martes, 11 de febrero de 2025

 RUTAS POR SEVILLA: Ángeles y Arcángeles.

San Rafael.

San Rafael Arcángel es uno de los tres arcángeles reconocidos por la Iglesia Católica, junto con San Miguel y San Gabriel.

Su nombre en hebreo significa "Dios sana" o "Medicina de Dios", lo que refleja su papel como sanador tanto físico como espiritual, con una historia rica en milagros.  

La historia está narrada en el Libro de Tobías y se desarrolla en la época de las revueltas de los Macabeos (Libro de Tobías 5,4).

Tobit, el padre del joven Tobías, es un hombre generoso que, en el periodo de la deportación asiria comparte sus bienes con los más pobres.

Pero, por los avatares de la vida llega a perder todos sus bienes y también la vista.

En este punto de su vida, pide a su hijo que vaya a una localidad lejana para recuperar una gran cantidad de dinero, que había entregado a un amigo.

Para tal viaje, busca como guía a un viandante llamado Azarías, hijo del gran Ananías, experto en aquellas zonas, pues se trata de un duro viaje no exento de grandes peligros para los viajeros.

Durante una pausa en el río Tigris, un gran pez ataca al joven, que primero se asusta y luego, animado por el viandante, que es el Arcángel Rafael de incógnito, captura el pez, y, siguiendo las indicaciones del viandante, le saca el corazón, el hígado y la hiel.

Llegando casi a la meta, el Arcángel aconseja a Tobías quedarse en casa de la familia de algunos parientes, donde conoce a su prima Sara.

La joven se había casado ya siete veces, y sus esposos habían sido asesinados la noche de la boda, por el demonio Asmodeo, que estaba enamorado y celoso de la joven.

Sara, que había desistido en tomar nuevo marido, acepta finalmente casarse con Tobías y, Asmodeo es derrotado por el corazón y el hígado del pez, que el viandante le aconseja poner en el brasero de los perfumes, provocando la huida del demonio.

Cuando Tobías regresa a su casa consigue la curación de la ceguera de su padre al ungir sus ojos con la hiel del pez.

Cuando Tobías quiso recompensar a su compañero Azarías, este le reveló su identidad. Explica que había sido enviado por Dios, atraído por las oraciones y por la caridad de cada uno, para curarlos y guiarlos: “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia”.

Por todo ello, San Rafael se asocia como patrón de los viajeros, los ciegos, las reuniones felices, los enfermeros, los físicos, los trabajadores sanitarios, los casamenteros, los matrimonios cristianos y los estudios católicos.

El 8 de julio de 1497, cuando Vasco de Gama se embarcó en su cuarto viaje hacia la India, el estandarte fue denominado, con insistencia del rey portugués, el “San Rafael”. Cuando la flotilla atracó en el cabo de Buena Esperanza el 22 de octubre, los marineros desembarcaron y erigieron una columna en honor del arcángel.

En el cristianismo, Rafael está generalmente asociado al ángel del Evangelio de Juan, quien mueve y mantiene las aguas con poderes sanadoras de la piscina de Behhesda.

En relación a Córdoba, San Rafael es considerado como su ángel custodio por su protección durante una epidemia de peste, de tal modo que después de varias apariciones al padre Roelas, en la madrugada del 7 de mayo de 1578, le dijo al sacerdote: “Yo te juro, por Jesucristo Crucificado, que soy Rafael, ángel a quien Dios tiene puesto por guarda de esta ciudad”. Al poco tiempo dejaron de morir personas en Córdoba a causa de la epidemia.

Otro milagro atribuido al arcángel es su intervención en el hallazgo de las reliquias de los Santos Mártires cordobeses cuya urna se conserva en la Basílica Menor de San Pedro de la capital. En unas obras de restauración en noviembre de 1575 se descubren las reliquias de un grupo numeroso de mártires de las persecuciones romanas y mozárabes, agrupadas en una "fosa común". Según el testimonio del padre Roelas, el mismo arcángel San Rafael autentificó esas reliquias afirmando el origen martirial de los restos encontrados. Posteriormente el Concilio Provincial de Toledo del 22 de enero de 1583 declaró auténticos esos mismos restos.

Por todo ello, San Rafael es representado con distintos atributos: Un bastón o cayado de viajero, en referencia a su papel de guía en el viaje de Tobías. Un pez, símbolo de la curación que realizó con Tobit. Una calabaza o frasco de medicina, representando su papel de sanador. Alas y vestiduras angelicales, como signo de su origen celestial.

Y es considerado el patrón de: Los enfermos y hospitales, de los médicos, enfermeros y farmacéuticos, de los viajeros y peregrinos, y de los matrimonios y parejas.

Arcángel San Rafael. Iglesia de los Terceros, Atribuido a Fernando de Medinilla. 1727

Detalle del Arcángel san Rafael

Detalle del Arcángel san Rafael

Arcángel San Rafael. Julio Romero de Torres. 1925. Óleo sobre lienzo. 130 x 178 cm. Museo Julio Romero de Torres. Córdoba. (CC BY 3.0)

San Rafael. Anónimo seguidor de Zurbarán. Hacia 1600.Óleo sobre lienzo. Museo del Hospital del Pozo Santo. Sevilla

El Arcángel San Rafael. Juan de Valdés Leal. Hacia 1654-1656. Óleo sobre lienzo. 189 x 124 cm. Palacio de los Marqueses de Viana. Córdoba. (CC BY 3.0)

Paisaje con el Arcángel San Rafael y Tobías. Anónimo. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 58,5 x 115 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución. (CC BY 3.0)

Detalle

El Arcángel San Rafael y Tobías. Lorena, Claudio de. 1639-1640. Óleo sobre lienzo. 211 x 145 cm. Museo del Prado. Sala 002. (CC BY 3.0)

Detalle

Capilla de la Orden Tercera. En la cabecera del muro de la Epístola encontramos un lienzo que nos muestra “La curación del paralitico en la piscina probática”, atribuida a Peter van Lint del siglo XVII. Es posible que este cuadro sirviera de inspiración para Murillo para realizar su pintura del mismo tema para el Hospital de la Caridad.

“La curación del paralitico en la piscina probática”, Copia de Murillo. Iglesia de san Jorge. Hospital de la Caridad

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