miércoles, 3 de diciembre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas 

San Pedro Mártir.

Calle San Pedro Mártir (ver)

San Pedro de Verona, mártir dominico, nació en esta ciudad lombarda hacia 1205, en el seno de una familia vinculada a la corriente cátara, heredera en el norte de Italia de antiguas ideas maniqueas. Sus parientes pertenecían al grupo popularmente llamado “patarini, aunque esto no impidió que recibiera su primera formación en una escuela católica bajo la guía de un maestro fiel a la doctrina de la Iglesia.

Estudió en la Universidad de Bolonia y, siendo todavía muy joven, en 1221, quedó profundamente impresionado por la predicación de Domingo de Guzmán. Movido por su testimonio, solicitó el ingreso en la Orden de Predicadores y recibió de manos del propio Santo Domingo el hábito dominicano.

Tras completar su formación eclesiástica, fue ordenado sacerdote y enviado a la predicación para contrarrestar la influencia de los “patarini. Dedicó su ministerio a la enseñanza cristiana de los laicos, a la difusión de la devoción mariana y a la fundación de instituciones destinadas a salvaguardar la ortodoxia. Entre 1232 y 1234 predicó intensamente en diversas ciudades del norte de Italia, como Milán y Venecia.

Su reputación como orador, su amplia cultura bíblica y la austeridad de su vida llevaron al papa Inocencio IV a nombrarlo, en 1251, inquisidor de Lombardía y prior del convento de Como.

El 6 de abril de 1252, sábado de Pascua, fue asesinado en el bosque de Barlassina, cerca de Séveso, cuando regresaba de Como a Milán. Tenía 47 años. El agresor, Pietro da Balsamo —conocido como Carino—, lo atacó con un hacha y lo remató con una puñalada. Se creyó que el crimen fue promovido por el obispo hereje Daniele da Giussano y por algunos nobles milaneses, entre ellos Stefano Confalonieri. Abrumado por el remordimiento, el asesino ingresó más tarde en la Orden de los Dominicos.

El cuerpo del mártir fue trasladado a Milán y sepultado en la basílica de San Eustorgio, en un magnífico sepulcro conocido como el Arca de San Pedro Mártir, realizado entre 1335 y 1339 por Giovanni di Balduccio.

Arca de san Pedro Mártir, obra de Giovanni di Balduccio. (CC BY 3.0)

A él se atribuyeron numerosos milagros en vida y todavía más después de su muerte. El papa Inocencio IV lo canonizó el 9 de marzo de 1253, apenas 337 días después del martirio, convirtiéndose así en uno de los santos canonizados con mayor rapidez en la historia de la Iglesia.

Entre 1526 y 1530, Tiziano representó su muerte en un célebre cuadro de altar que dio gran impulso a su fama como pintor. La obra, difundida también en grabado por Martino Rota, se perdió en un incendio en 1867, aunque se conservan algunas copias posteriores, como la atribuida a Johann Carl Loth.

La muerte de san Pedro Mártir, copia de Johann Carl Loth de la obra original de Tiziano, perdida en un incendio en 1867. Basílica de San Juan y San Pablo de Venecia. (CC BY 3.0)

Su festividad se celebra el 29 de abril.

Museo del Prado

San Pedro Mártir. Berruguete, Pedro. 1491-1499.Óleo sobre tabla. 177 x 90 cm. Museo del Prado. Sala 057B. (ver) (CC BY 3.0)

San Pedro mártir en oración. Berruguete. Pedro. 1491-1499. Óleo sobre tabla. 133 x 86 cm. Museo del Prado. Sala 057B, (ver) (CC BY 3.0)

Santa Marta, Santo Domingo y san Pedro Martir. Borrassá, Lluis. 1441-1421. Temple sobre tabla. 200,5 x 126,5 cm. Museo del Prado. Sala 051B (ver) (CC BY 3.0)

Adoración del sepulcro de San Pedro Mártir. Berruguete, Pedro. 1491-1499. Óleo sobre tabla. 131 x 85 cm. Museo del Prado. Sala 057B. (ver) (CC BY 3.0)

Martirio de san Pedro Mártir. Espinosa, Jerónimo Jacinto. Hacia 1650. Óleo sobre lienzo. 199,5 x 104 cm. Museo del Prado. No expuesto. (ver) (CC BY 3.0)