lunes, 6 de octubre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen de la Antigua.

La Virgen de la Antigua es una de las imágenes marianas de mayor arraigo en Sevilla. Se venera en la capilla que lleva su nombre, un espacio singular de la Catedral hispalense cargado de historia y devoción.

Una tradición tardía atribuye el origen de la advocación al papa san Silvestre en el siglo IV, sosteniendo que el título de “la Antigua” hace referencia a María como plenitud y cumplimiento de las antiguas profecías mesiánicas.

En el sur de la provincia de León se halla la localidad de La Antigua, donde existe una iglesia dedicada a esta advocación. En ella se conserva una talla del siglo XII que ya en la Edad Media era conocida como “Santa María de la Antique” o “Santa María de la Antigua”. A partir del siglo XV comenzó a usarse simplemente el nombre de La Antigua. La difusión del culto pudo seguir la ruta de la Vía de la Plata, que enlazaba León con Mérida y Sevilla.

Diversos autores sevillanos de los siglos XVI al XVIII situaron el origen de la Virgen de la Antigua de la Catedral en tiempos remotos, e incluso propusieron que en el lugar donde hoy se alza el templo existió una basílica paleocristiana de la época romana. Según esta interpretación, la pintura habría pertenecido a aquel primitivo santuario mariano.

Otras versiones legendarias llegaron a afirmar que la imagen era originalmente una pintura de Venus, pintado en un templo romano dedicado a la diosa, y que los ángeles la transformaron en efigie de la Virgen durante la época visigoda o islámica, dedicada a la Virgen de la Antigua. Esta hipótesis fue refutada en el siglo XVIII por el erudito padre Flórez, quien en su obra “España Sagrada” aclaró que la catedral estuvo siempre bajo la advocación de Santa María de la Sede.

Otra tradición sugiere que existió una capilla visigoda decorada con la imagen de la Virgen y que, ante la invasión musulmana de 711, fue ocultada tras un muro para protegerla.

La leyenda más conocida relata que, poco antes de la conquista cristiana de Sevilla, un ángel condujo al rey san Fernando hasta el interior de la mezquita mayor. Allí, tras un muro que se volvió transparente, el monarca pudo contemplar la imagen oculta de la Virgen de la Antigua, quien le prometió su protección. Días después, el 23 de noviembre de 1248, el rey entraba triunfalmente en la ciudad.

El historiador del arte José Gudiol Ricart fue el primero en datar la pintura a comienzos del siglo XV. Su hipótesis se basa en la figura orante que aparece junto a la Virgen, abajo y a la izquierda, posiblemente un retrato de Leonor de Alburquerque, esposa del infante Fernando de Antequera, realizado entre 1410 y 1416. Algunos autores mencionaron la existencia de una figura simétrica, en el otro lado, del propio Fernando, aunque los estudios efectuados durante la restauración de 1991 descartaron tal posibilidad.

El sacerdote Gabriel de Aranda interpretó que Leonor, devota de la Virgen, quiso dejar testimonio de su fe mandando pintar su retrato a los pies de la imagen tras la muerte de su esposo en 1416.

Por su parte, José María Medianero Hernández fechó la obra entre 1425 y 1450. Se basa en que, aunque la imagen tiene reminiscencias bizantinas y franco-góticas, la impronta italo-gótica es muy clara, y este movimiento se desarrolló en Sevilla sobre todo en esa época.​ La pintura fue retocada en 1497 por Gonzalo Díaz. Posteriormente, fue retocada entre 1547 y 1548 por Antón Pérez.

Lo cierto es que la imagen se encuentra pintada directamente sobre un muro que perteneció a la antigua mezquita. Cuando esta fue demolida a inicios del siglo XV, se conservó el fragmento que contenía la pintura. Años más tarde, entre 1576 y 1578, el arquitecto Asensio de Maeda dirigió el complejo traslado del muro —de unas dieciocho toneladas— hasta la capilla actual, empleando un ingenioso sistema de grúas, cuerdas y poleas manejadas por marineros experimentados.

El cardenal Ilundáin coronó canónicamente a la Virgen en 1929, consolidando su condición de patrona espiritual de Sevilla y símbolo de fe para los navegantes.

Capilla de la Catedral 

La capilla actual fue construida a comienzos del siglo XVI y decorada posteriormente con ornamentación barroca.

El mural que alberga la pintura de la Virgen mide 3,21 metros de alto por 1,16 de ancho y presenta una superficie ligeramente cóncava. El retablo está realizado en mármol y las diferentes esculturas que posee están talladas por Pedro Duque y Cornejo (ver)

Retablo de la Virgen de la Antigua

Detalle del primer cuerpo


La verja renacentista, obra conjunta de varios maestros, es una de las más admiradas de la catedral. En ella destacan las banderas de naciones iberoamericanas, testimonio de la devoción que los marinos llevaron al Nuevo Mundo. La vidriera del fondo, realizada a finales del siglo XIX, representa a san Fernando.

En el muro izquierdo se encuentra el magnífico sepulcro del cardenal Diego Hurtado de Mendoza, labrado en mármol en 1510 por Domenico Fancelli. En el muro opuesto reposa el arzobispo Luis de Salcedo y Azcona, en un monumento escultórico de Duque Cornejo ejecutado entre 1738 y 1740. La capilla luce, además, numerosas lámparas de plata del siglo XVIII.

Iconografía

La composición muestra a María de pie sosteniendo al Niño con el brazo izquierdo, por encima de la cadera, junto a su pecho, mientras en la mano derecha porta una rosa. El Niño, a su vez, sostiene un pequeño pájaro.

Dos ángeles suspenden una corona sobre la cabeza de la Virgen, recuerdo de su coronación canónica celebrada el 24 de noviembre de 1929, siendo esta la segunda imagen de Sevilla en recibir tal honor. Otro ángel, en la parte superior, sostiene la inscripción “Ecce Maria venit”.

La Virgen viste túnica blanca y manto del mismo tono decorado con motivos dorados y vegetales, cuyo reverso combina franjas oscuras y doradas. El Niño aparece con túnica oscura adornada con diseños dorados y cuello en punta. Ambas figuras lucen un resplandor o áurea dorada.

Virgen de la Antigua

Detalle de la Virgen de la Antigua

Detalle de Leonor de Alburquerque

Detalle de la mano del Niño con el pajarito


Las representaciones de esta advocación suelen mostrar a la Virgen de pie, con el Niño y la rosa, aunque varían en los detalles del ropaje y en la presencia de ángeles o coronas.

Extensión del culto

El culto a la Virgen de la Antigua se difundió ampliamente por América gracias a los marineros que partían del puerto de Sevilla. A su regreso de la primera vuelta al mundo, los dieciocho supervivientes de la expedición de Magallanes y Elcano se postraron ante la imagen en señal de agradecimiento.

Asimismo, en 1510, Vasco Núñez de Balboa —hijo de un hidalgo leonés— fundó en tierras del Darién la ciudad de Santa María la Antigua, perpetuando así el nombre y la devoción de la Virgen sevillana en el continente americano.

Iglesia de san Juan de la Palma

En el muro del evangelio, en la zona hastial, un retablo del segundo cuarto del siglo XVIII, restaurado después de 1936, con una copia de la "Virgen de la Antigua" que preside la capilla del mismo nombre de la Catedral de Sevilla. 

Retablo de la Virgen de la Antigua


Virgen de la Antigua


Detalle de la Virgen de la Antigua


Convento de la Asunción

Virgen de la Antigua con Fray Gaspar de Ruinovis y Fray Antonio de Velasco. Anónimo. Primer tercio del siglo XVII. Convento de la Asunción. Sevilla

Detalle de la Virgen y el Niño

Detalle de la Virgen 

Detalle del Niño

Detalle de la mano del Niño con el pajarito

Detalle de Fray Gaspar de Ruinovis

Detalle de Fray Antonio de Velasco

Parroquia de Santa María Magdalena


Nuestra Señora de la Antigua, Siete Dolores y Compasión. Pedro Roldán (Atribución). Tercer cuarto del siglo XVII. Madera policromada. 120 cm. Real Parroquia de Santa María Magdalena. Sevilla

Detalle del rostro

Detalle de las manos

Fundación CajaSol

Nuestra Señora de la Antigua, Siete Dolores y Compasión. Anónimo Sevillano. Hacia 1700. Óleo sobre lienzo. 100 x 118,5 cm. Diputación Provincial. Deposito en Fundación Cajasol. Sevilla

Detalle

La lanza y el hisopo

El martillo y las tenazas

La escalera

Los clavos

La columna 

El látigo

Iglesia de San Antonio Abad (Hermandad del Silencio)

En el muro del evangelio, después de la Cruz del Nazareno, encontramos una hornacina con una copia de la Virgen de la Antigua.

Virgen de la Antigua. Regina Caiorvm

Detalle

Detalle