miércoles, 26 de noviembre de 2025

 RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Arquitectos.  

Aníbal González Álvarez-Osorio.


Aníbal González Álvarez-Osorio

Nació en Sevilla el 10 de junio de 1876 y fue el mayor de los tres hijos de José González Espejo y Catalina Álvarez-Ossorio y Pizarro.

Realizó sus estudios superiores en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde obtuvo el título el 25 de noviembre de 1902, graduándose como el mejor de su promoción. La familia tuvo que asumir un considerable esfuerzo económico para sostener su formación. Un hecho relevante en estos años fue el apoyo que recibió de su primo hermano por línea materna, Torcuato Luca de Tena y Álvarez-Ossorio, quien ejercería durante largo tiempo como su principal valedor y consejero.

Tras concluir sus estudios en la capital, contrajo matrimonio con Ana Gómez Millán, hija del constructor y maestro de obras José Gómez Otero, perteneciente a una saga familiar con varias generaciones dedicadas a la arquitectura.

Poco después de licenciarse se le confió la ejecución de un proyecto de cárcel celular y comenzó a recibir sus primeros encargos privados, dedicados en su mayoría a viviendas, que ocuparon buena parte de la primera década del siglo XX.

A este periodo corresponden las casas de las calles Alfonso XII (ver) y Almirante Ulloa (ver), la reforma del inmueble de la calle Monsalves, la intervención en el edificio de Martín Villa junto a Santa María de Gracia, la desaparecida central térmica del Prado de San Sebastián y la subcentral de la calle Feria para la entonces emergente Compañía Sevillana de Electricidad. También proyectó la fábrica de la calle Torneo, hoy sede del Instituto de Fomento de Andalucía; el grupo escolar Reina Victoria en Triana; varios panteones en el cementerio de San Fernando; y sus primeras obras en Aracena vinculadas a la familia Sánchez-Dalp, entre ellas el casino Arias Montano.

En la esquina de la famosa Plaza de la Campana podemos encontrar esta construcción neomudéjar. Edificio para Manuel Nogueira (1907-1908).

Martin Villa esquina Santa María de Gracia

En la esquina de la Avenida de la Constitución con la calle García de Vinuesa, casa del marqués de Villamarta. La particularidad de este edificio la marca el elemento de esquina, una delgada escalera que al exterior se muestra con planta poligonal y que arranca de una peana de ladrillo aplantillado que a modo de capitel aparece apoyado en una fina columna. Los frentes de este cuerpo se muestran revestidos por plaqueta cerámica policromada y entre ellos se abren las ventanas que siguen el ritmo ascendente de la escalera interior. Superiormente este elemento se cubre con una pequeña cúpula semiesférica, igualmente decorada con azulejos y rematada por una cruz de hierro.

García de Vinuesa esquina Constitución

Antiguo Cine Trajano

Antigua fábrica de Tejidos de calle Torneo

Su actividad abarcó igualmente proyectos urbanísticos, como el del cortijo Maestrescuela, germen del posterior barrio de Nervión; edificios religiosos para distintas instituciones —entre ellos el templo de la Compañía de Jesús en la calle Trajano, la capilla de la Virgen del Carmen en el Altozano y la basílica de la Inmaculada Milagrosa, que quedó inconclusa tras su muerte—; así como diversos panteones familiares, entre ellos los de Luca de Tena, Peyré o González. A este conjunto de intervenciones se suma la reforma de la plaza de toros de la Real Maestranza y de la sede de la corporación en el paseo de Colón. El volumen y variedad de su producción, unida a la de otros arquitectos regionalistas, contribuyó decisivamente a transformar la fisonomía de Sevilla mediante nuevas aperturas urbanas, ampliaciones de alturas y la renovación formal de numerosos edificios.

Templo de la Compañía de Jesús en la calle Trajano

Capilla de la Virgen del Carmen en el Altozano

Casa Aníbal en la calle Arjona

En 1910 participó en el concurso de proyectos para el recinto de la futura Exposición Iberoamericana. Un año después fue nombrado director de las obras, puesto en el que trabajó prácticamente en solitario, dado que no contó con la participación de otros arquitectos sevillanos.

Desde los inicios de la muestra formó parte del Comité Ejecutivo el conde de Colombí, nombrado Comisario Regio el 2 de octubre de 1922, cargo que abandonó en 1925. Su sustituto, José Cruz-Conde, consideró que el ritmo de construcción de la Plaza de España era demasiado lento y que, de seguir así, no se completarían a tiempo los pabellones extranjeros. A ello se sumó la reducción del presupuesto, que impidió ejecutar varios proyectos previstos. Las discrepancias con Cruz-Conde llevaron a González a presentar su dimisión en 1926, siendo reemplazado por Vicente Traver, autor de algunas obras del recinto, entre ellas el casino y el teatro, hoy teatro Lope de Vega.

El 9 de enero de 1920 sufrió un atentado frustrado en su domicilio de la calle Almirante Ulloa, cuando un individuo le disparó dos veces sin alcanzarlo. Pocas semanas después se supo que la acción había sido planeada por cuatro anarquistas del Sindicato de Peones Albañiles.

A lo largo de su trayectoria recibió diversas distinciones: la Gran Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica el 21 de septiembre de 1920, la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII el 17 de febrero de 1922 y, en febrero de 1929, el título de Hijo Predilecto de Sevilla.

Murió en 1929, pocos días antes de cumplir 53 años, en una situación económica precaria y con deudas acumuladas. El periódico El Liberal promovió una colecta para socorrer a su familia, que reunió unas 150.000 pesetas en metálico y materiales de construcción. Entre 1930 y 1932 se levantó una nueva vivienda para su viuda en un solar cedido por el marqués de Esquivel, obra de Juan Talavera y Heredia y José Espiau, situada en el número 14 de la avenida de la Palmera y concebida en estilo regionalista.

La Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 marcó decisivamente su vida y su obra, convirtiéndose en el ámbito donde alcanzó su mayor proyección profesional y su reconocimiento popular. Entre 1913 y 1919 se levantaron tres de los edificios fundamentales del proyecto: el pabellón de la Industria, Manufacturas y Artes Decorativas (actual pabellón Mudéjar), el pabellón de Bellas Artes (conocido como pabellón Renacimiento) y el pabellón Real. Los tres conforman la Plaza de América, un amplio espacio ajardinado articulado en torno a una terraza elevada con estanque y fuente, uno de los ejemplos más representativos del regionalismo sevillano.

Pabellón Mudéjar

Museo Arqueológico

Pabellón Real

Su creación más emblemática fue la Plaza de España, cuya ejecución se prolongó entre 1914 y 1928. El proyecto comprendía tanto la gran plaza semicircular, de 200 metros de diámetro, rodeada por un canal de más de medio kilómetro atravesado por cuatro puentes, como el extenso edificio que la abraza. El conjunto se organiza mediante un cuerpo central, alas laterales y dos torres de setenta y cuatro metros en los extremos. La construcción emplea ladrillo visto, cerámica, hierro forjado, artesonados y mármol labrado, integrando de manera magistral los recursos del historicismo andaluz.

Plaza de España

Plaza de España

Plaza de España

Aunque el estilo neomudéjar se aprecia claramente en muchas de sus obras, el carácter ecléctico de los edificios de González hace que no pueda hablarse de obras estrictamente neomudéjares, al haber mezcla de diversos estilos, incluyendo detalles neogóticos.

Su lenguaje arquitectónico, profundamente enraizado en el regionalismo andaluz, se caracteriza por el uso de materiales locales y por una ornamentación inspirada en la tradición mudéjar, dando lugar a lo que se conoce como regionalismo, y contribuyó a definir lo que entonces se llamó “estilo sevillano”, en el que Aníbal González se identificó plenamente y que lo convirtió en una figura de referencia en toda España.

Aníbal González en la plaza de España

Aníbal González en la plaza de España

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