RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Virgen con el Niño. Roque de Balduque. Museo de Bellas Artes.
Virgen
con Niño. Roque de Balduque. Hacia 1550. Museo de Bellas Artes. Sala II.
Donación de Don Rafael González Abreu de 1928
El análisis
estilístico de esta escultura, comparada con otras obras de Roque de Balduque,
permite reconocer los rasgos característicos del maestro, especialmente en el
tratamiento de los pliegues de las vestimentas.
La imagen
representa la Maternidad Divina, una iconografía de raíz gótica que alcanzó
gran difusión durante el siglo XVI.
La figura
combina la elegancia y el equilibrio del Renacimiento con una cierta melancolía
expresiva, propia de la sensibilidad flamenca.
Detalle del rostro de la Virgen
La Virgen
sostiene al Niño en su brazo izquierdo, envuelto en un paño que permite a la
madre sujetarlo con respeto y ternura. El Niño aparece desnudo y sostiene en su
mano derecha una esfera, símbolo del mundo, que en su origen debió de estar
coronada por una cruz, aludiendo a la redención del hombre mediante la
crucifixión.
Detalle del rostro del Niño
Detalle de las manos de la Virgen con el pie del Niño
María viste una
túnica larga hasta los pies, de escote en pico ajustado al cuello, ceñida por
encima de la cintura con una faja anudada en el centro. El manto cubre su
cabeza y cae con pliegues muy marcados, recurso frecuente en la obra mariana de
Balduque. Por el lado derecho, el manto se recoge sobre el brazo, creando un
juego de pliegues que descienden verticalmente. Lleva además un velo que cae
hacia delante, elemento habitual en las representaciones de la Virgen del siglo
XVI, tanto en escultura como en pintura.
La policromía
muestra un rico estofado con motivos vegetales característicos del siglo XVI:
círculos en la túnica y óvalos en el manto. En las orlas se combinan las
técnicas del estofado y el punzonado. La parte superior de la imagen está
ahuecada y sin tallar; conserva unos clavos de forja originales que
probablemente servían para fijarla en el retablo donde se encontraba.
Destaca además
la presencia de una media luna a los pies y un pequeño sagrario en el pecho,
elementos de singular simbolismo.
Por la
disposición dinámica de las vestiduras, la pierna flexionada que rompe la
frontalidad y el movimiento de los paños, esta escultura puede incluirse dentro
del segundo grupo de imágenes marianas de Balduque, según la clasificación de
Hernández Díaz, caracterizado por composiciones más vivas. En este conjunto se
integran obras como la Virgen de la Granada de San Lorenzo (ver) o la
desaparecida imagen del mismo título de San Román.
El
rostro de la Virgen, de forma ovalada, con ojos almendrados, cejas suaves,
nariz recta y boca pequeña, guarda gran semejanza con los de la Virgen de la
Cabeza y la Virgen de la Misericordia, en las que los rasgos originales del
escultor se han conservado intactos. También las manos, de dedos finos y
alargados, son típicas del estilo de Balduque.
Por último, los estofados y los motivos ornamentales presentan una estrecha relación con los del grupo escultórico de “Santa Ana, la Virgen y el Niño”, conservado en Alcalá del Río, igualmente atribuido al maestro flamenco.
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