lunes, 22 de septiembre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Arquitectos  

Joaquín Fernández Ayarragaray.


Joaquín Fernández Ayarragaray nació en Hernani (Guipúzcoa) el 17 de agosto de 1821. Residió en Madrid, donde obtuvo el título de agrimensor en 1841 y el de maestro en 1842. Ejerció como maestro y, en 1844, inició sus estudios en la Escuela de Arquitectura, alcanzando el título de arquitecto en 1850.

En 1851 obtuvo plaza como Maestro de Obras en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, institución en la que se distinguió por las influencias francesas presentes en su estilo. A partir de 1859 ejerció como profesor de Aritmética y Geometría Descriptiva, y tras la supresión de las enseñanzas de Maestro de Obras en 1869, pasó en 1871 a impartir Aritmética y Geometría para dibujantes.

Durante la década de 1860 desempeñó el cargo de arquitecto conservador de los Reales Alcázares. Su obra más relevante fue la restauración de la Catedral de Sevilla, labor a la que dedicó los últimos diez años de su vida.

Entre sus proyectos destacan la Casa de las Sirenas (ver), en la Alameda de Hércules, el Hotel Roma, la casa del conde de las Atalayas, la de los señores de Portella, la sucursal del Hotel Madrid, el palacio del duque de Montpensier en Sanlúcar de Barrameda, el jardín de Venta Eritaña y el palacio de los duques de Madrid en Villamanrique.

Falleció en Sevilla, el 26 de marzo de 1900.

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escultores  

Antonio Quiros.

Fue un destacado escultor e imaginero sevillano, cuya figura permaneció en relativo olvido dentro de la historiografía hasta fechas recientes, cuando diversas investigaciones documentales han permitido reconstruir su trayectoria, atribuirle importantes obras y situarlo como autor de piezas fundamentales para varias hermandades de Sevilla.

Nació en Sevilla en 1663. Su padre, Domingo Cardoso de Quirós, era natural de Mesão Frio (Portugal), y su madre, Juana Díaz de la Iglesia, sevillana. En 1691 contrajo matrimonio con Josefa García, ingresando ambos en la Hermandad Sacramental y de Ánimas Benditas del Purgatorio del Salvador, donde desempeñó distintos oficios dentro de la Junta de Gobierno, entre ellos prioste de cera, fiscal y prioste de la corporación de Ánimas. Tras la muerte de su primera esposa, volvió a contraer matrimonio en 1703. Falleció en Sevilla el 27 de junio de 1721.

A lo largo de su carrera colaboró con el célebre imaginero Francisco Antonio Gijón, participando junto a él en la renovación de las esculturas del Monumento Eucarístico de la Catedral hispalense.

Entre sus obras más destacadas se encuentra la Virgen de Villaviciosa, que preside el misterio del Duelo de la Hermandad del Santo Entierro, así como las figuras que lo acompañan (las Tres Marías, San Juan Evangelista y los Santos Varones). Para las andas de la urna realizó, además, varios medallones, cuatro ángeles y doce serafines, hoy desaparecidos tras la invasión francesa y la Guerra de la Independencia. Para la misma cofradía talló también el Triunfo de la Santa Cruz sobre la Muerte (c. 1691-1693), un conjunto alegórico en madera de notable originalidad.

Virgen de Villaviciosa

Paso del Triunfo de la Santa Cruz


Otros trabajos documentados son la transformación, entre 1707 y 1708, de la antigua imagen de la Virgen de la Presentación de la Cofradía de los Mulatos en un San Juan Evangelista (actualmente desaparecido), así como la adaptación de una escultura de Santa Ana en la Virgen de la Soledad (1714), venerada en la iglesia del Salvador.

Su obra más célebre es el Cristo de la Humildad y Paciencia (1696), titular de la Archicofradía del Divino Salvador de Sevilla. La talla, atribuida con sólida base documental a Quirós, muestra un marcado naturalismo, un esmerado tratamiento anatómico y policromía de gran calidad, junto a un profundo pathos expresivo que lo convierte en una de las piezas más representativas del barroco sevillano.

RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Escultores  

Blas Molner Zamora.

Blas Molner Zamora nació en Valencia en enero de 1738, hijo de Jaime Molner y Felipa Zamora. En 1755, sus padres firmaron un contrato de aprendizaje con el maestro escultor Tomás Llorens (1713-1772), quien se comprometió a instruirlo durante un periodo de cuatro años. Posteriormente amplió su formación en la Academia de Santa Bárbara de Valencia.

Desde 1766 se documenta su presencia en Sevilla, ciudad donde se afincó definitivamente. En 1771 fue cofundador de la Real Escuela de las Tres Nobles Artes, ejerciendo desde 1775 como director del área de escultura y alcanzando en 1793 el puesto de director general de la institución, cargo que ocupó hasta su fallecimiento. En paralelo, impartió clases de delineación y planos en el Colegio de San Telmo (1787).

Molner mantuvo estrecha relación con escultores como Cristóbal Ramos y Juan de Astorga, compartiendo con ellos inquietudes estilísticas y académicas. Su producción se enmarca en la transición del barroco tardío al neoclasicismo, combinando la expresividad de la imaginería sevillana con un progresivo interés por la claridad compositiva y la sobriedad formal.

Falleció en Sevilla el 2 de enero de 1812.

De sus obras de Sevilla destacamos:

Arreglo de la corona de espinas del Señor del Gran Poder y de sus ángeles mancebos.  

Retablo de Nuestra Señora de Belén de la Iglesia de San Lorenzo en el año 1780.

Visión del espacio del Retablo de la Virgen de Belén

Imagen de Nuestra Señora de la Encarnación de la Hermandad de San Benito  en  1780-1793.

Imagen de San José de la Hermandad de Pasión, de la Iglesia del Salvador, en 1781.

Estanterías del Archivo de Indias en 1791.

Templete del altar mayor de la Iglesia de Santa Cruz en 1792.

Grupo de la Sagrada Familia de la Iglesia de San Andrés a finales del siglo XVIII.

Virgen Niña con San Joaquín y Santa Ana.

Imágenes de San Elías, San Rafael y Santo Ángel Custodio del convento del Santo Ángel a finales del siglo XVIII.

Se le atribuye la imagen de la Magdalena del “paso” de la Lanzada y la Virgen de las Dolores de la Hermandad de las Penas de San Vicente.