domingo, 21 de septiembre de 2025

 RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Pancracio.

La narración sobre la vida y martirio de San Pancracio es tardía, probablemente del siglo VI, y por ello tiene un carácter legendario.

Nació hacia el año 290 en Frigia (Asia Menor), en el seno de una familia pagana y acomodada. Quedó huérfano siendo aún niño y pasó bajo la tutela de su tío Dionisio. Ambos se trasladaron a Roma y se establecieron en el monte Celio, donde se encontraba refugiado el papa Cornelio. Allí Pancracio conoció el Evangelio, recibió el bautismo y, poco después, quedó solo tras la muerte de su tío.

Durante la persecución de Diocleciano fue denunciado como cristiano y conducido ante las autoridades. Se le exigió ofrecer sacrificios a los dioses, pero se mantuvo firme en su fe en Cristo. Los jueces se sorprendieron de su valor, pues apenas contaba catorce años. Finalmente fue condenado a muerte y decapitado hacia el año 304 en la vía Aurelia.

Una mujer llamada Octavila recogió su cuerpo y lo sepultó en un cementerio de la zona, donde más tarde se levantó la basílica que lleva su nombre. Un siglo después, San Gregorio Magno predicó allí una homilía con ocasión de su natalicio. Desde el siglo VI, gracias a la difusión de sus reliquias, su culto se propagó rápidamente, siendo incluido en todos los martirologios. En España, aunque no se conoció su pasión en época visigótica, sí aparecía su nombre en algunos calendarios mozárabes.

San Pancracio suele ser representado como un joven vestido con túnica romana y un libro abierto en la mano, con la inscripción latina: Venite ad me; et ego dabo vobis omnia bona (“Venid a mí y os daré toda clase de bienes”), inspirada en el Génesis (45,18). Esta expresión evoca inevitablemente las palabras de Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré» (Mt 11,28).

Con el tiempo fue considerado patrono de los pobres, de la buena fortuna y de los juegos de azar. La devoción popular lo presenta con una rama de perejil o una moneda en la mano, símbolos de abundancia y prosperidad. Su fama se acrecentó en 1982, cuando la administración de lotería de la calle San Sebastián, en Madrid, bajo la protección de su imagen, repartió en exclusiva el Gordo con el número 21515.

El testimonio de San Pancracio anima a quienes han experimentado la soledad y lo propone como modelo para los jóvenes: un muchacho que conoció a Cristo y lo colocó en el centro de su vida.

Iglesia de San Gregorio

Altar de san Pancracio

Detalle de san Pancracio

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