martes, 9 de julio de 2024

ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS DE LAS CALLES DE SEVILLA

Antonio Muñoz León y la batalla del Barranco del Lobo.

Calle Muñoz León (ver)

Desde abril a agosto de 1898, España entró en conflicto bélico con Estados Unidos en la guerra de la Independencia cubana. 

La derrota de España supuso la pérdida de sus últimas provincias de ultramar dando lugar en España a la expresión “Desastre del 98”. ​ 

España perdió Cuba, (que quedó bajo la tutela de Estados Unidos), Puerto Rico, Filipinas y Guam (que pasaron a ser dependencias territoriales de Estados Unidos). El resto de posesiones españolas del Pacifico fueron vendidas al imperio alemán, las Marianas, Las Palaos y las Carolinas. 

Los últimos de Filipinas, fotografiados el 2 de septiembre de 1899 en el patio del cuartel Jaime I de Barcelona (actualmente uno de los campus de la Universidad Pompeu Fabra) a su llegada a la península. (CC BY 3.0)

A comienzos del siglo xx el gobierno español decide ejercer en Marruecos una influencia que devolviera al país el prestigio perdido, como consecuencia del Desastre de 1898.

A este fin se adhiere a la Declaración de Londres de 1904, que asigna a España la misión de facilitar ayuda a Marruecos, para llevar a cabo las reformas militares, económicas y administrativas que necesitaba.

En esta época el control de las “cabilas” (tribus de Bereberes) que circundaban Melilla estaba en manos de un pretendiente al trono de Marruecos, que afirmaba ser el hermano del sultán Abdal-Aziz de Marruecos, conocido como Bu Hamara (el de la burra), por lo que una compañía española y una francesa negociaron con él la explotación de los yacimientos mineros.

Pero esta negociación fue considerada como una traición por las cabilas que apoyaban a Bu Hamara, y el 8 de agosto de 1908 atacaron las explotaciones, sin causar víctimas, y Bu Hamara fue apresado y enviado a Fez, donde moriría encarcelado por el sultán.

El general Marina, comandante general de Melilla, solicitó refuerzos al gobierno para poder seguir protegiendo a las explotaciones mineras. Ante la negativa gubernamental Marina ordenó una expedición por estas cabilas, y consiguió la captura de seis agitadores que fueron conducidos presos a Melilla.

Soldados españoles durante la guerra en el Rif. / Archivo (CC BY 3-0)

Pero estas detenciones provocaron un ataque de los rifeños en Sidi Musa, el 9 de julio de 1909, con la muerte de cinco mineros. 

El gobierno, presidido por Maura, decreta el 10 de julio la movilización de tres brigadas mixtas de Cazadores, formadas en su mayor parte por reservistas de las quintas de 1903 y 1904, lo que provoca disturbios en Madrid y en Barcelona, donde se producen los sucesos conocidos como Semana Trágica.

El 26 de julio se reciben noticias a través de confidentes rifeños sobre la preparación de un potente ataque rebelde. Por lo que el general Marina, ya teniente general y comandante del Ejército de Melilla, dispone que la brigada de Cazadores de Madrid, mandada por el general Guillermo Pintos Ledesma, vigile la zona del barranco del Lobo y el de Alfer, situados en las estribaciones del monte Gurugú.

Las tropas del general Pintos avanzando por las verticales del Gurugú, con objeto de desalojar al enemigo de sus posiciones, en el Barranco del Lobo, en el combate del día 27 de Julio de 1909. (CC BY 3-0)

En el Barranco del Lobo los españoles sufrieron una emboscada que originó más de 100 muertos, entre ellos el general Pintos, y casi 600 heridos.

Los restos mortales de los fallecidos se encuentran en el Panteón de los Héroes del Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla.

Aspecto actual del barranco del Lobo con Melilla al fondo.(CC BY 3-0)

Uno de los protagonistas de esta batalla sería D. Antonio Muñoz León, que da nombre a la calle de la ronda histórica (ver)

Nacido en Sevilla el 31 de julio de 1890, había obtenido su despacho de 2º teniente el 13 de julio de 1908, y se estaba preparando para ingresar en la Escuela Superior de Guerra

Su primer y único destino, fue el Batallón de Cazadores de Llerena y junto a ellos, marchó al Barranco del Lobo el 27 de julio de 1909, donde resultó gravemente herido en combate.

Tomás García Figueras, en su libro “Héroes sevillanos en la Campaña del Rif”, cuenta la siguiente anécdota del joven oficial: “…Cayó Muñoz León y su capitán se volvió a él diciéndole: ¿Qué pasa Muñoz? Que me han echao las tripas fuera, por lo demás no pasa nada…”

Fue evacuado al hospital de Melilla, donde murió el 29 de julio de 1909 a consecuencia de las heridas recibidas. 

El 18 de agosto de ese mismo año, fue ascendido a primer teniente por méritos de guerra a título póstumo.

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