ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS DE LAS CALLES DE SEVILLA
Antonio Muñoz León y la batalla del Barranco del Lobo.
Desde abril a agosto de 1898, España entró en conflicto bélico con Estados Unidos en la guerra de la Independencia cubana.
La derrota de España supuso la pérdida de sus últimas provincias de ultramar dando lugar en España a la expresión “Desastre del 98”.
España perdió Cuba,
(que quedó bajo la tutela de Estados Unidos), Puerto Rico, Filipinas y Guam
(que pasaron a ser dependencias territoriales de Estados Unidos). El resto de
posesiones españolas del Pacifico fueron vendidas al imperio alemán, las
Marianas, Las Palaos y las Carolinas.
A comienzos del siglo xx el gobierno español decide ejercer en
Marruecos una influencia que devolviera al país el prestigio perdido, como
consecuencia del Desastre de 1898.
A este fin se adhiere a la Declaración de
Londres de 1904, que asigna a España la misión de facilitar ayuda a
Marruecos, para llevar a cabo las reformas militares, económicas y
administrativas que necesitaba.
En esta época el control de las “cabilas”
(tribus de Bereberes) que circundaban Melilla estaba en manos de un
pretendiente al trono de Marruecos, que afirmaba ser el hermano del sultán
Abdal-Aziz de Marruecos, conocido como Bu Hamara (el de la burra), por lo
que una compañía española y una francesa negociaron con él la explotación
de los yacimientos mineros.
Pero esta negociación fue considerada como
una traición por las cabilas que apoyaban a Bu Hamara, y el 8 de agosto de 1908
atacaron las explotaciones, sin causar víctimas, y Bu Hamara fue apresado y
enviado a Fez, donde moriría encarcelado por el sultán.
El general Marina, comandante general de
Melilla, solicitó refuerzos al gobierno para poder seguir protegiendo a las
explotaciones mineras. Ante la negativa gubernamental Marina ordenó una
expedición por estas cabilas, y consiguió la captura de seis agitadores que fueron conducidos presos a Melilla.
Soldados españoles
durante la guerra en el Rif. / Archivo (CC BY 3-0)
Pero
estas detenciones provocaron un ataque de los rifeños en Sidi Musa, el 9 de julio
de 1909, con la muerte de cinco mineros.
El gobierno, presidido por Maura, decreta el 10 de
julio la movilización de tres brigadas mixtas de Cazadores, formadas en su
mayor parte por reservistas de las quintas de 1903 y 1904, lo que provoca
disturbios en Madrid y en Barcelona, donde se producen los sucesos conocidos
como Semana Trágica.
El 26 de julio se reciben noticias a través
de confidentes rifeños sobre la preparación de un potente ataque rebelde. Por
lo que el general Marina, ya teniente general y comandante del Ejército de
Melilla, dispone que la brigada de Cazadores de Madrid, mandada por el general
Guillermo Pintos Ledesma, vigile la zona del barranco del Lobo y el de Alfer,
situados en las estribaciones del monte Gurugú.
En el Barranco del Lobo los españoles
sufrieron una emboscada que originó más de 100 muertos, entre ellos el general
Pintos, y casi 600 heridos.
Los restos
mortales de los fallecidos se encuentran en el Panteón de los Héroes del
Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla.
Aspecto actual
del barranco del Lobo con Melilla al fondo.(CC BY 3-0)
Uno de los protagonistas de esta batalla sería D. Antonio Muñoz León, que da nombre a la calle de la ronda histórica (ver).
Nacido en Sevilla
el 31 de julio de 1890, había obtenido su despacho de 2º teniente el 13 de
julio de 1908, y se estaba preparando para ingresar en la Escuela Superior de
Guerra
Su primer y único destino, fue el Batallón de Cazadores de Llerena y
junto a ellos, marchó al Barranco del Lobo el 27 de julio de 1909, donde
resultó gravemente herido en combate.
Tomás García Figueras, en su libro “Héroes
sevillanos en la Campaña del Rif”, cuenta la siguiente anécdota del joven
oficial: “…Cayó Muñoz León y su capitán se volvió a él diciéndole: ¿Qué pasa
Muñoz? Que me han echao las tripas fuera, por lo demás no pasa nada…”
Fue evacuado al hospital de Melilla, donde murió el 29 de julio de 1909 a consecuencia de las heridas recibidas.
El 18 de agosto de ese mismo año, fue ascendido a primer teniente por méritos de guerra a título póstumo.
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