domingo, 14 de septiembre de 2025

 RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen de la Caridad. Iglesia de San Jorge (Hermandad de la Caridad).

Virgen de la Caridad. Anónimo. Comienzos del siglo XVI. Madera tallada, dorada y policromada. Hermandad de la Santa Caridad.

La Virgen de la Caridad es considerada la escultura más antigua de la Hermandad de la Santa Caridad. Su iconografía responde al tipo denominado “Mater Amabilis, que resalta la íntima complicidad entre madre e hijo. No resulta extraño que los temas marianos ocupen un lugar destacado dentro del programa iconográfico de la iglesia, establecido por don Miguel de Mañara, ya que los hermanos de la Santa Caridad habían hecho voto en 1653 de defender el misterio de la Inmaculada Concepción.

Por sus rasgos estilísticos, la imagen se sitúa a finales del siglo XV, con evidentes reminiscencias góticas del norte de Europa, cuya huella fue decisiva en el arte sevillano de la época. La indumentaria, la fisonomía, la proporción corporal y los pliegues angulosos apuntan en esta dirección. La frontalidad de la talla y la esbeltez de sus formas hacen pensar que pudo concebirse originalmente como un relieve en una sola pieza de madera.

En el siglo XVII la escultura fue completamente repolicromada por Juan de Valdés Leal, posiblemente con motivo de su traslado al retablo lateral que le construyó Bernardo Simón de Pineda. Poco después, Pedro Roldán añadió una peana con cabezas de ángeles, realzando aún más su presencia devocional.

Detalle de la peana con cabeza de ángeles

La Virgen sostiene al Niño en su brazo derecho. El pequeño, con gesto confiado y afectuoso, dirige la mirada hacia el rostro de su madre, que se muestra sereno y sobrecogido por el dulce peso de la divinidad que porta, y dulcemente le coge el pie. Los pliegues sencillos de los paños, así como el sobrio estofado, responden al espíritu del siglo XVI.

Detalle de la Virgen y el Niño

Como sucede con todas las obras de arte de esta iglesia, la Virgen de la Caridad trasciende lo meramente estético: es un verdadero icono de caridad. El amor que fluye entre Madre e Hijo se convierte en símbolo y ejemplo de la misericordia que impregna el conjunto artístico del templo. Así, la imagen se erige en representación suprema del amor de Cristo, encarnado en María como acto culminante de misericordia.

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