RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires
Santa Justa y Rufina.
Justa y Rufina eran dos hermanas que vivían la Híspalis de finales del siglo III, bajo el dominio Romano, con Probo como Emperador y Diogeniano como Prefecto.
Justa nació en el año 268 y Rufina en el 270.
Pertenecían a una modesta familia de cristianos clandestinos, que se dedicaban al oficio de la alfarería, en el actual emplazamiento del barrio de Triana.
Eran de gran
generosidad y ayudaban a sus vecinos necesitados y a la enseñanza del
Evangelio.
En el mes de julio se
celebraban “Las fiestas de Venus”, en las que se rememoraba la muerte de Adonis.
Un cortejo presidido por unas parihuelas portaba una imagen de la diosa Salambó,
de origen babilónico, equivalente a Venus.
Se pedía limosnas para
los ídolos paganos y al pasar el cortejo por el taller de las hermanas, estas
se negaron a dar dicha limosna, por tratarse de un rito pagano contrario a su fe
cristina
Algunos de los paganos celebrantes,
en respuesta, rompieron piezas cerámicas de la tienda y las hermanas empujaron
las parihuelas con lo que se rompió el ídolo o imagen de la diosa Salambó.
El Prefecto se Sevilla,
Diogeniano, mando encarcelarlas para que renegaran de la fe cristiana, pero las
hermanas se negaron y fueron torturadas, con el potro o con garfios de hierro o
privándolas de comida y bebida.
Según la tradición, estas
mazmorras coinciden con las galerías subterráneas del Colegio Salesiano de la Santísima
Trinidad, llamadas “Sagradas Cárceles”, donde se conserva una columna de mármol, con una cruz tallada de unos 19 cm., que habrían hecho las hermanas, con sus
uñas, durante su encarcelamiento.
Dado que no renunciaban a
su fe, se las castigó a ir caminando descalzas hasta la Sierra Morena, y al
conseguir sobrevivir fueron nuevamente encarceladas hasta morir.
Justa muere el 17 de
julio del año 287 y su cuerpo fue arrojado a un pozo, de donde lo recogió
posteriormente el obispo Sabino, para darle cristiana sepultura.
Dado que Rufina se mantuvo firme, sin renegar de sus creencias cristianas, Diogeniano ordenó que fuera conducida al anfiteatro para ser devorada por un león, pero este se limitó a lamer sus vestiduras y el Prefecto, finalmente, la mandó decapitar y quemar su cuerpo.
El obispo Sabino recogió sus restos y los enterró junto a los
de su hermana en el año 287, en el cementerio de los cristianos, que en Sevilla
coincidía con el actual Convento de los Capuchinos de la Ronda, cuyo cenobio
sigue manteniendo la titularidad de las santas.
Por su defensa de la religión cristiana, hasta su muerte cruenta, fueron objeto de la devoción popular y se las consideró santas.
Durante la época visigoda, su culto se extendió por Sevilla donde tuvieron basílica y San Isidoro escribió un himno en su honor.
El culto fue acrecentándose por la Bética como atestiguan las
inscripciones, los oficios de los libros litúrgicos, los calendarios mozárabes y
los templos y altares que se le fueron dedicando a lo largo de los tiempos, entre
los que destaca el templo mozárabe de santa Justa en Toledo, levantado por los cristianos cordobeses
perseguidos durante la ocupación musulmana, que se exiliaron a Toledo, y la
iglesia y monasterio levantados sobre las cárceles de su martirio por el rey
Fernando III el Santo.
Sus restos enterrados por el obispo Sabino en el cementerio cristiano de Sevilla, se trasladaron a la iglesia de san Jorge de Alcalá de los Gazules, junto con los restos de los Santos patronos de Cádiz.
En el siglo XVIII, se llevaron a la iglesia de las Santas
Justa y Rufina de Maluenda, que conserva dos reliquias, una parte de la canilla
del brazo de santa Justa y una porción de la cabeza de santa Rufina.
Fueron elegidas como
patronas del gremio de los olleros (ceramistas) cuando este se fundó en Triana
en 1589.
Son copatronas de Sevilla y también patronas de Manises, Orihuela, Payo de Ojeda, Maluenda y Huete.
En Francia son patronas de los alfareros en Montauban, y la iglesia de Prats de Molló está bajo su advocación.
Su fiesta litúrgica se celebra en la Catedral de Sevilla el 17 de julio y participan en la procesión del Corpus Christie como el segundo de los pasos, en una escultura de Pedro Duque y Cornejo de 1728, procedente de la Iglesia Colegial del Divino Salvador.
La iconografía las representan a los lados o abrazando a la Giralda, porque la tradición mantiene que así protegieron la caída de la Catedral durante el terremoto de Carmona de 1504.
También se representa portando palmas como símbolo del martirio y con objetos de barro por su profesión de alfareras.
A veces se representa con el león lamiendo a Santa Rufina
o con instrumentos de tortura.
Iglesia de santa Ana de Sevilla. Maestro
de Maguer. Escuela de Alejo Fernández. 1515.
Capilla de santa Justa y Rufina. Iglesia de santa Ana. Sevilla. Del segundo cuarto del siglo XVII, representa a las hermanas alfareras de Triana sosteniendo la Giralda por el terremoto de Carmona de 1504. El retablo esta flanqueado por San Francisco de Paula y Santa Teresa de Jesús
Catedral de Sevilla. Retablo de la
capilla de los Evangelistas. Hernando de Esturmio. 1555.
Catedral de Sevilla. Miguel de Esquivel.
1620
Catedral de Sevilla. Miguel de Esquivel. 1620
Catedral de Sevilla. Pedro Duque
Cornejo. 1728.
Altar de santa Justa y Rufina. Fue fundado en 1622 por los
Caballeros Bécquer, cuyo escudo figura en la reja que cierra la capilla. En el
altar figuran las esculturas de las Santas titulares flanqueando a la Giralda.
Estas esculturas proceden de la iglesia del Salvador de Sevilla y fueron
realizadas por Pedro Duque Cornejo en 1728
Catedral de Sevilla. Capilla de los Cálices.
Goya. 1817.
Santas Justa y Rufina. Francisco de Goya. 1817. Capilla de los Cálices. Catedral de Sevilla
Catedral de Sevilla. Capilla de san
Antonio de Padua. Vidriera de Juan Bautista León. 1685
Catedral de Sevilla. Capilla de san Antonio de Padua. Vidriera de Juan Bautista León. 1685
Catedral de Sevilla. Puerta de la Sacristía Mayor
Santa Justa y Rufina. Diego Guillén. 1547-1549. Puerta de la Sacristía Mayor de la Catedral
Iglesia del Divino Salvador de Sevilla. Jerónimo
Hernández. 1586
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Cerámica
de Hernando de valladares. 1600.
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Cerámica de Hernando de Valladares. 1600.
Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Murillo. 1665-66.
Museo de Bellas Artes de Sevilla. Murillo. 1665-66.
Ayuntamiento de Sevilla. Juan de
Espinal. 1760
Santa Justa y Rufina. Juan de Espinal. 1760.Óleo sobre lienzo. 1,68 x 2, 75 m. Ayuntamiento de Sevilla
Museo del Romanticismo. Antonio María
Esquivel. 1844
Museo del Romanticismo. Antonio María Esquivel. 1844
Focus-Abengoa. Velázquez. 1629-1632
Focus-Abengoa. Velázquez. 1629-1632
Meadows Museum. Murillo. 1665
National Gallery of Ireland. Zurbaran.
1635-1640.
National Gallery of Ireland. Zurbaran. 1635-1640.
Fitzwilliam Museum. Cambridge. Taller de
Zurbaran.
Fitzwilliam Museum. Cambridge. Taller de Zurbaran.
Colección particular. Pacheco. 1616-18
Colección particular. Pacheco. 1616-18
José Gutiérrez de la Vega. 1846
En la nave de la epístola, un
retablo es de estilo barroco que consta de un solo cuerpo y remate, fechándose
hacia 1760. En el centro se sitúa un lienzo de mediados del siglo XVIII de San
José con el Niño. Y en los laterales figuran dos lienzos de
Santa Justa y Rufina, realizados en 1605 por Vasco Pereira.
Muy interesantes tus últimas historias. Impresionante la galería pictórica y escultórica sobre Justa y Rufina y su ruta por la ciudad. Tus narraciones se han convertido ya en una estpenda lectura de verano.
ResponderEliminar! Gracias y un abrazo!
David
ResponderEliminarMagnífico resumen pictórico y excelente complemento literario. Dejo a un lado a MENA y abrazo al amigo Andrés para que nos siga suministrando historias de esta Sevilla mágica.
ResponderEliminarExtraordinaria exposición de la historia de estas santas, tan entrañables para los sevillanos. Tiene mucho mérito tu trabajo de recopilación de tantas obras de arte inspiradas en ellas. Felicidades primo Andrés
ResponderEliminarAndres espectacular muestrario el que noscofrece
ResponderEliminarMe ha encantado el detalle de la capilla sacramental de Santa Catalina. Verla aislada del conjunto la revaloriza.
ResponderEliminarPablo