domingo, 7 de diciembre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Pintores  

Luis de Vargas.

Calle Luis de Vargas (ver)

Luis de Vargas, se considera que nació en Almendralejo entre 1502 y 1506, y que recibió sus primeras enseñanzas en el arte de la pintura junto a su padre, Juan de Vargas, un artista del que apenas han llegado noticias.

Finalizada su formación inicial, cuando contaba unos veintiún años, decidió ampliar horizontes y viajar a Italia. Se estableció en Roma, donde permaneció aproximadamente entre 1527 y 1534, completando allí su aprendizaje en el entorno de los seguidores directos de Rafael, entre quienes destacó especialmente Perino del Vaga.

En 1534 regresó a Sevilla, donde trabajó hasta 1541. Ese año emprendió un nuevo viaje a Italia y volvió a residir en Roma hasta 1550. De vuelta definitivamente en Sevilla, permaneció en la ciudad al menos hasta 1567, fecha en la que se documenta ya su fallecimiento. 

Luis de Vargas. Francisco Pacheco. Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones. Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano. Madrid. (ver) (CC BY 3.0)

Pacheco lo describió como un hombre modesto y, sobre todo, como un pintor de gran calidad, subrayando que su principal influencia italiana fue la de Pierino del Vaga.

A día de hoy, siguen sin haberse identificado obras suyas pertenecientes a sus años italianos, aunque es probable que algunas se conserven entre los numerosos cuadros anónimos atribuidos al amplio círculo de seguidores de Rafael. Las obras que conocemos con certeza corresponden a su última etapa, desarrollada en Sevilla entre 1550 y 1567.

Catedral de Sevilla

Retablo del Nacimiento de Cristo. Luis de Vargas. 1552-1555. Catedral de Sevilla

Entre ellas destaca el “Nacimiento de Cristo” de la Catedral de Sevilla, fechado entre 1552 y 1555. Además de la escena principal, el banco del retablo incorpora tres composiciones menores con la Anunciación, la Presentación y la Adoración de los Reyes, mientras que los laterales están ocupados por los cuatro evangelistas (Leer más).

Alegoría de la Inmaculada Concepción. Luis de Vargas. 1561. Altar de la Concepción. Catedral de Sevilla

La Catedral de Sevilla acoge, en otra de sus capillas, un segundo e importante conjunto pictórico de Luis de Vargas. Se trata de un retablo conocido tradicionalmente como de la “Genealogía de Cristo”, cuya tabla central representa efectivamente esta iconografía que, sin embargo, en otras ocasiones se denomina “Alegoría de la Inmaculada Concepción”.

También, es vulgarmente conocido como “el cuadro de la Gamba”, llamado así por la pierna de Adán en primer plano–“piu vale la tua gamba che tutto il mio San Cristoforo”-

Según Francisco Pacheco, esta obra debió de haber sido comenzada en 1536 cuando se dota la capilla, aunque debió de interrumpir este encargo con motivo de su segundo viaje a Italia, siendo concluido cuando regresó definitivamente a Sevilla.

El retablo está firmado y fechado por Vargas en 1561 y que se trata de un conjunto excepcional presidido por la pintura de la “Alegoría de la Inmaculada Concepción”, obra para cuya composición Vargas se inspiró en una escena del mismo título, realizada por Vasari en varias ocasiones y cuya primera versión se encuentra en la iglesia de los Santos Apóstoles de Florencia, para donde fue pintada hacia 1540.

Muestra en su parte inferior las figuras de Adán y de Eva, padres de la Humanidad y transmisores del pecado original, a través de las sucesivas generaciones que señala el árbol de Getsé y que llegan hasta la Virgen María. Esta última fue concebida sin el pecado original, concepto que se recoge en una cartela que un ángel sostiene al lado de la Virgen y que recoge una frase del “Cantar de los Cantares” que señala: “Como lirios entre cardos así es mi amada entre las doncellas”.

El conjunto de este retablo se completa con la aparición en la predela del retrato de su donante, el chantre hispalense Juan de Medina, junto con su escudo de armas y una serie de santos representando a la iglesia triunfante. Además, aparecen en los laterales las efigies de San Pedro y San Pablo, y en la parte superior una serie de ángeles músicos

Calvario con donantes. Luis de Vargas.1560. Óleo sobre lienzo. Sacristía de los Cálices. Catedral de Sevilla

También en la catedral de Sevilla se encuentra otra importante obra de Vargas, a pesar de su pequeño tamaño; se trata de una tabla que representa “El Calvario”, en la cual aparece la firma del artista. Aunque no está fechada, por su estilo puede datarse hacia 1560 y en ella el crucificado aparece sobre un fondo de tinieblas con la Virgen y san Juan al pie, a los que acompaña la presencia de un anónimo clérigo que será el donante de la pintura y que está acompañado por san Francisco (Leer más).

El Señor de las Fatigas

Otras pinturas murales vinculadas a la catedral de Sevilla han desaparecido igualmente; así ocurrió con el “Cristo camino del Calvario” que pintó en 1561 en un altar situado en las gradas de la Catedral que dan a la calle de Alemanes, que fue sustituido en el siglo XVIII por una copia, la cual por haber estado al aire libre lo mismo que el original está ya también prácticamente perdida (Leer más).

Las Santas Justa y Rufina. Esquivel, Miguel. 1620. Óleo sobre lienzo. 218,50  x 139,50 cm. Altar de Santa bárbara. Catedral de Sevilla. 

Han desaparecido las pinturas murales que Luis de Vargas realizó en los muros de la Giralda entre 1553 y 1558, aunque una pintura de Miguel de Esquivel (ver) firmada en 1621 y que se conserva en la catedral de Sevilla nos permite adivinar la situación e iconografía de dichas obras.

En el interior de la Catedral y en el arco de ingreso a la capilla del Sagrario estuvieron dos representaciones realizadas por Vargas con el tema de “Daniel en el foso de los leones” y “Elías en el desierto”, que tampoco han llegado hasta nuestros días.

Museo de Arte de Filadelfia

Preparativos de la Crucifixión. Luis de Vargas. 1560. Óleo sobre tabla. Museo de Arte de Filadelfia. (ver) (CC BY 3.0)

En el Museo de Arte de Filadelfia se conserva firmada por Luis de Vargas una interesante pintura que representa “Los preparativos para la Crucifixión”, obra de gran empeño compositivo en la que contrasta la recogida y serena actitud de Cristo, que espera paciente a que sus verdugos terminen de barrenar el madero donde será crucificado, con la agitada movilidad de los soldados, sayones y caballos, que impiden a un grupo de Santos Varones que se acerquen a contemplar la escena. A la derecha, se constata la presencia de un clérigo que será el donante de la pintura y que aparece retratado en actitud orante.

Iglesia de Santa María la Blanca

Retablo de la Piedad de Luis de Vargas. 1564. Iglesia Santa María La Blanca. Sevilla

La última obra de la que queda constancia dentro de la producción de Vargas es el retablo de “La Piedad”, que firmó y fechó en 1564 y que fue realizada para la Iglesia de Santa María la Blanca de Sevilla. En el tema principal de este retablo la Virgen aparece teniendo a Cristo Muerto en su regazo y acompañada de las Marías y de San Juan. Al fondo se abre un dilatado paisaje, sumido en la penumbra y presidido por la orografía del monte Calvario. La iconografía de este retablo se completa con la aparición en sus calles laterales de representaciones de San Juan Bautista y San Francisco (Leer más).

Fundación Rodríguez Acosta de Granada

Juicio Final. Luis de Vargas. Óleo sobre tabla. (ver) (CC BY 3.0)


Cristo Juez se presenta de forma triunfal, entronizado sobre un conjunto de nubes y acompañado por la Virgen, situada a su derecha. Un resplandor dorado lo envuelve, y en él se distinguen dos ángeles portadores de los instrumentos de la Pasión: uno sostiene la cruz y otro la columna junto con una corona de laurel.

A ambos lados, también sobre nubes, se agrupan santos y bienaventurados. Algunos pueden reconocerse por sus atributos —como Santa Catalina, San Pedro, San Andrés, San Esteban o San Lorenzo—, todos ellos ubicados en el lado derecho de la composición.

En el registro inferior aparecen ángeles sin alas que exhiben los libros de la Ley Divina, rotulados como «LEX DONI», mientras otros tocan las trompetas que anuncian el Juicio Final.

La parte baja de la escena muestra, con un realismo impactante, la resurrección de los muertos: los justos son guiados hacia la gloria celestial, mientras que los réprobos son arrastrados por demonios hacia el infierno, representado como un vasto abismo oscuro del que brotan lenguas de fuego.

Museo de Bellas Artes

San Sebastián. Vargas, Luis de. Óleo sobre tabla. 112 x 54 cm. Museo de Bellas Artes. Sala III. Adquisición de la Junta de Andalucía en 2006, para su depósito en el Museo de Bellas Artes de Sevilla 

San Sebastián fue tribuno de la guardia pretoriana de Diocleciano a comienzos del siglo IV.  Sometido a martirio al descubrirse su condición de cristiano, fue condenado a morir a flechazos y, aunque sobrevivió cuidado por Santa Irene, acabó muriendo apaleado y su cuerpo arrojado a la Cloaca Máxima de Roma (Leer mas).

De ahí provienen los atributos que muestra en este lienzo: el arco, las flechas y la cruz, testimonio de su fe. Aparece vestido como oficial del ejército, con coraza y clámide, y no como es más habitual verlo representado, semidesnudo, atado a un árbol y asaetado (Leer más).

La Purificación. Luis de Vargas. Hacia 1560. Óleo sobre tabla. 225 x 153 cm. Museo de Bellas Artes. Sala III. Procedente de la Iglesia de Santa Cruz fue adquirido por la Junta de Andalucía en 1990

La escena representada por Luis de Vargas se inspira en el pasaje del Evangelio según san Lucas (2, 22–40), donde se narra la Presentación del Niño Jesús en el templo: “Cumplidos los días de la purificación conforme a la ley de Moisés, llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor (…) y para ofrecer en sacrificio, según lo prescrito en la Ley del Señor, un par de tórtolas o dos pichones” (Leer más).

El prendimiento de Cristo. Vargas, Luis de. Hacia 1562. Óleo sobre tabla traspasado a lienzo. 67 x 109 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala III. Adquisición de la Junta de Andalucía en 2007

Esta obra representa el momento del prendimiento de Cristo, según el Evangelio de San Juan, cuando describe el inicio de la Pasión de Cristo en el episodio acontecido en el huerto de Getsemaní de Jerusalén. (Leer más)

Aparición de Cristo resucitado a la Virgen. Luis de Vargas. Óleo sobre tabla. 116 x 43 cm. Museo de Bellas Artes. Sala III. Adquisición del Estado en 1928 de la Colección del Deán López Cepero

Se ignora para dónde fue realizada esta pintura, aunque hay motivos suficientes para suponer que formaba parte de un retablo como son su formato alargado y el que forme pareja con "El Niño Jesús hallado en el Templo" (Leer más).