De la fachada que
da a la calle Doña María Coronel destaca el azulejo de la Virgen del Pilar
(Orce, 1986), los elementos mudéjares de la pared de la cabecera y el paño de azulejería
artístico que ornamentan la puerta que da acceso a la sacristía y el retablo
cerámico de Jesús entregando las llaves a san Pedro.
Azulejo de la Virgen del Pilar
Puerta de la Sacristía
Detalle del escudo sobre la puerta
Retablo cerámico
Detalle del azulejo. Leyenda: TU-ES-Petrus. Et super hanc
petram aedifivabo ecclesiam meam et portae inferí non prevalebunt adversus eam
et tibi dabo claves regni coelorum ("Y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y
las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves
del reino de los cielos.")
TORRE
La torre es el
elemento más identificativo del exterior del edificio, se encuentra
situada junto a la puerta lateral, a los pies de la nave de la epístola. Cuando la iglesia era
de una sola nave, la torre estaba independiente al edificio, siendo unida a él
cuando se añadieron las naves laterales.
Ningún aspecto de
su construcción hace pensar en un minarete o alminar antecedente. El primer
hueco que se halla en la parte inferior de la cara que mira a la Plaza del
Cristo de burgos, es una ventana angrelada que puede dar testimonio de un
origen mudéjar, pero no de referencia islámica, pues todo este segmento fue
construido en el siglo XIV.
La torre tiene dos cuerpos.
El cuerpo inferior está formado por la antigua torre de estilo mudéjar, ornamentado con ventanas de arcos polilobulados y de herradura, con alfiz, a cuatro niveles (la del segundo nivel es doble).
Vista general de la torre. Cara oriental
Cuerpo inferior del
campanario
Cuerpo superior del
campanario
Pero también, finalmente y desde 1597,
la torre se remata con un chapitel de azulejería realizado por Martín
Infante entre 1593 y 1597.
Detalle del Chapitel
Tuvo que ser restaurada por culpa de
los destrozos del terremoto de 1756.
Se cree que es la segunda más alta,
después de la Giralda y tiene la particularidad de que sus numerosas ventanas
son todas diferentes.
Detalle de ventanas
La veleta presenta todos los elementos del escudo
del vaticano. La tiara o gorro alto, oriundo de siria, anillada por tres coronas,
una por el poder terrenal, otra por el eclesiástico y otra por el poder de
reyes y gobernantes. La tiara se remata por un globo con una cruz, símbolo del
triunfo de Cristo en la tierra. Y cruzados como dos sables, se ven las llaves
del reino de Dios, las llaves que Cristo confió a Simón-Pedro.
Detalle de la Veleta
INTERIOR
La planta es de forma irregular, producto de la adaptación
del edificio al espacio disponible.
Tiene planta basilical de tres naves, divididas en tres tramos, siendo la central más ancha que las laterales, separadas por arcos apuntados, de traza gótica, sobre pilares rectangulares.
El eje axial que discurre desde los
pies a la cabecera no está́ alineado, sino que se tuerce hacia la derecha.
Vista general del templo desde los pies
Detalle de
los arcos apuntados sobre pilares rectangulares
Detalle de
una nave lateral desde la central
La cabecera
es poligonal y presenta dos tramos, el primero rectangular y el segundo
ochavado.
Vista del
Presbiterio
Las
naves se cubren con techumbres de madera. Un magnifico artesonado mudéjar con
tirantes en la nave central y cubierta de colgadizo en las laterales.
Detalle de los arcos apuntados sobre pilares rectangulares y
cubierta de la nave central y una lateral
Detalle del artesonado de la nave central
El presbiterio está cubierto por una
bóveda con crucería gótica de piedra con nervaduras que se sustentan sobre
pequeñas columnas adosadas a la pared.
Detalle de la bóveda con nervaduras del presbiterio
A lo largo del perímetro
de la iglesia, corren paños de azulejos trianeros de buena factura.
En los pilares cuelgan
pinturas de los Doctores de la Iglesia.
San Gregorio Magno
San Jerónimo
San Ambrosio
San Agustín de Hipona
Realizamos la descripción
del interior del templo desde los pies de la nave de la epístola para
continuar, en sentido contrario de las agujas del reloj, hacia el presbiterio,
altar mayor y nave del evangelio, para terminar a los pies del templo.
Nave de la Epístola
Vista desde la cabecera de la nave de la Epístola
En la parte alta del muro lateral cuelgan diversos cuadros de calidad desigual.
Resaltan por su valía
artística el cuadro de la Virgen de la Esperanza, sobre la capilla de San Pedro
ad Vincula, fechable hacia el siglo XVII. Destacan
dos lienzos pintados en 1824 por Gutiérrez de la Vega que representan La
Oración en el Huerto y la Curación del paralitico.
Además, un San Cristóbal, un San Andrés y una Virgen de Guadalupe, de épocas y autores
desconocidos.
Virgen de la Esperanza
La Oración en el Huerto
La Curación del paralitico
San Cristóbal
San Andrés
Virgen de Guadalupe
Desconocido
Al pie de la nave nos encontramos con el Retablo neoclásico de la Crucifixión de Cristo del siglo XVI. Estaba en el altar mayor hasta 1822 que fue trasladado a su emplazamiento actual. Se trata de tablas pintadas al óleo, cuyo tema central es la crucifixión de Cristo. Lo rodean escenas de la Magdalena, San José con el Niño, Adán y Eva y La Visitación. En el ático el escudo de san Pedro.
Retablo de la Crucifixión
Detalle de Cristo Crucificado
Detalle de la Magdalena
Detalle de san José con el Niño
Detalle de Adán y Eva
Detalle de la Visitación
Detalle del escudo
Detalle del escudo vaticano
A su lado, entre este retablo y el
cajón de entrada de la puerta principal, se sitúa una imagen de la Virgen de
Fátima, sobre una peana de madera, y un mármol recordatorio.
Virgen de Fátima
Detalle de las palomas a los
pies de la Virgen de Fátima
Mármol: “Este altar y la
bóveda que le corresponde para enterramiento de los patronos y su familia, se
hallaba colocado en capilla propia, de fundación inmemorial en este templo,
contigua al Altar Mayor en el lado del Evangelio, la que en 1822 fue
incorporada al Presbiterio. Se trasladó entonces a este sitio para conservar su
memoria y la de tres capellanías erigidas en el mismo, siendo patronos del
dicho altar y de las fundaciones anejas el coronel D. Gaspar de Torrejón y
Valdés Caballero de las R. y M. Ordenes
de S. Hermenegildo y de la de S. Fernando, y la Sra D. María de los Dolores
Nieto-Cañete y de Olea su mujer.
Seguidamente la
Capilla de San Pedro ad Vincula, cerrada por una reja con el escudo vaticano,
por lo que es difícil fotografiar su contenido.
Capilla de san Pedro ad Vincula
Detalle de la reja
Detalle de la cubierta
En origen era una
construcción independiente que se anexionó al edificio cuando se amplió́ sus
naves. La licencia para su construcción fue dada por el mayordomo de fábrica de
la parroquia el 1 de octubre de 1563. Posteriormente, pasó a propiedad de la
Hermandad de San Pedro ad Vincula.
El 21 de marzo de
1612, el pintor Juan de Roelas (ver) ingresó como miembro de la
corporación, haciendo el magnífico lienzo de la Liberación de San Pedro, que
preside la capilla, sobre un retablo dorado y de jaspes, de Juan de Astorga (ver).
Vista frontal de la
capilla
Retablo
Pintura de la Liberación
de san Pedro
Detalle del pie griego
del ángel y una de las sandalias de san Pedro
Este cuadro está en
relación con el relato del rey Herodes Agripa que mandó apresar a algunos
cristianos, entre ellos a San Pedro. En la noche en que Herodes iba a hacerlo
comparecer, Pedro dormía entre dos soldados, atado con cadenas, mientras los
centinelas estaban de guardia en la puerta de la cárcel. Entonces apareció un ángel y la estancia se
inundó de una luz resplandeciente. El ángel despertó a Pedro, a este se le
cayeron las cadenas de las manos, y el ángel le pidió que le siguiera. El
lienzo representa el momento en que San Pedro, liberado de sus cadenas que han
caído al suelo, avanza siguiendo al ángel y dejando atrás a sus guardianes
dormidos, sin terminar de calzarse las sandalias, pues sostiene una en la mano
izquierda. Según el texto bíblico la “puerta de hierro” se abrió de forma
milagrosa. Destaca,
en el lienzo, el asombro expresado en el rostro de San Pedro, que contrasta con
la serenidad luminosa del ángel que lo libera.
En las paredes
laterales se distribuyen diferentes cuadros de los siglos XVII y XVIII que
representan escenas de la vida de san Pedro.
Detalle de la pared
derecha
Detalle de la pared
izquierda
Destaca, en el muro
derecho de la capilla, un arca de madera dorada con el relicario que custodia
unas réplicas exactas de las cadenas con las que fue encarcelado el apóstol, en
las que se fundieron limaduras procedentes de estas cadenas originales, conservadas
en la basílica Eudoxiana, de san Pedro ad Vincula, de Roma.
Replica de las cadenas
originales (Fotografía cortesía ABC de Sevilla) (ver)(Crédito CC BY 3.0)
Al lado del arca se
sitúa un Crucificado en madera, anónimo de principios del siglo XVIII. Otras
piezas destacables es la Inmaculada Concepción, de finales del siglo XVII, y en
la pared izquierda destaca un Crucificado de marfil de escuela filipina.
Crucificado
Detalle del rostro
Detalle del paño de pureza
Detalle de los pies
Crucificado de marfil
La hermandad,
propietaria de esta capilla, fue fundada en 1571, en el ex convento de Ntra.
Sra. de la Paz, por el racionero catedralicio Andrés Segura, con la misión de
cuidar a los sacerdotes viejos y enfermos. Posteriormente se trasladó a esta
iglesia de san Pedro, donde adquirió capilla propia, la más grande del templo.
Fue pionera, en la ciudad, en la defensa de la Concepción Inmaculada de María.
A continuación, una puerta de estilo mudéjar, enmarcada con azulejos. Sobre ella, en el muro de la nave los lienzos comentados de Gutiérrez de la Vega de 1824, que representan La Oración en el Huerto, Cristo con la Samaritana y la Curación del Paralitico.
Puerta mudéjar
Le sigue la Capilla de
San José, cerrada por una reja. Era la antigua capilla de la
Hermandad del Cristo de Burgos. Está presidida por San José (ver), obra de Juan de Astorga siglo XIX (ver). Esta imagen se situaba en una capilla en la pared entre
las capillas del Cristo de Burgos y la de la Virgen del Pilar, trasladándose a
su actual emplazamiento cuando la hermandad ocupó su capilla actual. La permuta
se produjo a mediados del siglo XX.
A cada lado las imágenes de los padres de la Virgen, San Joaquín y
Santa Ana.
Capilla de san
José
San José
Detalle de san José
Santa Ana
Detalle de Santa Ana
San Joaquín
Detalle de San Joaquín
A continuación,
la puerta de acceso desde la plaza de San Pedro. Da acceso al zaguán de entrada
con cúpula esférica con el escudo vaticano. Dos puertas laterales y una ventana
tipo mudéjar.
Interior de la Puerta de acceso desde plaza de
san Pedro
Cúpula
Puerta lateral derecha
Cordero del Apocalipsis sobre el
Libro de los siete sellos, en la puerta lateral
Ventana
Seguidamente,
la Capilla de las Ánimas, de pequeño tamaño, recorrida por un bello
zócalo de azulejos y protegida por reja.
Contiene el retablo
que preside un gran lienzo de altar que representa las Animas en el Purgatorio,
obra de Domingo Martínez (ver) del siglo XVIII.
En el banco del
mismo se hallan unas pequeñas tablillas pictóricas que se piensa que pertenecieron
al retablo original, atribuidas a Francisco de Herrera, entre 1617 y 1620, muy
difíciles de fotografiar por la colocación de jarrones que las cubren parcialmente.
Capilla de las Ánimas
Tablillas del banco
Detalle de las tablillas del banco
Detalle de las tablillas del banco
Detalle de la parte superior del cuadro
Detalle de la parte inferior del cuadro y
del crucificado
En una
visita superior el crucificado se situaba en el altar de la Capilla Sacramental.
Crucificado que en una visita estaba
situado en el altar de la Capilla Sacramental
Detalle del rostro
Detalle del paño de pureza
Detalle de los pies
A continuación, la Capilla del
Sagrario. Es la más antigua de la iglesia, conociéndose su equipamiento desde
1379, que en su origen fue utilizada para enterramientos, y en la que puede
apreciarse la huella del mudéjar utilizado en los comienzos del templo.
En 1583 adquirieron la capellanía
Antonio Petrucchio y su esposa Brígida Brocchi, que costearon el
enriquecimiento de la misma, contando con el trabajo de artistas como Juan
Bautista Vázquez el Viejo o Vasco de Pereira.
Actualmente es
propiedad de la hermandad Sacramental de esta parroquia.
Capilla Sacramental
Detalle de la reja
De planta cuadrada,
destaca la cúpula decorada con motivos mudéjares en ladrillo
visto y detalles en cerámica con lacerías.
Detalle
de la cúpula
En el siglo XVII estaba presidida por un retablo con la imagen de San Antonio, sustituido por el actual decimonónico.
Se trata de un retablo de azulejos y ladrillos, imitando el estilo mudéjar.
Dispone de una hornacina de arco polilobulado, apoyado en cuatro columnitas y
enmarcada por alfiz. El
Sagrario es de plata repujada con marfil de 1965.
Detalle
del retablo
Sagrario
Detalle
de la puerta del Sagrario
Está presidido por
el Nazareno Nuestro Padre Jesús de la Salud, obra de 1.636 de Felipe de Ribas (ver).
Nuestro Padre Jesús de la Salud
Detalle del rostro
Detalle de las manos
Detalle del pie izquierdo
En las hornacinas
laterales se sitúan las imágenes de san Roque y san Sebastián atribuidos a
Duque Cornejo (ver).
San Roque (ver)
Detalle del perro de San
Roque
San Sebastián (ver)
También destacan los dos ángeles
lampareros que flanquean el retablo, procedentes de la iglesia de los
Trinitarios Descalzos que hoy es la casa hermandad del Cristo de Burgos.
Un
ángel lamparero
Detalle
del rostro
El
otro ángel lamparero
Detalle
del rostro
Se exponen diferentes cuadros en las
paredes laterales, como el Cristo atado a la columna de Luis de Morales, la
Santa Faz, atribuida a Zurbarán; una Inmaculada copia de Murillo, La Negación de san
Pedro y la Alegoría de la
Eucaristía de Lucas Valdés y los retratos de San Fernando y San Francisco de
Asís.
Pared anterior
Pared lateral derecha
Pared lateral izquierda
Cristo atado a la columna
La Santa Faz
Inmaculada
Alegoría de la
Eucaristía
San Fernando
A la derecha del alta, semicubierta por un ramo de flores, se
sitúa una Lauda sepulcral, datable en el siglo XVI, de Antonio Petrucio di
Calvi, donde aparece esculpido el titular del sepulcro, yacente, vestido con
sayo, calzado y con capa corta, portando entre sus manos la espada.
Laura sepulcral
En la cabecera de la nave de la epístola, entre la Capilla
Sacramental y la Capilla Mayor, se sitúa el Retablo de San Antonio de Padua, de estilo
neogótico fechado a finales del siglo XVIII o principios del XIX.
Cabecera de la nave de la epístola
Retablo de San Antonio de Padua
Lo preside una
imagen del santo franciscano del siglo XVII (ver), al que se le ha añadido un Niño de factura moderna. Está rodeada por
cinco tablas pintadas por Rafael Blas Rodríguez, siglo XIX, que representan a
de San Hermenegildo, San Fernando, San Leandro y San Isidoro, con Santa Teresa
de Jesús en el ático del altar.
Hornacina de San Antonio de Padua
Detalle de San Antonio de Padua
San
Hermenegildo
San
Fernando
San
Leandro
San
Isidoro
Santa
Teresa
Presbiterio
De nivel más elevado que
el cuerpo de la iglesia. Como hemos comentado, es poligonal y presenta dos tramos, el
primero rectangular y el segundo ochavado. Está cubierto por
una bóveda con crucería gótica de piedra con nervaduras que se sustentan sobre
pequeñas columnas adosadas a la pared.
Presbiterio
Destacan los dos
pulpitos de madera que flanquean el acceso al presbiterio y los diez sitiales
colocados a ambos lados de la pared.
Pulpito y comienzo de los
sitiales del lado de la epístola
Sitiales del lado de la epístola
Detalle del pulpito del lado de la epístola
En los muros
laterales cuelgan lienzos que nos muestran un apostolado, fechado en la primera
mitad del siglo XVII o comienzos del XVII, que podrían ser copias de José
Ribera, y cuatro obispos santos.
Pared derecha (epístola)
del presbiterio
San Francisco de Asís
San Pedro
Simón
Felipe
Tomas
Pablo
Mateo
Pared izquierda (Evangelio)
del presbiterio
Crucificado
Retablo Mayor
En cuanto al retablo mayor, anterior al
actual era el encargado a Hernán Mateo y Nicolás de León, con pinturas de Alejo
Fernández y Cristóbal de Cárdenas, terminado en 1554. La obra no gustó y en
1653 se decidió́ cambiar el retablo, desmontándose el que había el 29 de
diciembre de dicho año.
El actual fue contratado con Felipe de Ribas, quien entregó
los planos el 20 de marzo de 1641. Fue finalizados,
en 1657, tras el fallecimiento de éste en 1.648, por su hermano Francisco
Dionisio (ver). La obra se da por
terminada el 20 de octubre de 1666, cuando el dorador Francisco Terrón recibió́
el finiquito por su trabajo en el dorado y policromía del conjunto.
Se compone de sotobanco, banco con
dos puertas laterales, dos cuerpos de tres calles y ático.
Altar Mayor
En
el centro del banco se ubica el Sagrario, así como seis grandes ménsulas
adornadas con motivos vegetales, agrupadas dos a dos, sobre las que apean otras
tantas columnas yuxtapuestas, muy adornadas.
Sobre
el Sagrario, un crucifijo y a ambos lados dos ángeles, atlantes sobre los que
semeja descansar la hornacina abierta en la calle central del primer cuerpo.
Sagrario con el cordero del Apocalipsis sobre el Libro de Siete Sellos
Ángel
atlante
Crucifijo
El primer cuerpo
muestra el espacio de sus tres calles delimitado por pares de columnas exornada
con abundantes relieves mixtilíneos, por sobre las cuales corre el entablamento
rematado por una cornisa.
Este primer cuerpo
lo preside la imagen de San Pedro Papa en cátedra,
obra de Andrés de Ocampo (ver), siglo XVI, y policromada por Juan de
Sauceda. Se representa vestido de pontifical, tocado de tiara, sentado sobre un
trono, presentando un libro que abre con su mano izquierda y apoya sobre la
pierna del mismo lado, mientras que, con la otra mano, ambas enguantadas,
parece impartir la bendición. A su izquierda han incorporado una cruz
patriarcal de plata, con decoración vegetal y fechada en 1726.
Se piensa que perteneció́ a la Hermandad de San Pedro ad
Vincula, quien la trasladó al altar mayor en el siglo XVII cuando adquirió́ el
lienzo que hoy ocupa su capilla, o que formaba parte del antiguo retablo.
San Pedro
Detalle de san
Pedro
A ambos lados de la imagen hay dos grandes cuadros en
relieve que representan la liberación de San Pedro a la derecha y la
Investidura de Pedro como Príncipe de la Iglesia, con la entrega de las llaves
del Cielo, a la izquierda.
Liberación de
san Pedro
Investidura de
Pedro como príncipe de la Iglesia
En el segundo cuerpo, que se configura de manera similar al primero, se encuentra la imagen de la Inmaculada Concepción de la Virgen (ver), datada de mediados del siglo XVII, aunque el contrato original especificaba que debería representar a la Asunción.
Aunque la historiografía tradicional la ha vinculado a Felipe de
Ribas, por su factura no se puede descartar la colaboración de otros maestros
vinculados a su taller, como su hermano Francisco Dionisio o como José́ de
Arce, quien introdujo el Barroco en la escultura sevillana a mediados de esta
centuria.
Inmaculada
Detalle de la Inmaculada
A los lados de la Virgen los lienzos en relieve de la caída de Simón el Mago a la derecha, y en la contraria el tema de ¿Quo vadis, Domine?.
¿Quo vadis, Domine?
Caída de Simón el Mago
Un nuevo entablamento y cornisa, de aspecto más sencillo,
ejerce de línea divisoria sobre la que se superpone el tercer cuerpo o ático,
de configuración similar a las anteriores.
Este tercer cuerpo está presidido por
el Crucificado, de una gran expresividad, atribuido Francisco Dionisio de Ribas
(ver). A los lados, otros dos
relieves que representan a san Pedro caminando sobre las aguas (Última
aparición de Cristo a sus discípulos) y la visión de san Pedro en la ciudad de
Gafa o Joppe.
Crucificado
Pedro
caminando sobre las aguas
Visión
de san Pedro en la ciudad de Gafa
Nave del Evangelio
Nave del Evangelio desde la cabecera de la nave
Nave del Evangelio desde los pies de la nave
En la parte alta del muro lateral cuelgan diversos cuadros de calidad desigual, fechables entre los siglos XVI al XVIII. La Adoración de los Reyes, que emula el estilo pictórico de Rubens. Destaca una pintura de la Virgen con el Niño y ángeles, del tercer cuarto del siglo XVII, atribuida a Lucas Valdés. Cristo con la Samaritana de Gutiérrez de la Vega de 1824.
Sagrada Familia
Jesús nazareno con la Cruz a cuesta
Cristo con la Samaritana
Virgen con el Niño y ángeles
La Adoración de los Reyes
San Juan Bautista niño
En la cabecera de la nave, en el lado
izquierdo del altar mayor, junto a la puerta de la sacristía, se sitúa el Altar
de la Inmaculada.
Se trata de un retablo neogótico,
gemelo del situado en el lado contrario del presbiterio, del mismo autor y
época.
Está presidido por una imagen de la
Purísima de taller mesino a la que se le ha añadido un cuerpo de telas
encoladas.
La
Virgen está rodeada por tablas, pintadas por Rafael Blas Rodríguez en el
siglo XIX, representando a los arcángeles San Miguel (ver), San Gabriel (ver) y San Rafael (ver), junto al Santo Ángel de la Guarda en los lados y
una escena de la Sagrada Familia, en el ático.
Altar de la Inmaculada
Inmaculada
Detalle de la Inmaculada
Arcángel San Miguel
Arcángel San Rafael
Arcángel San Gabriel
Santo Ángel de la Guarda
Sagrada Familia
Seguidamente, la Capilla
de Nuestra Señora del Pilar, erigida a mediados del siglo XVIII, de planta rectangular,
cubierta de cúpula de media naranja con linterna y protegida con reja de forja con
bellas labores ornamentales.
Capilla de Nuestra Señora del Pilar
Cúpula de media naranja con
linterna
El retablo es
sencillo y de estilo neoclásico, de 1.922, presidido por una pequeña imagen de
candelero de la Virgen del Pilar, fechable entre 1741 y 1748, al estilo
sevillano, de 1,15 metros, sobre una nube con querubines, atribuida a Benito
Hita del Castillo (ver). A los pies dos apóstoles dormidos que fueron agregados en
1763, y Santiago rezando.
En el ático del retablo hay una imagen de san Cayetano (ver). Se corona con un escudo y en el banco se expone el Santísimo en el Sagrario.
Retablo de Nuestra Señora del Pilar
Camarín de Nuestra Señora del Pilar
Nuestra Señora del Pilar
Detalle de los querubines
Detalle de los apóstoles dormidos
Detalle de Santiago rezando
Detalle de Cayetano
Detalle del escudo
Detalle del Sagrario
A los lados vemos
las imágenes de san José con el Niño (ver) y san Nicolás de
Bari (ver), y la pintura de Santiago en la batalla
de Clavijo (ver) en el muro derecho.
San José con el Niño
Detalle de san José
San Nicolás de Bari
Santiago en la batalla de Clavijo
Esta Virgen tiene
hermandad propia y tomó posesión de la capilla el 19 de noviembre de 1695 tras
comprar los derechos a la familia Casaus.
La tradición
relaciona esta hermandad con los caballeros aragoneses que vinieron a la
conquista de Sevilla. Sus reglas son del siglo XVIII, siendo reorganizada en
1979, estando agregada a la capilla del templo de la Virgen en Zaragoza. Hasta
1696 solo se permitía el ingreso de los nacidos en el reino de Aragón,
abriéndose en esa fecha las inscripciones al resto de la población.
Esta capilla,
por rescripto del Papa León XIII, dado en Roma el año 1885, está agregada a la
Santa Angelical del Pilar de Zaragoza para goce de sus gracias e indulgencias.
Realiza los
cultos y procesiona en octubre y celebra la festividad de Santiago.
A continuación, en
la pared de la nave cuelga un mármol que nos indica que en este templo fue
bautizado el pintor Diego Velázquez de Silva (ver), vecino de la calle Moreria, el 6 de junio de 1599. En 1899 el ayuntamiento de Sevilla colocó en su interior
una lápida conmemorativa de este hecho.
Mármol de Diego Velázquez de Silva
La
siguiente es la Capilla del Cristo de Burgos, cerrada
con reja de hierro forjado. Es de planta rectangular, cubierta por una breve
bóveda ovoide dotada de linterna.
Capilla del Cristo de Burgos
Bóveda ovoide dotada de linterna
Sobre un retablo dorado
de factura moderna, preside la capilla el Santísimo Cristo de Burgos, imagen de
Juan Bautista Vázquez el Viejo, de 1572-1573.
Es
el más antiguo de los titulares de las Cofradías sevillanas, a excepción,
quizá, del Cristo de la Vera Cruz (ver), de autor y fecha desconocidos.
Fue encargada por
Juan de Castañeda para su capilla particular, siendo policromado por Juan de
Zamora.
Es copia del que
existía en el convento agustino y en su monasterio de Burgos, de gran devoción en Sevilla, España y Hispanoamérica.
En 1894 Manuel
Gutiérrez Reyes Cano le añadió́ el sudario, cabellera y barba de pasta y telas
encoladas.
En ocasiones se le
ponen huevos de avestruz a los pies, simbolizan el nido de gaviota que
tenía la cruz del Cristo cuando fue encontrado flotando sobre las olas por un
mercader burgalés.
Cristo de Burgos
Detalle del rostro
Detalle de los
brazos
Detalle del paño de
pureza
Detalle de los pies
A cada lado, los otros titulares de la hermandad, la Virgen Madre de Dios de la Palma, atribuida en
principio a Juan de Astorga, es considerada actualmente obra de Manuel
Gutiérrez Reyes Cano del siglo XIX, 1884.
Virgen Madre de Dios de la Palma
Detalle del rostro
Y San Juan Evangelista de
Antonio Illanes 1965 (ver).
San Juan Evangelista
Detalle del rostro
A los pies una talla de Niño Jesús, datable
en el siglo XVIII.
Niño Jesús
Destaca la
portentosa mesa de altar labrada en orfebrería con el escudo de la corporación.
Mesa de altar
Seguidamente, sobre
una peana de madera, se sitúa una imagen de Santa Ángela de la Cruz (ver).
Santa Ángela de la Cruz
Un mármol dedicado
al cura Cruces.
Alabado sea Jesucristo.
En testimonio de gratitud a D. Francisco Cruces Martin a los cincuenta años de
su sacerdocio y treinta como párroco de esta Iglesia, sus feligreses de San
Pedro y San Juan de la Palma. 20 de diciembre de 1987
Le sigue la
Capilla de la Virgen del Rosario, de planta similar, pero de planta más
reducida que las anteriores, cubierta de pequeña bóveda ovoide con linterna y cerrada
con reja de forja, que perteneció́ a la Hermandad de San
Juan Nepomuceno, fundada en Sevilla en 1730.
Capilla de la Virgen
del Rosario
En 1868 se popularizó el culto de san
Caralampio, asociado a la sanación de epidemias y enfermedades, colocándose su
retablo en esta capilla, del que solo queda un relieve que se ubica en el
exterior de la capilla.
Cuando la hermandad desapareció́ se
vendió́ su retablo, dedicándose la capilla al culto de la Virgen de Consolación
con el retablo actual, de estilo neoclásico, de principios del siglo XX.
Finalmente, se colocó́ la talla de la Virgen del Rosario (ver) en dicho retablo. Es una imagen de vestir, que podría
datarse en torno al siglo XVIII y retocada en el siglo XIX.
Retablo
Virgen del Rosario
Detalle de la Virgen del
Rosario con el Niño
Detalle de la Virgen del
Rosario
La Virgen tiene a cada lado a San Rafael (ver) y al Ángel de la Guarda, y en el ático persiste la imagen
de San Juan Nepomuceno (ver), así́ como dos ángeles tenantes del siglo XVIII, que
podrían ser del retablo de la primitiva hermandad de San Juan Nepomuceno.
San Rafael
Ángel de la Guarda
San Juan
Nepomuceno
Uno de los
ángeles tenantes
En el tabernáculo inferior del retablo se alberga una
pequeña Inmaculada, de autor desconocido, fechable a final del siglo XVII.
Pequeña
Inmaculada
Detalle de
angelitos
A los lados del retablo hay dos grandes lienzos que
representan las muertes de San Fernando y San Juan Nepomuceno, muy difícil de
fotografiar a través de la reja.
Muertes de San Fernando
Muerte de San Juan Nepomuceno
A la izquierda de
la capilla se ha colocado la imagen de la Magdalena.
Magdalena
La ultima, de la nave del Evangelio, es la Capilla Bautismal. Presenta una planta cuadrada, con revestimiento cerámico de todo el paramento y bóveda de crucería de estilo gótico-mudéjar. En el centro se dispone la pila bautismal y sobre ella un pequeño crucificado.
Al fondo, tres puertas de estilo gótico-mudéjar. En el lado
izquierdo, una vidriera que representa El Bautismo de Jesús y una talla de un
ángel con un cirio.
Capilla del
Bautismo
Vista general de
la capilla
Detalle de la
bóveda
Pequeño
crucifijo y detrás las tres puertas de estilo gótico-mudéjar
Detalle de la
vidriera
Detalle del
ángel con cirio
Finalmente, a
los pies de la nave del Evangelio se sitúa el Retablo de Santa María de la Paz.
Está compuesto por
tablas con pinturas de Pedro Campaña (ver) del siglo XVI, hacia 1540, que fue feligrés de esta parroquia durante su estancia en
Sevilla, y le fue encargada por Pedro de Santiago Ferriol.
En la tabla central se sitúa una de mayor tamaño de la
Virgen, a cuyos pies corre una filatelia con la siguiente leyenda: “Santa María de la Paz”. Esta tabla
presenta la firma del autor “PETERVUS-KAMPANIA-FACIEEBAT”.
Las tres tablas
rectangulares del sotobanco muestran la escena de la Anunciación de la Virgen,
en el centro, y a los lados los retratos arrodillados del donante, el jurado
Pedro de Santiago Ferriol, y su familia, que falleció el 3 de enero de 1600,
según la lapida de su sepultura que allí estuvo situada.
Otras escenas son las del
Camino al Calvario, san Jerónimo penitente, las Lágrimas de san Pedro, y san
Sebastián.
El retablo fue
restaurado, en 2017, por Enrique Hernández Tapias.
Retablo de Santa María de la Paz
Escudo del ático
Santa María de la Paz
Detalle de la filatelia
San Jerónimo penitente
San Sebastián
Camino del Calvario
Las lágrimas de San Pedro
Anunciación de la Virgen
Detalle de la filatelia de la Anunciación
El donante y su mujer
La familia del donante
Entre este
último retablo y el cajón de entrada, se sitúa una imagen del Sagrado Corazón
de Jesús (ver), sobre una peana de madera, que se encontraba expuesto anteriormente en la
Capilla Sacramental.
Sagrado Corazón de Jesús
Detalle del Corazón de Jesús
Detalle de los angelitos a los pies del Corazón de
Jesús
Y una placa funeraria.
Esta sepvltura y retablo es del jurado Pedro de
Santiago Ferriol. El qval de esta iglesia vna capp y patronazgo para obras pías.
Falleció en 23 de enero año 1000
Pies
En los pies
de la iglesia destaca el cajón de la puerta principal, de madera tallada y
adornada con lacerías a la manera mudéjar. Encima se sitúa el órgano
y el Coro,
decorados de madera tallada, con baranda de la misma materia y
adornada la parte inferior de su voladizo, a modo de artesonado, con azulejos
integrados en la geometría de sus casetones.
Vista de los pies
desde la cabecera
Detalle del cajón de
la puerta principal y encima el coro y el órgano
Detalle del órgano
Detalle
del coro en la nave de la epístola
Detalle del artesonado del voladizo del coro
Vidriera central
con San Pedro
Vidriera lateral
con San Pablo
Vidriera lateral
con San José
Vía Crucis
I y II
III y IV
V y VI
VII y VIII
IX y X
XI y XII
XIII
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