lunes, 27 de octubre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Virgen con el Niño. Anónimo. Museo de Bellas Artes.

Virgen con el Niño. Anónimo. Círculo del maestro de las Medias Figuras. Hacia 1550. Óleo sobre tabla. Museo de Bellas Artes. Sala II. Donación de Doña Luisa Cortés y Soto en 1981

Aunque registrada como obra anónima, se relaciona con el círculo de un pintor flamenco conocido como el Maestro de las Medias Figuras, cuya identidad sigue siendo motivo de estudio. Se sabe, no obstante, que desarrolló su actividad en los Países Bajos —probablemente en Amberes o Brujas— hacia mediados del siglo XVI.

La pintura puede situarse en torno a 1550, cuando el estilo del maestro aún ejercía notable influencia en los talleres flamencos. Su presencia en el Museo de Bellas Artes de Sevilla testimonia los intensos vínculos comerciales y artísticos que unieron a Flandes con la península ibérica durante el Renacimiento.

Este tipo de composiciones surgió en respuesta a la creciente demanda de arte devocional por parte de una burguesía en ascenso, que buscaba imágenes religiosas para el ámbito doméstico. El Maestro de las Medias Figuras y su taller se especializaron en obras de pequeño formato con representaciones de la Virgen con el Niño o de figuras femeninas a media figura, repitiendo esquemas y modelos con ligeras variaciones para atender la demanda del mercado.

La obra se inscribe en la etapa final del Renacimiento flamenco. Aunque receptivo a las influencias italianas, el arte de Flandes mantuvo rasgos propios: minuciosa atención a la naturaleza, gusto por el detalle y un cromatismo rico e intenso que confieren a sus pinturas un carácter inconfundible.

Detalle sin marco

La representación de la Virgen con el Niño constituye uno de los temas más frecuentes del arte religioso, abordado por innumerables artistas a lo largo de los siglos como símbolo de la unión maternal entre María y Jesús. En estas composiciones se entrelazan la ternura humana y el profundo sentido teológico del misterio cristiano, evocando la futura Pasión de Cristo y el papel redentor de la Virgen.

En esta obra, la Virgen aparece en actitud recogida y serena, sosteniendo al Niño Jesús con delicadeza. El formato a media figura, característico del círculo del Maestro de las Medias Figuras, crea una sensación de proximidad que invita al espectador al recogimiento y a la contemplación devota.

Es probable que la pintura estuviera destinada a un oratorio o a un espacio doméstico de oración más que a un templo, lo que explicaría su escala reducida y su tono íntimo. A través de la composición y del gesto afectuoso entre madre e hijo, la obra transmite un mensaje de fe y ternura, subrayando la dimensión humana y espiritual de la maternidad sagrada.

Detalle de los rostros

En el primer plano, los frutos, enriquecen la escena, a modo de bodegón, y remiten a significados emblemáticos: los frutos, por ejemplo, pueden aludir a la manzana de Eva y a las uvas de la Eucaristía y  Pasión de Cristo.

Detalle del bodegón

No hay comentarios:

Publicar un comentario