sábado, 6 de diciembre de 2025

 ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA

Marqués del Duero.

Calle Marqués del Duero (ver)

Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen nació el 3 de abril de 1808 en Córdoba de Tucumán, entonces perteneciente al virreinato del Río de la Plata. Era hijo de Juan Gutiérrez de la Concha, brigadier de la Real Armada, y de Petrona Irigoyen de la Quintana, dama de linaje vasco. Durante los primeros choques entre peninsulares y criollos, su padre fue ejecutado por las fuerzas insurgentes, hecho que marcó profundamente a la familia.

En 1814, su madre regresó a España con sus tres hijos. A los doce años, el 18 de julio de 1820, Manuel inició su carrera militar como cadete en el Primer Regimiento de Reales Guardias de Infantería Española. Su progresión fue rápida: alcanzó el grado de alférez en 1825 y el de teniente al año siguiente. En 1833 ingresó como ayudante en la Guardia Real, y meses después se le confirió el nombramiento de teniente coronel de Infantería.

Retrato del marqués del Duero. Litografía de Vallejo. Estado Mayor General del Ejercito Español. (ver) (CC BY 3.0)


Ese mismo año estalló la Primera Guerra Carlista, a la que se incorporó voluntariamente en el Ejército del Norte, iniciando su trayectoria bélica en la acción de Durango. Su valentía en combate propició sucesivos ascensos: capitán del 4.º Regimiento de la Guardia Real en 1834; teniente coronel mayor tras la toma de Hernani y Urnieta en 1837; coronel de Infantería en 1838, tras distinguirse en Belascoain. A comienzos de 1839 fue promovido a brigadier, resultando herido en Cirauqui, por lo que recibió la Cruz de Comendador de Isabel la Católica. El 8 de abril de 1840 obtuvo el grado de mariscal de campo, como reconocimiento a su actuación en la ocupación del fuerte de Segura y en la toma del castillo de Castellote, siendo nombrado comandante general de Guadalajara, Cuenca y Albacete.

Cuando Espartero apartó de la regencia a María Cristina de Nápoles en octubre de 1840, Gutiérrez de la Concha solicitó licencia del Ejército. Ese mismo año firmó en Bilbao las capitulaciones matrimoniales con María Francisca de Gasca y Tovar, marquesa de Revilla y Aguilares y condesa de Cancelada y Lences.

El 7 de octubre de 1841 participó en la conspiración contra Espartero, en el intento fallido de asalto al Palacio Real, junto a Diego de León y otros oficiales. Fracasada la acción, se exilió a Italia, donde residió cerca de Florencia hasta mayo de 1843, dedicándose, entre otras actividades, al estudio de tácticas militares.

Tras la caída de Espartero, el gobierno de Joaquín María López le ascendió a teniente general y lo designó inspector general de Infantería. Ese mismo año inició también su carrera política, obteniendo acta de diputado por Cádiz en las elecciones de septiembre de 1843.

En enero de 1845 fue nombrado capitán general de Cataluña y jefe del Ejército de esta región, cargo que ocupó hasta su nombramiento como senador vitalicio el 15 de agosto de ese mismo año, según lo previsto en la Constitución recién aprobada.

En 1847, ante la grave inestabilidad política en Portugal, el Gobierno español decidió intervenir enviando tropas al mando de Gutiérrez de la Concha para apoyar a la reina María de la Gloria frente a las pretensiones del conde das Antas. Por esta actuación recibió el título de marqués del Duero, con Grandeza de España.

Volvió de nuevo a las armas en 1874 incorporándose como jefe del ejército del Norte en sustitución de Serrano. Conseguida la pacificación de Cataluña, el Gobierno le elevó a la categoría de capitán general de los Ejércitos nacionales en 1849. Esta vez su estancia en Barcelona sería relativamente larga, puesto que se prolongaría hasta junio de 1851 en que cesó a petición propia.

A finales de la legislatura de 1850 a 1851 fue Vicepresidente del Senado, y a comienzos de enero de 1854, el Gobierno tenía la sospecha de que el marqués del Duero conspiraba para derrocarlo y por ello fue desterrado a Canarias.

En 1858 asumió por primera vez la presidencia del Senado. Poco después, con motivo de la guerra de África, se le confió la jefatura del Primer Ejército, aunque no participó personalmente en el frente, ocupándose de la Junta Consultiva y de otros organismos del Ministerio de la Guerra.

 

Retrato del general español Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, primer marqués de4l Duero. Presidente del Senado de España. (ver) (CC BY 3.0)

Con la proclamación de la Primera República, en febrero de 1873, se reavivó el conflicto carlista en el Norte y Levante. Tras levantar el sitio de Bilbao el 2 de mayo de 1874, se dirigió hacia Estella, centro de operaciones carlistas. Mientras preparaba nuevas acciones, murió el 27 de junio de 1874 en Monte Muru, alcanzado por una bala perdida.

Muerte del marqués del Duero (ver) CC BY 3.0)

A lo largo de su trayectoria recibió numerosas distinciones, entre ellas varias Cruces de San Fernando de 1.ª Clase, la Gran Cruz de Carlos III, la Gran Cruz de Isabel la Católica, el Collar y la Gran Cruz de la Orden Portuguesa de la Torre y la Espada, el Collar del Toisón de Oro, la Gran Cruz de San Hermenegildo y la Legión de Honor. En 1874 se le concedió la Gran Cruz de la Orden Militar de San Fernando, con pensión vitalicia transmisible a sus descendientes.

 

Mausoleo del marqués del Duero. Panteón de Hombres Ilustres. Madrid. (ver) (CC BY 3.0)