domingo, 8 de septiembre de 2024

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas 

San José de Nazaret.

No existe mucha información sobre la figura de san José, solo hay referencia en la Biblia  en los evangelios de Mateo y de Lucas.  

Según el protoevangelio de Santiago, José nació en el año 90 a. C. en Belén. Existen dudas sobre la identidad del padre de José ya que en la genealogía hecha por Mateo se le llama Jacob y en la de Lucas Helí, pero ambas coinciden al señalar a José como descendiente del rey David (requisito necesario para considerar a Jesús el verdadero Mesías).

Según el Evangelio de Mateo (Mt 13: 55), era de oficio artesano (en el original griego, τέκτων), lo que ya en los primeros siglos del cristianismo se concretó en carpintero, profesión que habría enseñado a su hijo, de quien el Evangelio de san Marcos afirma que era “carpintero”.

El libro apócrifo “La Historia de José el Carpintero” fue escrito en el siglo VI y presentado como una biografía de José dictada por Jesús. En ella se describe cómo José vivió célibe durante cuarenta años, luego tomó a su primera esposa, cuyo nombre no se revela, con la que tuvo cuatro hijos y dos hijas, a saber:  Judas, Justo, Santiago y Simón los varones y Asia y Lidia, las mujeres, aunque también se mencionan como Salome y Susana.

El Nuevo Testamento contiene referencias a los hermanos de Jesús en los escritos de Juan, así como en los Hechos de los Apóstoles y en la Carta I a los Corintios. Por los trabajos de Josef Blinzler Bebedikt Schwank sabemos que casi la totalidad de los Padres de la iglesia griegos interpretaron la expresión “Hermano” de Jesús como una prueba del primer matrimonio de José, pero en hebreo o arameo no existe un término específico para indicar el grado de parentesco, y por ello la palabra griega que traduce “hermano” (adelfós), y que es la que aparece en los evangelios, que son textos que reflejan un mundo judío y no griego, tiene un significado muy amplio, que va desde hermano de sangre, hasta hermanastro, cuñado, discípulo etc. 

Así, es imposible saber el significado exacto de la palabra “hermano” y el grado de relación o parentesco, con lo que ningún argumento nos ofrece una certeza absoluta, para considerar Judas, Justo, Santiago y Simón como verdaderos hermanos de Jesús.

Después de cuarenta y nueve años de matrimonio, José enviudó. 

El Evangelio de Mateo le llama “justo”, lo que se interpreta como ser fiel a la Torá.

Un año después de la muerte de su esposa, cuando los sacerdotes anunciaron, por toda la Judea, que ellos deseaban encontrar en la tribu de Judá algún hombre respetable para desposar a María, de entonces doce a catorce años de edad. José, que tenía noventa años en dicho momento, fue a Jerusalén entre los candidatos, y un milagro manifestó la elección de José, realizada por Dios.

Según el Evangelio de Lucas (1:26-38), Nazaret había sido el lugar de residencia de María, ya desposada con José, cuando acaeció la Anunciación.

En el Evangelio de Mateo​ se muestra el drama que vivió José de Nazaret al saber que María estaba embarazada. Iba a repudiarla en secreto, porque no quería que fuera apedreada según lo dispuesto en la Torá (Deuteronomio 22:20-21). Pero, no quería encubrir con su nombre a un niño cuyo padre ignoraba, y al mismo tiempo estaba convencido de la virtud de María, por lo que se negaba a entregarla al riguroso procedimiento de la ley de Moisés. ​

Este sufrimiento es recordado, en la tradición católica, en la devoción de los “Dolores y Gozos de san José”.

Según el Evangelio de Mateo (1:20-24), el ángel del Señor le manifestó en sueños que ella concibió por obra del Espíritu Santo y que su hijo “salvaría a su pueblo de sus pecados”, por lo que José aceptó a María. Ella, virgen perpetua, dio a luz a Jesús a quien José cuidó como un padre.

Y así el Evangelio de Mateo (Mt. 13:55) afirma que Jesús de Nazaret era “hijo del carpintero” y el Evangelio de Marcos (Mc. 6:3) considera que Jesús tenía el mismo oficio: “¿No es éste el carpintero?”.

Por otra parte, la palabra "carpintero" tenía también el sentido figurado de "sabio", para los judíos de la época de Jesús, por lo que el versículo de Marcos podría ser un epíteto laudatorio y no una indicación de la profesión de Jesús.

El hecho de que José de Nazaret sea mencionado como padre putativo de Jesús, ha dado lugar a una etimología popular del diminutivo de este nombre: “Pepe”, como acrónimo de ambas iniciales: “P.P.” Aunque es más probable que provenga de “Jusepe”  (forma antigua del nombre en español).

Según el Evangelio de Mateo (Mt 2:13-23), José tomó al Niño y a su madre y huyó a Egipto antes que Herodes I el Grande ordenara matar a los niños menores de dos años de Belén y de toda la comarca. 

Al morir Herodes, José entró nuevamente con el niño y su madre en tierra de Israel, pero, al enterarse de que Arquelao, hijo de Herodes el Grande, reinaba en Judea, tuvo miedo de ir allí y se retiró a la región de Galilea, a Nazaret. ​

La última vez que José aparece en la Biblia es cuando Jesús tenía 12 años, en el relato de su “perdida y hallazgo en el templo”, posteriormente, ningún evangelista lo menciona durante el “ministerio público de Jesús”, por ello, se presume que José había muerto antes de que este tuviera lugar, pues ya solo se hace referencia a Jesús como su hijo, en Mt 13:55, Lc 4:22, Jn 1:45 y Jn 6:42.

Pero, como ocurre con casi todos los asuntos familiares de Jesús. Este asunto tampoco queda recogido por los Evangelios y hay que recurrir a los apócrifos.  

En el apócrifo, narrado por el propio Jesús, expone como el anciano regresa a su casa de Nazaret e inmediatamente cae enfermo (por cierto, la primera enfermedad que tenía desde el día de su nacimiento). 

Su muerte acontece el vigésimo sexto día del mes de Abib (entre marzo y abril), cuando José contaba ciento once años, rodeado de Jesús y María, así como los hijos e hijas de su primer matrimonio.

Tras expirar, fue auxiliado por los ángeles Miguel y Gabriel y ocurrió un hecho asombroso, consistente en que el sudario utilizado para envolverlo se adhirió a su cuerpo y adquirió la dureza del hierro.

A continuación el cadáver de José fue trasladado al sepulcro y depositado “junto al de su padre Santiago”.  Beda el Venerable sitúa su entierro en el valle de Josafat, que en hebreo significa “el Juicio de Dios”, lugar donde la comunidad judía considera que Dios juzgará a todo su pueblo al final de los tiempos.

Respecto a la edad, San Epifanio, San Vicente o el teólogo medieval Juan Gerson, se inclinan mas por los noventa años, contando Jesús unos veintinueve. 

Por su parte, Ana Catalina Emmerik coincide en que Jesús estaba próximo a cumplir los treinta cuando falleció José y que no se apartó de su lado, al igual que María, hasta la llegada de los ángeles. 

José de Nazaret fue declarado patrono de la familia y es considerado el patrono de la buena muerte, por suponer la tradición que habría muerto en brazos de Jesús y de María.

La figura de José fue contemplada y admirada por diversos padres y doctores de la Iglesia, y es hoy objeto de estudio de una rama particular de la Teología. 

Los franciscanos se interesaron en José de Nazaret como modelo único de paternidad. 

Sixto IV (1471-1484) introdujo la festividad de San José en el Breviario Romano. 

El culto a San José fue especialmente favorecido por el Concilio de Trento (1545-1563), extendiéndose su devoción, especialmente en España, y protagonizando numerosas pinturas.

El Papa Gregorio XV en 1621 fijó su fiesta el 19 de marzo. 

Teresa de Ávila dio gran impulso a la devoción católica a San José en el siglo XVI. 

El papa Pio IX lo proclamó el 8 de diciembre de 1870 patrono de la Iglesia universal. 

En 1889, el papa León XIII publicó la encíclica “Quam quam pluries”. 

El 15 de agosto de 1989, al cumplirse su centenario, el papa Juan Pablo II le dedicó la exhortación apostólica “Redemptoris custos”  ​ que ha sido llamada "la carta magna de la teología de San José".

La iconografía paleocristiana mostró a José de Nazaret como un hombre joven hasta por lo menos el siglo V. Muchos artistas posteriores lo presentaron como un hombre anciano, calvo o canoso, ​por influencia del Protoevangelio de Santiago. 

Museo del Prado

San José con el Niño Jesús. Camilo, Francisco. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 450 x 287 cm. Museo del Prado. Depósito en otra Institución. (CC BY 3.0)


Sueño de San José. Conca, Sebastiano. Principios del siglo XVIII. Pluma, Aguada agrisada, Lápiz negro sobre papel agarbanzado. 375 x 267 cm. Museo del Prado. No expuesto. (CC BY 3.0)


San José y el Niño Jesús. Ribera, José de. 1630-1635. Óleo sobre lienzo. 126 x 100 cm. Museo del Prado. Sala 009. (CC BY 3.0)


San José con el Niño y San Juanito. Nardi, Angelo. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 274 x 219 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución (CC BY 3.0)


Museo de Bellas Artes

San José con el Niño. Murillo, Bartolomé Esteba. 1665-1666. Óleo sobre lienzo. 197 x 116 cm. Museo de Bellas Artes. Sala V.

Cristo Coronando a San José. Zurbarán, Francisco de. Hacia 1640. Óleo sobre lienzo. 250 x 166 cm.  Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala VI. Procede de la Desamortización (1840) del Convento de San José


Sagrada Familia. Uceda, Juan de. 16232. Óleo sobre lienzo. 305 x 230 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala IV. Procede de la Desamortización (1840) del Convento de la Merced Calzada


Sagrada Familia. Papagayo, Maestro del. Hacia 1550. Temple sobre roble. 62,50 x 48 c. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala II. Adquisición del Estado (1984)


Capilla del Rosario de los Humeros (ver)

Se sitúan en el muro del evangelio. El patriarca sostiene al Niño (es una única talla) entre sus brazos. El rostro del santo aparece sereno y frontal. El Niño, por su parte, sentado, sostiene con su mano izquierda el Mundo y con la derecha, bendice. Su rostro, tratado con mucho gusto, refleja aun con candor infantil, la majestad de su Persona. Tonos verdes en distinta gradación componen el color de sus vestimentas talladas junto al ocre de la capa de San José. Sobre esta escultura no existe ninguna documentación. No figura en el primitivo inventario de 1784 y parece que su introducción fue a comienzos del siglo XIX cuando la capilla fue durante unos años oratorio de una comunidad de carmelitas, aunque su ejecución parece anterior. Consta ya en el inventario de la segunda mitad del XIX. Sus rasgos denotan un gran valor artístico y parece clara su relación con el círculo de Rivas, de finales del XVII o principios del XVIII, aunque tiene muchos repintes. Tuvo también altar propio en el XIX.

San José y el Niño
Detalle de San José y el Niño

Capilla de Vera Cruz (ver) 

En el altar mayor, en el primer cuerpo, un relieve de San José a la izquierda. 

San José y el Niño

En el cuerpo superior del Altar Mayor una imagen de San José con el Niño en la calle central. 

Cuerpo superior del Altar Mayor

Detalle de San José y el Niño

Iglesia de San Lorenzo (ver) 

En el retablo Mayor de la Capilla Sacramental, en la calle lateral están las imágenes de San José en actitud itinerante con el Niño Jesús. 

San José y el Niño

Detalle de San José 

Detalle del Niño

Pasada la portada de la Epístola, se encuentra el Retablo de San José, de estilo neoclásico y elaborado alrededor de 1790 por Jacinto Pimentel. La escultura del titular se aproxima al estilo de las obras de Cristóbal Ramos (ver), quedando enmarcada por una serie de relieves que aluden a la vida de San José, y en el ático se ubica un relieve en madera de El Descendimiento. 

Retablo de San José

Detalle de San José con el Niño 

Iglesia de Santa Catalina (ver) 

En el límite del Presbiterio, junto a una inmaculada del siglo XVII,  una imagen de san José con el niño en brazos.

San José con el Niño 

Iglesia de Ómnium Sanctorum (ver) 

En el muro de la Epístola, el retablo barroco de San José, del siglo XVII, procedente de la localidad de Osuna, con un arco abocinado, en cuyo centro se abre una hornacina donde se sitúa el titular con el niño. 

Retablo de san José

Detalle de San José con el Niño

Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (ver)

En la fachada principal que da a la calle Jesús del Gran Poder, podemos observar un azulejo con San José y El Niño.

Azulejo de San José con el Niño

El retablo mayor se ordena en un banco, dos cuerpos con tres calles y ático. Lo preside una gran escultura del Sagrado Corazón de Jesús, y a cada lado San José y la Virgen de la Victoria siglo XVIII, obra de Benito Hita del Castillo (ver), procedente del antiguo convento de los Mínimos. 

San José con el Niño

Iglesia de San Antonio de Padua (ver)

En la nave derecha de la Epístola. Retablo barroco de gran calidad la Virgen de los Ángeles, del siglo XVIII. A su lado San José. 

Retablo de la Virgen de los Ángeles

San José

En la nave derecha de la Epístola. Retablo neoclásico de Santa Ana, la Virgen y el Niño, siglo XVII, curiosa iconografía de origen centroeuropeo conocida como Santa Ana Triplex, flanqueada por San Sebastián, obra de Hita del Castillo y San José siglo XVIII y sobre ella la Virgen de Guadalupe Extremeña.

Retablo de Santa Ana
San José con el Niño

Iglesia de San Clemente (ver)

En el muro de la Epístola. Retablo de la Virgen de los Dolores, barroco y muy decorado, del siglo XVIII. Bajo ella una imagen de San José.


Retablo de la Virgen de los Dolores

San José con el Niño

Iglesia de San Juan de la Palma (ver)

En la nave de Epístola. La “Capilla de Nuestra Señora de la Cabeza”. En el ático la imagen de san José. 

Retablo de Nuestra Señora de la Cabeza
San José en el ático

Detalle de San José 

En la nave de Epístola. L“Capilla de san José”, cerrada por una magnifica reja, con un retablo barroco de finales del XVII presidido por una imagen de san José en un primer cuerpo, le acompaña el Niño Jesús, San Joaquín y Santa Ana con el niño, y en el ático la Virgen de Fátima. 

San José con el Niño

Al final de la nave, un retablo del siglo XVIII, en cuyo centro se venera una imagen de vestir de “Sor Ángela de la Cruz” de tamaño natural. 

En el ático una imagen de san José del siglo XVIII. 

Retablo de Santa Ángela de la Cruz

San José en el ático

Iglesia de San Vicente (ver)

Nave de la Epístola (derecha). En el interior de una hornacina, encontramos la imagen de san José Itinerante con el Niño en brazos, anónima y fechada en el siglo XVIII, aunque muy retocada por sucesivas restauraciones.

San José Itinerante

En la nave del Evangelio (izquierda). Un cuadro de san José con el niño.

San José con el niño

Iglesia de Santa Ana (ver)

Retablo mayor. Fue realizado en el año 1675 por el escultor y retablista Fernando de Barahona (ver) y procede del antiguo Convento de Belén. Está presidido por la imagen de la Virgen del Carmen, del siglo XVIII, rodeada de ángeles. A su lado, lateralmente, las imágenes San José y San Joaquín.

Altar Mayor

San José

Iglesia de Santa Rosalía (ver)

En la cabecera del muro del Evangelio (muro izquierdo), el Retablo de San José. 

Retablo de San José
Detalle de san José

Capilla de San Andrés (ver)

En el Muro del Evangelio, formando chaflán, está situado el grupo escultórico de San José con el Niño Jesús. 

Grupo escultórico de san José con el Niño

San José

Detalle de San José con el Niño


Iglesia del Buen Suceso (ver).

La fachada cuenta con 3 cuerpos, está realizada con ladrillo avitolado y decorada con óculos, y presenta una portada con un arco de medio punto.
En una de las hornacinas laterales se sitúa la imagen de San José con el Niño. 

San José con el Niño

En uno de los lados del retablo de Santa Ana con la Virgen Niña se presenta una imagen de san José con el Niño.

San José con el Niño

Iglesia de San Andrés (ver)

Pasada la Capilla Bautismal, nos encontramos con una obra escultórica que representa a la Virgen Niña con San Joaquín y Santa Ana. De fecha y autor desconocido. 

Sagrada Familia

En la nave del Evangelio, un retablo del siglo XVIII y de estilo barroco tardío con estípites realizado en madera tallada, ensamblada y dorada. Mide 6,60 metros de altura y 2,90 metros de ancho.

Retablo de san José con el Niño

En la hornacina central se muestra a San José con el Niño Jesús. Ambas imágenes son de gran calidad, aunque de autoría desconocida. La obra es de madera tallada, estofada y policromado y mide 1,52 metros de altura.

San José con el Niño
Detalle

Iglesia de San Martín (ver)

En el muro de la derecha, del Presbiterio, destaca el retablo de la Sagrada Familia de la Virgen, conocido popularmente como el “Paseíto”, con un grupo escultórico central con imágenes de Santa Ana, San José, la Virgen Niña atribuido al escultor Benito Hita del Castillo, siglo XVIII, rodeadas de pinturas sobre tabla del siglo XVI de los apóstoles.

Retablo

Detalle del grupo escultórico

En el muro de la izquierda, del Presbiterio, se levanta un retablo del XVIII, que preside una magnifica talla de San José de 1800, cercana al taller de Roldán y repolicromada con posterioridad, que tiene la particularidad de situarse en un retablo dieciochesco con decoración chinesca.

 

Retablo

Detalle de san José

En el fondo de la nave, una Cruz de madera y un cuadro de Nazareno y de san José con el Niño.

San José con el Niño

Iglesia de Capuchinos (ver)

En el último tramo de la nave del Evangelio.

San José

En el banco del retablo de la Divina Pastora, dentro de una vitrina, un grupo de la Sagrada Familia de la Virgen en terracota policromada, se trata de una talla de busto de san Joaquín, santa Ana y la Virgen Niña, de hacia 1760-1770, del círculo de Cristóbal Ramos.  

Sagrada Familia

Iglesia de San Julián (ver)

En las paredes laterales del Presbiterio, en los laterales del Retablo Mayor, se han dispuestos dos hornacinas modernas, la del lado de la Epistolar alberga a san Julián y la del lado del Evangelio a san José con el Niño.

San José con el Niño

Detalle de san José con el Niño

Iglesia de la Misericordia (ver)

En la nave de la epístola, un retablo es de estilo barroco que consta de un solo cuerpo y remate, fechándose hacia 1760. En el centro se sitúa un lienzo de mediados del siglo XVIII de San José con el Niño. 

Retablo de San José con el Niño

Detalle de san José

En el ático del Altar Mayor, a los lados del crucificado se sitúan las tallas de San Miguel Arcángel y de San José con el Niño, ambas de Simón de Pineda (ver), que se enmarca por columnas salomónicas de menores proporciones. 

Retablo Mayor

San José con el Niño

En la nave del Evangelio se sitúa el retablo del Cristo de la Misericordia. En los laterales, las esculturas de San Antonio de Padua y San José, ambas de hacia 1760.

Retablo del Cristo de la Misericordia

San José

Iglesia del Hospital del Pozo Santo (ver).

A los pies del muro derecho se abre una pequeña hornacina con la figura de San José con el Niño.

San José con el Niño

Al fondo del muro de la epístola se encuentra un retablo de estípites, típicamente barroco, de mediados del siglo XVIII. En la hornacina central se sitúa un lienzo de San José con el Niño pintado hacia 1760 por un seguidor de Domingo Martínez (ver).

Retablo

Cuadro de San José con el Niño 


Convento de San José del Carmen Sevilla (Las Teresas) (ver)

San José con el Niño. Atribuido a Pedro Roldan. Siglo XVII. Convento de San José del Carmen Sevilla 

San José con el Niño. Detalle

El primer cuerpo del Retablo Mayor está presidido por San José  llevando al Niño del mano realizado por Juan de Mesa  en 1620.  


Hermandad del Baratillo


San José. Anónimo. Segunda mitad del siglo XVIII. Madera tallada, estofada en oro fino y policromada al óleo. Donado por el torero Pepe Hillo en 1776. Hermandad del Baratillo. Sevilla. 

San José. Detalle

San José. Detalle

San José. Detalle

Casa Hermandad del Amor. Iglesia Colegial del Divino Salvador

San José. Pedro Roldan. Hacia 1668. Madera policromada. 126 cm. Primitiva Archicofradía y Real Hermandad de Nazarenos de la Sagrada Entrada en Jerusalén, Santísimo Cristo del Amor, Nuestra Señora del Socorro y Santiago Apóstol. Casa Hermandad del Amor. Iglesia Colegial del Divino Salvador. Sevilla


Detalle. San José



Capilla de la Orden Tercera (ver)


En el muro del Evangelio, el cuadro de “La muerte de San José”. Anónimo del Siglo XVIII y restaurado por Inmaculada Espinosa Vargas. Se trata de un tema poco tratado en el arte cristiano.

La muerte de San José


Iglesia de los Terceros (ver).

En el brazo derecho del crucero, en su pared lateral, encontramos el Retablo barroco del Nazareno, actualmente presidido por la imagen de San José con el Niño. 

Retablo del Nazareno
Hornacina de san José con el Niño
Detalle de san José

Detalle del Niño

Iglesia de San Pedro (ver).

Detalle de san José con el Niño en el Retablo neoclásico de la Crucifixión de Cristo del siglo XVI, situado en la cabecera de la nave de la epístola


San José , obra de Juan de Astorga  siglo XIX (ver) en la Capilla de San José, situada en la nave de la epístola


San José con el Niño, en un lateral de la Capilla de Nuestra Señora del Pilar, situada en la nave de evangelio. 

La Sagrada Familia en el ático Altar de la Inmaculada, en la cabecera de la nave del Evangelio. Tabla pintada por Rafael Blas Rodríguez en el siglo XIX.

Basílica de la Macarena (ver)

En el muro del evangelio se sitúa la Capilla de San José, presidida por un retablo barroco con una imagen contemporánea de San José con el Niño, de Manuel Martin Nieto, y a los lados las Santas Ángela y Purísima de la Cruz. 

Retablo de san José

San José con el Niño

Iglesia de san Alberto 

En el muro del evangelio, la capilla dedicada al patriarca san José que preside un altar de estilo neobarroco. La imagen representa a San José con el niño Jesús en su brazo derecho y se atribuye a Cristóbal Ramos (ver) hacia 1782.

Destaca la conmovedora delicadeza con la que San José apoya la mejilla sobre la cabeza del Niño.

 

Retablo de San José

Hornacina de san José

Detalle de san José

En los muros vemos cuadros de "San Pedro penitente" y "San José con el Niño" (anteriormente debió estar una Dolorosa).

San José con el niño


Capillita de san José.

En el segundo nivel de la portada principal, sobresale una hornacina central diseñada por Lucas Valdés en 1716, que alberga la imagen del titular del templo, San José, con la leyenda: ”Sancte Joseph Ora Pro Nobis”. 

Detalle de la hornacina de san José

En la portada lateral, un vano adintelado flanqueado por pilastras cajeadas, y sobre él, una hornacina con la escena de los Desposorios de la Virgen y San José. 

Desposorios de la Virgen con San José

En el muro de la epístola, una pequeña hornacina dorada, con interior forrado de espejos, que alberga una imagen anónima del patriarca San José sosteniendo al Niño con ambos brazos.

Hornacina de San José

Un gran cuadro de la Huida a Egipto y uno pequeños de San José con el Niño.

La Huida a Egipto

San José con el Niño

Le sigue el Altar de los Desposorios de San José y Santa María, se trata de un arcosolio totalmente tallado, con un medallón central que lo preside, y que representa una escena en el templo de Jerusalén donde un sacerdote bendice la unión de los esposos. Atribuido a Pedro Duque Cornejo.

Altar de los Desposorios de San José y Santa María

En el lateral izquierdo del crucero, se muestra una hornacina con una escultura de la Agonía de San José con Jesús y María atribuido a Pedro Roldán.  

Agonía de San José

En el altar mayor, la hornacina central, realizada a modo de camarín, aloja la escultura de San José con el Niño, una talla atribuida a Agustín de Perea de 1694.

Vista general del Altar Mayor

San José con el Niño

Iglesia del Convento de Nuestra Señora de la Paz

En la cabecera del muro de la epístola, un retablo del siglo XVIII que preside una talla de San José y a su lado pinturas sobre su vida, y en el ático un cuadro de la Muerte del patriarca.

Retablo de San José

San José con el Niño

Muerte de san José

En una de las calles laterales del Altar Mayor.

San José con el Niño

1 comentario:

  1. Magnífica exposición! Nos estás acostumbrando mal. La labor de investigación es verdaderamente encomiable. Una buena guía para seguirla. Personalmente la tendré en cuenta. Gracias amigo Andrés y mis felicitaciones.

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