AREA MUSEO
Iglesia de San Antonio Abad (Hermandad del Silencio).
HISTORIA
La Real Iglesia de San Antonio Abad se
encuentra situada en pleno centro de la ciudad de Sevilla, en la calle Alfonso
XII y en la calle El Silencio 3. Es sede de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús
Nazareno, conocida como la Hermandad
del Silencio.
Es única en
su distribución, alejada de la típica cruz latina o del cajón propio de las
iglesias sevillanas. Ello se debe a que son dos iglesias, fruto de la fusión
entre el antiguo hospital de San Antonio Abad, regentado por los hermanos
hospitalarios de San Antón (ver), y la
capilla de Jesús Nazareno, de la histórica hermandad del Silencio (ver). La
primera, edificada en el siglo XVI, sobre la antigua ermita de san
Antonio Abad, y remodelada profundamente entre
1724 y 1730, etapa en la que se le adosó la capilla de la Hermandad de
Jesús Nazareno, bajo la dirección del arquitecto Diego Antonio Díaz (ver). Carlos IV
donaría la iglesia y el convento a la hermandad en 1793.
Se trataba de
un hospital para tratar el ergotismo, una enfermedad causada por la ingestión
de alimentos (pan de centeno) contaminados con hongos, el “fuego de San Antón”,
regido por la Orden
hospitalaria de san Antón, “Antoninos”, actualmente
desaparecida.
Tras la
desaparición de la orden hospitalaria, hubo otros usos entre 1819 y 1835 por
parte de los franciscanos de San Diego (conocidos como "dieguinos" y
provenientes del desaparecido convento del Prado de San Sebastián), que
residirán en el convento hasta su extinción en 1835. Posteriormente, siglo XIX,
se convirtió en parroquia tras el derribo, durante revolución la Gloriosa de
1868 (ver), de la parroquia de San Miguel (ver). Ello explica que buena parte de su
patrimonio se conserve en esta iglesia, en la actualidad regentada en su
totalidad por la hermandad del Silencio.
Desaparecida
la parroquia, quedó como sede de la Archicofradía pontificia y hermandad de
nazareno, cuyos titulares son Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santa Cruz en Jerusalén y María
Santísima de la Concepción.
EXTERIOR
El acceso por
la calle Alfonso XII se realiza por una portada del
siglo XVIII, constituida por un vano adintelado
flanqueado por pilastras y rematado por un frontón recto y roto, en cuyo centro
se sitúa una hornacina con una pintura de San Diego de Alcalá, recuerdo
del promotor de los franciscanos de san Diego que residieron en este convento,
a cada lado los escudos de Orden franciscana y la dominica. Se trata del acceso
al antiguo convento, aunque la portada es posterior, obra de Diego Antonio Díaz
de 1730.
Fachada a la calle
Alfonso XII
Hornacina con San
Diego de Alcalá
Escudo de la Orden
franciscana
Escudo de la Orden
dominica
A la izquierda de la portada hay un azulejo que
identifica a la Iglesia y a la hermandad del Silencio y a la derecha un retablo
cerámico de la Virgen María Santísima de la Concepción, una de las titulares de
la hermandad del Silencio.
Azulejo identificativo
Retablo cerámico de la
Virgen María Santísima de la Concepción
Detalle del azulejo de
la Virgen María Santísima de la Concepción
En la calle El Silencio, que corresponde a los
pies de la nave de la hermandad, posee una portada moderna sencilla. Sobre el
arco vemos un pequeño azulejo de la Inmaculada Concepción, y se corona con una cruz de forja y un pináculo de cerámica.
Muro de la calle Silencio
Portada a la calle El Silencio
Azulejo
de la Inmaculada
Detalle
de la Cruz de forja
Detalle
del pináculo cerámico
En el muro de la
derecha podemos ver un retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús Nazareno, “Nazareno
del Silencio”, y otro azulejo dedicado a la saeta de Manuel Centeno.
Retablo cerámico de Nuestro Padre Jesús Nazareno
Azulejo
de la calle El Silencio
“Silencio
pueblo cristiano”. Saeta de Manuel Centeno
COMPAS
El compás está compartimentado por medio de
dos grandes vanos palladianos que apean sobre columnas de mármol. Al fondo se
sitúa la iglesia, dispuesta transversalmente al eje del compás.
En el primer tramo, cubierto por techo de madera y sujeto
por dos grupos de cuatro columnas de mármol blanco, hay dos pequeños retablos, a la izquierda el dedicado a San
Cayetano y a la derecha Santa Rita de
Casia.
Vista
del primer tramo desde el interior
Detalle del primer tramo desde el interior
Detalle
de un grupo de cuatro columnas
Detalle de capiteles de un grupo de cuatro columnas
Retablo
de san Cayetano
San
Cayetano
Detalle
de san Cayetano
Retablo de Santa Rita de Casia
Santa Rita de Casia
Detalle de Santa Rita de Casia
El siguiente tramo está descubierto, en
él hay una Cruz de hierro ,
antiguamente llamada de la Retama (ver) colocada en la fachada del antiguo cementerio de la
parroquia de San Julián .
Dos nazarenos con espada y libro de reglas, los
retablos cerámicos de la Virgen del Carmen, de la Inmaculada y de San Antonio
María Claret y un pozo.
En esta zona
se encuentra el acceso a la Tienda de Recuerdos y la Casa
Hermandad.
Cruz
de la Retama
Detalle de la Cruz de la Retama
Retablo
de la Virgen del Carmen
Detalle
del retablo de la Virgen del Carmen
Retablo
de la Inmaculada
Retablo
de San Antonio María Claret
Detalle
del pozo
El último tramo es la entrada al templo
precedida por un pórtico sostenido por columnas de mármol blanco.
En la parte
superior de la portada hay una pintura de fray Diego de Alcalá que desapareció
en 2024 por un incendio fortuito.
Atrio cubierto
Detalle
del atrio cubierto
Pintura de fray Diego de
Alcalá
En el lado izquierdo hay dos columnas que no sé de donde
proceden.
Detalle
de las columnas
En el lateral
derecho se encuentra la pequeña imagen de san Judas Tadeo (ver), abogado de las causas imposibles, la
de menor valor artístico del templo, pero de gran veneración popular, sobre
ella una gran cruz de madera.
Lateral derecho del
atrio
Detalle de la cruz
de madera
Retablo de San Judas
Tadeo
San Judas Tadeo
Detalle de San Judas Tadeo
Azulejo de San Judas Tadeo
ESPADAÑA
Airosa sobre el patio se levanta la espadaña, de dos
cuerpos y tres arcos de medio punto con sendas campanas, decorada con cruz de
forja en su coronamiento y con jarrones cerámicos.
Espadaña
Detalle de la espadaña
Detalle
del cuerpo inferior
Detalle
del cuerpo superior
Detalle
de la cruz de forja y veleta
INTERIOR
Iglesia del antiguo convento de San
Antonio
La primera nave es la correspondiente a la Iglesia del
antiguo convento de san Antonio. Se entra por el lado del Evangelio, quedando
el retablo Mayor a la izquierda y el Coro y Sotocoro a l derecha.
Al frente, en el muro de la Epístola, dos arcos con molduras
permiten el acceso a la nave de la Hermandad del Silencio.
Del siglo XVI sólo conserva el esquema
general de la planta, rectangular y de una sola nave, iluminada por
ventanas, ya que el aspecto que
ahora ofrece se debe a las obras efectuadas entre 1724 y 1730.
Como resultado de ellas el interior aparece
compartimentado en cuatro tramos, más el presbiterio, con coro y sotocoro a los
pies. Los tramos y la cabecera se cubren con bóveda de medio cañón con arcos
fajones y lunetas y el antepresbiterio con bóveda vaída.
La bóveda esta bellamente decorada con pinturas
murales recientemente restauradas, obras de Domingo Martínez (ver) y Juan Espinal (ver) realizadas en el siglo XVIII y
ocultadas con pintura desde 1834 hasta 2020.
En el presbiterio están representado Dios Padre,
Jesucristo y la Virgen María, y en la
zona del crucero el espíritu Santo en forma de paloma junto a numerosos
Ángeles.
En la parte central de la nave podemos ver el
escudo, al Rey Felipe V, las imágenes de San Pablo, San Marcos y el escudo de
la orden de los Antoninos, junto a los Ángeles que portan los atributos de San
Antón, bastón en forma de Cruz Tau, jabalina, libro, campana etc.).

Vista
general desde los pies
Vista
general desde la cabecera
Vista
general de la bóveda
Detalles
de los distintos tramos de la bóveda
Detalles
de los distintos tramos de la bóveda
Detalles
de los distintos tramos de la bóveda
Detalles
de los distintos tramos de la bóveda
Detalles
de los distintos tramos de la bóveda
En el suelo una placa de mármol de los
Marqueses de Riancvela y la placa que indica la donación de Carlos III de la
iglesia de San Antonio Abad a la Hermandad del Silencio.
Placa
de mármol de los Marqueses de Riancvela
Placa
de la donación de Carlos III
Como siempre comenzamos la descripción
por el muro dela epístola para seguir por presbiterio y altar Mayor y seguir
por el muro del evangelio para terminar en los pies.
Muro de la Epístola
Encontramos
primero, un arco que comunica con la otra nave y del que cuelgan placas de
mármol de hermanos ilustres.

Arco de comunicación
Luis Ybarra y Osborne
Tomas Ybarra y Lasso de la Vega
Tomas Pérez
Adquisición de la sede. Mateo Alemán
Agregada a la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén de
Roma
Le sigue el retablo de la Inmaculada
denominada popularmente “Virgen del Alma Mía”. Se trata de un retablo de 1740
compuesto por banco, cuerpo de tres calles y ático.
Retablo de la Inmaculada “Virgen del Alma Mía”
Está presidido por la imagen titular, es una talla de vestir, que presenta las manos unidas por la
punta de los dedos, en actitud devota.
Se sitúa sobre una peana de plata de ley
del siglo XVIII, realizada por el orfebre Blas Amat, que perteneció a la Virgen del Rosario de la
desaparecida iglesia de San Miguel.
Fue encargada por los frailes del
desaparecido convento de San Diego (situado antiguamente en el actual Prado de
san Sebastián) al escultor flamenco, avecindado en Sevilla, Hernando Gilman, que le dio el
nombre al salvar la vida de su hijo tras un accidente, y fue donada a la
iglesia de San Antonio en 1819.
Es
una de las tallas de la Inmaculada más antigua de Sevilla.
Inmaculada “Virgen del Alma Mía”
Detalle de la Inmaculada con las manos unidas por la
punta de los dedos
Detalle del rostro
Detalle del rostro
A su lado se hallan imágenes de santa Ana y san Joaquín (ver).
San Joaquín
Detalle de San Joaquín
Detalle de San Joaquín
Santa Ana
Detalle de Santa Ana
En el ático, san Miguel (ver),
santa Bárbara (ver)
y san Rafael (ver).
Ático con Santa Bárbara
Detalle de Santa Bárbara
Arcángel San Miguel
Arcángel San Rafael
Detalle de la Puerta del Sagrario con un pelicano
Seguimos por el muro de la Epístola y
encontramos una talla colocada sobre una peana que representa a San José (ver) obra de Martínez Montañez (ver) de 1607.
San José
Detalle de san José
A continuación, se presenta el segundo
arco de comunicación entre ambas iglesias, con un cuadro de Virgen.
Segundo arco
Cuadro de Virgen
Presbiterio-Altar
Mayor
Presbiterio-Altar Mayor
Las cubiertas del presbiterio están
decoradas con pinturas murales del siglo XVIII, que recuerdan el estilo de Juan
del Espinal, que representan a Dios Padre, Jesucristo, la
Virgen María.
Bóveda del presbiterio
Detalle de Dios Padre
Detalle de Jesucristo
Detalle de la Virgen María
A cada lado un ángel lamparario.
Ángel lamparario del lado de la epístola
Detalle
Ángel lamparario del lado del evangelio
Detalle
El retablo mayor es barroco, está atribuido
a Baltasar de Barahona (ver) y se
fecha entre 1694-1709. Se compone de banco, un solo cuerpo subdividido en tres
calles mediante columnas salomónicas compuestas y ático superior.
Fue reformado en 1768 por Manuel Díaz y
José de Ribera, que transformaron el camarín central y añadieron los estípites
que aparecen en el ático.
Retablo
Mayor
Preside el retablo la imagen de Jesús
Nazareno, que abraza la cruz al revés, al modo de las iconografías habituales
del siglo XVI, como la del Cristo de los Ajusticiados (ver) que
pintó Luis de Vargas en las gradas de la Catedral, lo cual es una prueba
de antigüedad, ya que dentro del estilo manierista así lo interpretaban los
artistas del Renacimiento.
Realizado en madera de cedro, totalmente
anatomizado, con encarnadura realizada mediante técnica de pulimento, y se
atribuye a Francisco de Ocampo sobre 1609, aunque no está documentado, por
semejanzas con otras imágenes suyas, aunque algunos autores proponen a Gaspar
de la Cueva, más conocido por sus obras en Perú.
A los pies del Nazareno una pequeña imagen
de Inmaculada y el sagrario con una puerta de plata.
Jesús Nazareno
Detalle de Jesús Nazareno
Detalle de Jesús Nazareno
Detalle de Jesús Nazareno
Detalle de Jesús Nazareno
Inmaculada
Detalle de los querubines
Puerta del Sagrario
En el primer cuerpo también se sitúa la
imagen de San Antón (ver), patrón del gremio de
cordoneros, realizada por Francisco Antonio Gijón en 1676, y la del beato Juan de
Prado, que es de la época de realización del retablo.
Detalle de san Antón
Detalle del cerdo
Beato Juan de Prado
Detalle del Beato Juan de Prado
El ático presenta en su centro la Santa
Cruz y a sus lados las tallas de San Buenaventura y San Juan Nepomuceno (ver).
Detalle de la Santa Cruz
San Buenaventura
San Juan Nepomuceno
Muro del Evangelio
Tras el pulpito encontramos una talla
colocada sobre una peana que representa a la Virgen María, obra de Juan
Martínez Montañez de 1607, un cuadro de san Nicolás (ver), una celosía de
madera y un cuadro de la Adoración de los pastores.
Pulpito
Virgen María
Detalle de la Virgen María
Detalle de la Virgen María
San Nicolás de Bari
Celosía de madera
Adoración de los pastores
Después encontramos la Santa Cruz que porta
el Nazareno en su salida penitencial. Es de madera de teca, revestida de
planchas de carey, con cantoneras de plata labrada. Pertenece a la Hermandad
desde el primer tercio del siglo XVII, fecha en la que fue donada por Juan
Leonel Gómez de Cervantes y Carvajal y por Juan de Cervantes y Casaús,
residentes en Nueva España (México).
Seguida de un cuadro, dentro de una
hornacina, de Regina Caiorvm.
Santa
Cruz
Detalle
de la Santa Cruz
Virgen de la Antigua. Regina
Caiorvm
Detalle
Detalle
Sotocoro
El coro alto se cubre con una bóveda con pintura de la
Virgen con el Niño y Santiago Apóstol.
Bóveda
del coro alto
Virgen
con el Niño
Santiago
Apóstol
San Andrés
En el coro bajo, un arco de medio punto sostenido por una
pareja columnas de mármol en cada lado, con las pinturas de los
arcángeles san Gabriel y san Miguel.

Vista de los pies desde la cabecera del templo
Detalle de la pareja de columnas

San Gabriel
San Miguel
Su interior lo cubre bóveda en forma de pañuelo
decorada con pinturas murales de ángeles, el cuadro de la Virgen con el Niño y
San Juanito, procedente de la desaparecida iglesia de San Miguel.
Detalle de la Bóveda
Al lado
izquierdo del sotocorro, nos encontramos con el retablo de san
Antonio de Padua (ver), barroco neoclásico del XVIII. El santo
es acompañado, en los laterales, por san Francisco de Paula (ver) y san
Francisco de Asís (ver).
Retablo de san Antonio de Padua
Hornacina con San Antonio de Padua
Detalle de San Antonio de Padua
San Francisco de Paula
Detalle de San Francisco de Paula
San Francisco de Asís
Detalle de San Francisco de Asís
De enorme interés es el tondo con la
Virgen, el Niño Jesús y San Juanito, situado en el centro, pieza de gran
calidad que ha llegado a ser colocado en la estela de Rafael Sanzio o de
algunos de sus mejores seguidores.
La Virgen, el Niño Jesús y San Juanito
En la zona derecha del sotocoro, el curioso fresco de las Tentaciones de san Antonio Abad bajo el que
se encuentra un Crucifijo.
Zona
derecha del sotocoro
Detalle
del cuadro
Detalle
del crucificado
Detalle
del rostro
Detalle
del paño de pureza y de la herida del costado
Detalle
de los pies
Finalmente, restos de la sillería del Coro.
Sillería
Iglesia de la capilla de Jesús
Nazareno o del Santo Crucifijo
Construida por Diego Antonio Díaz en el primer tercio del
siglo XVIII. Es de planta rectangular y los retablos se alojan en hornacinas
practicadas en los muros laterales, sobre los que hay balconadas
decoradas con nazarenos de la hermandad del Silencio portado insignias de la
hermandad (difícil de fotografiar por el fuerte contraluz).
Detalle
de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Detalle de balconada con nazareno del Silencio
Es una nave con
bóveda de medio cañón, que en la zona del presbiterio se convierte en una
cúpula que ilumina la zona.
Vista desde los pies de la nave
Vista desde la cabecera incluyendo la bóveda
Detalle
de la cúpula del presbiterio
Muro de Epístola
A los pies de la nave se sitúa un lienzo en forma de lunero
que representa la escena de la Crucifixión.
Le sigue el retablo de San José con
el Niño (ver), de estilo barroco, realizado en el siglo XVIII y
atribuido al círculo de Montes de Oca (ver).
Retablo de San José con el Niño
Detalle de San José con el Niño
Detalle de san José
Detalle del Niño
A
continuación, el retablo de San Miguel
Arcángel (ver), obra de Dionisio Ribas (ver), siglo XVIII, que proviene de la
desaparecida y cercana parroquia de su nombre.
Retablo
de San Miguel Arcángel
San Miguel Arcángel
Detalle de
San Miguel Arcángel
Detalle de
un pie de San Miguel Arcángel
Detalle de un pie de San Miguel Arcángel
A
ambos lados se sitúan sendas tallas que representan a san Joaquín y santa Ana.
San Joaquín
Detalle de San Joaquín
Santa Ana
Detalle de Santa Ana
En su lugar podemos encontrar un retablo dedicado a la
Virgen de la Antigua. Esta advocación se representa mediante una copia de la
imagen dela catedral de estilo icono bizantino. A sus lados se sitúan las
tallas de San Joaquim y Santa Ana.
Retablo de Virgen de la Antigua
Seguidamente, en el interior de un arcosolio, la Cruz de
Guía de la Hermandad, que recuerda que la Santa Cruz de Jerusalén es uno de los
titulares de la misma. Junto a ella, los cuadros de la Anunciación y la
Adoración de los pastores.
Cruz de Guía
Anunciación
Adoración de los
pastores
Presbiterio y Altar Mayor
En los laterales podemos observar los ángeles lampararios.
Ángel lamparario del
lado de la Epístola
Detalle del ángel lamparario del lado de la Epístola
Ángel lamparario del
lado del Evangelio
Detalle del ángel lamparario del lado del Evangelio
El
retablo de esta capilla es neobarroco y fue diseñado por el pintor Alfonso
Grosso (1948), correspondiendo la talla a Luis Jiménez Espinosa. Se completa
con la antigua crestería del palio de la
Virgen,
de plata repujada, obra de Rafael
Palomino (1871).
Lo preside la Virgen de la
Concepción, acompañada de san Juan
Evangelista.
Retablo del Altar Mayor
Detalle de la puerta del
Sagrario
Virgen de la Concepción y san Juan
Evangelista
Detalle de la Virgen de la Concepción y san Juan
Evangelista
Detalle de la Virgen de la Concepción y san Juan Evangelista
La Virgen de la Concepción
es obra de Sebastián Santos Rojas (ver), adquirida por la hermandad en 1.954 para sustituir
a otra muy antigua, con mascarilla de Cristóbal Ramos, que había sufrido
graves deterioros con el paso del tiempo.
Procesiona bajo
un rico palio de plata inspirado en las formas de la Catedral de Venecia y con
suntuosos bordados del taller de Hijos de Miguel Olmo.
Detalle de la Virgen de la Concepción
Detalle de la Virgen de la Concepción
Detalle de la Virgen de la Concepción
La talla de san Juan
Evangelista, es de candelero, retocada y modificada en la
segunda mitad del siglo XVIII por Cristóbal Ramos, sobre un modelo
anterior, y totalmente
restaurada en el año 2000.
San Juan
Evangelista
Detalle de San Juan Evangelista
Detalle de San Juan Evangelista
Detalle de San Juan Evangelista
Detalle de los pies de San Juan
Evangelista
Detalle del pie adelantado de San Juan
Evangelista
Muro del Evangelio
Entre los dos arcos que comunican ambas naves se sitúa un retablo de
columnas salomónicas de comienzos del siglo XVIII, es el Retablo del Cristo de la Buena Muerte, imagen de tamaño algo inferior al
natural, imagen de papelón (pasta de papel),
anónima de mediados del siglo XVIII. Le acompañan las figuras de dos
ángeles pasionarios.
Retablo
del Cristo de la Buena Muerte
Cristo
de la Buena Muerte
Detalle
del rostro del Cristo de la Buena Muerte
Detalle del rostro del Cristo de la Buena Muerte
Detalle
del brazo izquierdo del Cristo de la Buena Muerte fijado por la palma de la
mano con un clavo
Detalle
del paño de pureza
Vista
frontal de los pies
Vista
lateral de los pies
Ángel
pasionario
Detalle
Ángel pasionario
Detalle
Le sigue una pequeña hornacina que cobija un busto de
Ecce Homo y sobre ella un óleo de José con el Niño Jesús.
Ecce Homo
San José con el Niño
Finalmente un cuadro de Cristo con la cruz a cuestas,
retrato de San Antonio María Claret y
otro.
Cristo
con la cruz a cuestas
San
Antonio María Claret