martes, 28 de octubre de 2025

 EXCURSIONES

Restos arqueológicos de la Ciudad Romana de Arucci/Turóbriga.

La ciudad hispanorromana de Turóbriga, situada en el actual término municipal de Aroche (Huelva), constituye el único asentamiento romano de carácter urbano conocido en la Sierra de Huelva. Por ello, su estudio resulta fundamental para comprender el modelo de implantación y funcionamiento de las ciudades romanas en esta zona. El yacimiento está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica.

La primera referencia escrita a Turóbriga la encontramos en Plinio el Viejo, quien la menciona en su Historia Natural al enumerar diversas ciudades de la Beturia Céltica, dentro de la provincia Bética: “Praeter haec in Celtica Acinippo, Arunda, Arunci, Turobriga, Lastigi, Salpesa, Saepone, Serippo”. Aunque Plinio sigue un orden alfabético, la posición de Turóbriga entre Arunci y Lastigi ha suscitado debate entre los investigadores, algunos de los cuales plantean que el nombre original pudo haber sido Eurobriga, Iurobriga o incluso Atégina. Estas variantes se asocian a la diosa Proserpina-Atégina, cuyo culto está ampliamente documentado en la región, de modo que Turóbriga habría sido uno de los principales centros dedicados a esta divinidad durante época romana.

La fundación de la ciudad se sitúa en tiempos de Augusto, a finales del siglo I a.c, (15-10 a.C.), sobre un asentamiento celta, como culminación de un proceso de ocupación y control del territorio de la Beturia Céltica, en el noroeste de la Bética. Su creación respondía a la necesidad de pacificar una zona que había participado activamente en las guerras lusitanas y en otras rebeliones contra Roma, además de asegurar la explotación de los recursos mineros situados más al sur.

El dominio romano se consolidó mediante una intensa colonización agrícola que favoreció la romanización del territorio. Este proceso culminó con la fundación de Arucci Turóbriga, fruto de la unión (contributio) de población procedente de, al menos, dos núcleos prerromanos: Arucci, posiblemente bajo el actual Aroche, y Turóbriga, asentada en alguno de los castros cercanos que fueron abandonados tras la fundación de la nueva ciudad. La epigrafía conservada testimonia la presencia de colonos latinos, algunos de los cuales figuran como benefactores locales.

Durante el siglo I d. C., Turóbriga experimentó un notable desarrollo urbano. Bajo los principados de Calígula y Claudio (37-54 d. C.) se levantó el foro, concebido como una plaza porticada donde se concentraban las funciones administrativas, judiciales y religiosas. En época Flavia (69-96 d. C.) se añadieron edificaciones públicas de gran envergadura, como las termas y el Campus Martius, evidenciando una intensa actividad constructiva.

Bajo los emperadores Trajano (98-117) y Adriano (117-138), la ciudad alcanzó su mayor esplendor. A mediados del siglo III d. C. aún se mantenía la vida urbana, como demuestran las reformas documentadas en algunos edificios públicos y los materiales conservados en la Colección Municipal de Aroche. Sin embargo, tras el periodo Severo, la ciudad inició un lento declive, en el marco de la crisis general que afectó al mundo romano en esa centuria. Turóbriga fue abandonada progresivamente y sus estructuras sirvieron de cantera para las villae rusticae del entorno, así como para la construcción del castillo de Aroche y la ermita de San Mamés.

A pesar de los expolios, el yacimiento conserva íntegra su planta urbana. Entre las áreas excavadas y visitables se encuentran el foro, el mercado, las termas, la Casa de la Columna, la Casa del Peristilo, la Casa Norte, el campus y parte de la muralla y la necrópolis septentrional. En este espacio se celebra anualmente el Festival de Diana, una recreación histórica que rememora la vida cotidiana y las tradiciones de la antigua ciudad romana.

En la actualidad, el equipo de arqueología de la Universidad de Huelva, dirigido por Juan Manuel Campos Carrasco, centra sus investigaciones en la puesta en valor de este enclave excepcional, testimonio del legado cultural que las distintas civilizaciones dejaron en tierras onubenses.

Foro Romano

El foro constituye, hasta el momento, el elemento más destacado, excavado y comprendido de la ciudad romana de Arucci/Turóbriga. Su construcción se llevó a cabo durante el principado del emperador Claudio (41-54 d. C.) y representó el auténtico corazón de la vida urbana. Desde este espacio se gobernaba la ciudad y se desarrollaban las principales actividades políticas, religiosas, judiciales y administrativas.

El conjunto se organiza en torno a una gran plaza porticada en tres de sus lados, a la que se abren diversas estancias con funciones específicas. En el lado norte se encontraban los espacios dedicados al culto, como el aedes o templo principal, consagrado a las divinidades Diana y Apolo, y los sacella o capillas auxiliares, destinadas a otros cultos locales.

Las dependencias administrativas ocupaban la zona noreste del recinto, donde se hallaba el aula aedilium o sala de los ediles, magistrados encargados del gobierno municipal. En el ángulo opuesto se situaba la curia, sede del consejo local, junto al aerarium o tesoro público.

Las funciones judiciales se desarrollaban en el pórtico doble y en la basílica, que más tarde fue reutilizada como ermita, así como en el tribunal situado en el lado sur del foro. Parte de este último se conserva hoy bajo el ábside de la actual ermita, cuya construcción aprovechó estructuras del edificio romano original.

Recreación del Foro Romano




Macellum

El macellum o mercado se situaba junto al lado sur del foro, separado de él por un estrecho callejón que probablemente estuvo porticado (1). Todo indica que el edificio ocupaba una ínsula completa, respondiendo su ubicación a un planteamiento funcional: se hallaba muy próximo a la sala de los ediles, con la que se comunicaba mediante una pequeña ventana (fenestra), lo que facilitaba el control de los pesos y medidas y la resolución de posibles reclamaciones comerciales.

Durante el periodo imperial fue habitual construir edificios específicos destinados al comercio, ya fueran mercados generales o especializados, y el macellum de Arucci/Turóbriga responde a esa misma tipología

El edificio presentaba una fachada perimetral abierta a un pórtico sostenido por pilares (2), orientada hacia el este, al igual que el foro. Este pórtico proporcionaba una zona cubierta que protegía a los comerciantes y permitía exponer los productos al exterior, frente a las tiendas (tabernae).

El acceso principal se realizaba a través de un vestibulum (3) que conducía directamente al patio central o atrium (4), sostenido por seis columnas. Este espacio central cubierto albergaba un impluvium, cuya parte inferior se conserva parcialmente. En torno a este patio se distribuían las diferentes dependencias o estancias, utilizadas como puestos de venta.

Los macella romanos eran mercados especializados, principalmente dedicados a la venta de productos alimenticios, según indican las fuentes antiguas. En ellos se comercializaban carnes, aves, caza, pescado, frutas, legumbres y pan, entre otros artículos de consumo cotidiano.

El macellum de Arucci/Turóbriga se encuentra actualmente excavado en superficie, aunque su estudio continúa abierto. Las futuras investigaciones permitirán conocer con mayor precisión su planta, su función concreta, su cronología y sus características arquitectónicas.




Termas

Actualmente se conocen poco más de 700 m2 de un edificio que podría poseer el doble de esa extensión. Solo se ha excavado por ahora la zona destinada al baño frio por lo que se desconoce por completo la parte calefactada aunque se han recuperado cierto número de “clavi coctiles” destinados a la preparación de “concamerationes”.

Es un espacio destinado baños y provisto de diferentes salas.

El espacio más oriental (1) se correspondería con el acceso al edificio que se realizaría a través de un vestíbulo estrecho que daría acceso al apodyteriurn (vestuario), una sala abovedada de grandes dimensiones, así lo confinaría la potente anchura de sus muros que permitiría que estuviesen horadados en altura para la ubicación de las “capsae” en las que los usuarios depositarían sus pertenencias antes de acceder al baño.

Desde el apodyterium se accedería, por medio de dos entradas en forma de recodo y con pasillos estrechos, al frigidarium (sala fría), representado por la estancia 4 y la natatio (5), en el extremo norte y una pequeña piscina en su extremo sur (6).

La “natatio” está reservada al baño colectivo y permite la natación, de ahí sus mayores dimensiones.

Al norte se ubicaba una pequeña estancia (2) coincidente con la zona de desagüe, que bien pudo haber tenido la funcionalidad de letrina.

En este espacio entre las dos piscinas encontramos un canal de desagüe formado por muros de mampostería y solería de ladrillos que comunica la piscina con la natatio.

Anexada a ella se aprecia en su flanco oriental un pequeño pasillo como posible zona de ingreso al conjunto (3)

A unos 14 metros al Este de las anteriores estructuras descritas y cercanas al forum; se encuentran dos nuevas piscina adosadas y de distinto tamaño. Parece que únicamente una vía separaba estos dos importantes edificios de la ciudad.

El llenado de estas piscinas suele hacerse a través de fuentes, cascadas o perforaciones de sus muros aunque en el caso de la natatio y de la piscina del flanco meridional no conocemos como se producía su llenado.

A este respecto, la aparición en las inmediaciones de la terma de diversos instrumentos representados por tres “fistulas  plumbae” (tuberías de plomo) de diversas dimensiones, una de ellas epigráfica, permiten intuir el llenado de estos vasos destinados al baño a través de un ciclo conformado por un circuito de tuberías de plomo o una rasante o cota que hoy en día no se ha conservado.

Además, los últimos datos apuntan a la existencia de un acueducto que desde el Sur surtiría del líquido elemento a la ciudad, el posible castellum se encuentra muy próximo a este conjunto de cisternae.

Los datos disponibles permiten plantear un ingreso lineal de ida y vuelta, retrogrado, siendo este el tipo más funcional y práctico y que se popularizo sobretodo durante la época Flavia.

El caserío se dispersa por todo el recinto, localizándose varias viviendas señoriales que estuvieron decoradas con ricos materiales y lujosos objetos (casa de la Columna, Casa Norte, Casa del Peristilo).





Casa del Peristilo

Domus de mayor superficie conocida en la ciudad, con unos 900 m2 articulados en 18 estancias. Destacan el atrium (patio) a modo de distribuidor y un gran patio-jardín posterior porticado con 20 columnas (Persitilum).

Esta fórmula mixta (atrium  y Persitilum)  fue uno de los modelos más desarrollados en las ciudades de Campania aunque con escasos ejemplos en Hispania, no obstantes algunas características hace presuponer que el persitilium se construyó en un momento posterior, como añadido a una casa de atrium. La incorporación de las columnas creando un espacio techado (porticus) permitiría un mayor aprovechamiento del espacio ajardinado. Este tipo de patio tenía un componente simbólico, otorgando mayor prestigio social y económico a los propietarios,

El edificio presenta un eje claro perpendicular a fachada que comunica vestibulum-atrium-triclinium-peristilum, con orientación Suroeste.

La entrada se realiza a través de vestibulum (H9), que da acceso directo a pequeño atrio toscano (H8), en cuyo centro conserva los restos del impluvium, que desagua a través de una canalización realizada con ladrillos.

El atrium está en comunicación directa con el triclinium o comedor (H6), a través de un gran vano que aún conserva la pavimentación latericia.

En el lado sur de la entrada encontramos una tabernae con compartimentación Interior (H11, H12). Esta tabernae se comunica en una fase posterior con H10 y está a su vez con H7, lugar destinado a horreum (almacén de granos).

Junto al vestibulum se encontraría la cela ostiaria (para el portero) desde donde se ascendería a la segunda planta.

En la parte trasera del gran patio se ubican las habitaciones destinadas a culina (cocina), cella olearia (bodega de aceite) y cella vinaria (bodega de vino).






Casa de la Columna

Ocupa una de las manzanas residenciales situadas en la zona central de la ciudad, delimitada en su lado oriental por el cardo máximo, porticado, quedando in situ varios sillares y restos de una columna. Es uno de los tres tipos diferenciados de ambientes domésticos excavados en la ciudad

Durante los años de ocupación del edifico (primera mitad del siglo I a finales del III d.C.) se produjeron cinco fases constructivas identificadas por la presencia de nuevas estructuras, reformas, cambios de las técnicas edilicias e incluso amortización de espacios públicos.

Algunas de las habitaciones tuvieron un carácter artesanal y de almacenamiento, habiéndose encontrado en su interior varios objetos de labranza -azadón y piqueta- y grandes contenedores -ánforas y dolia.


Casa Norte

Supone un magnifico ejemplo de domus romana de atrium, con una extensión de 342 m2 articulada en 13 estancias.

Ocupa una ínsula completa y presenta su fachada hacia una de las vías principales de la ciudad, junto a una de sus puertas que darían acceso al campus o a la necrópolis norte. Como su nombre indica, está localizada en el sector septentrional del yacimiento arqueológico.

El acceso a la vivienda se realiza mediante una puerta de grandes dimensiones que da paso al vestibulumn, en comunicación directa con el atrio (patio) tetrástilo (H10), con cuatro columnas que dejan en el interior el impluvium.

La estancia de mayor extensión, dispuesta en su parte central y en torno a la cual se disponen las habitaciones, siendo la de mayor tamaño el triclinium (comedor) (H6), quedando el resto como cella penoria-culina; (cocina-despensa, H4 y H5) y cubiculae (dormitorios, H1, H2, H3, H7, H8), exceptuando dos que abren hacia el exterior de la casa y sin acceso desde el interior, que desempeñarían la función de tabernae (tiendas, H12, H13), en una de las cuales (H13) se documentó el famoso tesorillo de la ciudad, un conjunto de 376 denarios romanos depositados en la Colección Arqueológica Municipal de Aroche.

Junto al vestibulum se encuentra la cella ostiaria (para el portero, H12) desde donde se ascendería a la segunda planta.

En cuanto a la datación, su construcción parece realizarse en momentos augusteos, próxima al cambio de Era y abandonada en momentos iniciales del siglo III d.C., periodo en el cual tras la dinastía de los severos se produce un abandono institucional y municipal urbano en el que las élites abandonan la ciudad a su suerte.

En cuanto a la modulación de la casa, se aprecia el empleo del pie romano de 0,296 m con sus diferentes múltiplos, de lo que se deduce una modulación canónica, muy  próxima a los principios vitruvianos y las medidas oficiales difundidas por el imperio.






Muralla

La muralla de Arucci delimita la zona urbana de la suburbana de la ciudad. Se trata de una muralla de carácter más simbólico que defensivo, propia del periodo de la Pax Augustea, de ahí su anchura en torno a 1,15 m y 1,38 m y su técnica de construcción de una solidez media.

Puede que el perímetro amurallado no estuviera completamente cerrado en los siglos I y II d.c. En la zona Norte de la ciudad es donde esta muralla conserva mayor potencia, quedando separada de la Casa Norte por una vía junto a la cual se encontraría una de sus puertas, y otra puerta estaría en la zona sur, próxima al foro.

Las excavaciones han permitido definir diferentes tramos de la muralla ejecutados además con distintas técnicas constructivas. Unos tramo presentan mayor calidad y buena ejecución además de un ancho considerable y junto a ellos otros de menor calidad, ejecución regular y escasa entidad que reaprovechan materiales marmóreos y constructivos.

En la zona norte encontramos el tramo de mayor potencia conservada, construido mediante un doble muro adosado que le aporta mayor consistencia. El lienzo permite observar las huellas de las agujas del encofrado y la superposición de cajones

Gracias a las prospecciones geofísicas se ha podido determinar su trazado casi por completo y por tanto su perímetro, de ello se deduce que la ciudad ocupó una extensión urbana intramuros de unas 4 hectáreas.



Necropolis

Al exterior (extra pomerium), en el área más inmediata que rodeaba la ciudad, se ubicaban las  necrópolis, o lugares de enterramiento de Arucci, junto a las puertas Norte y Sur y en ambas se constata como ritual exclusivo la cremación del cadáver. La necrópolis Norte parece articularse en torno a una gran vía sepulcral, y otra secundaria (diverticula). La primera de ellas, orientada en sentido norte sur corre en paralelo al Campo de Marte. A esta vía, en función de los resultados de las prospecciones geofísicas, parecen abrir más de una docena de monumentos, de los cuales sólo ha sido excavado un recinto. La segunda de estas vías discurre en paralelo a la muralla, y en torno a ella se han excavado dos recintos.

Campus

Se construye en época Flavia (69-96), ubicado al Norte de la ciudad, fuera de las murallas (extra moenia), este recinto de 60 x 65 m. con una gran puerta construida con sillares de granito en el lateral Oeste, se dispone flanqueando la vía de salida de la ciudad.

Se refuerza en su interior con una serie de pilares colocados regularmente a una distancia aproximada de 6,50 mts. En la esquina suroeste se han excavado varias habitaciones.

Las excavaciones han permitido identificar en el interior del recinto dos espacios diferenciados, por un lado en su ángulo suroeste se documentaron una serie de estructuras, a las cuales se accede a través de un vestibulum (H-11) desde la explanada del recinto principal y que quedan articulados en torno a un atrium tetrástilo (H-10)

Aunque no se tiene certeza sobre la funcionalidad del recinto se baraja la hipótesis de que pueda tratarse de un Campo de Marte.

En general estaban destinados a la reunión de los comicios, a los ejercicios militares o gimnásticos, donde se ejercitaba la juventud aristocrática de la ciudad, y a las ceremonias públicas que las leyes obligaban a realizar fuera del recinto sagrado de la ciudad (pomerium). En estos lugares el pueblo se reunía para votar las leyes, elegir a los magistrados, pasar revista a las tropas, proceder al censo (census) o a la purificación ritual (lustrum), como nos comenta Vitrubio.

En él se ubicó la posible sede (schola) de su asociación (colegium iuvenum) tal y como demuestran las estancias articuladas en torno a un patio tetrástilo, así como una aedes en su zona central probablemente dedicada a Marte.