sábado, 20 de septiembre de 2025

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Pedro Pascual.

Pedro Pascual nació hacia el año 1227, en el seno de una familia mozárabe establecida en Valencia, cerca de lo que hoy se conoce como el “Portal de Valldigna”. Sus padres, que hasta entonces habían sufrido la esterilidad, lo concibieron tras encomendarse a san Pedro Nolasco, fundador de la Orden de la Merced, en cuyo honor recibió el nombre de Pedro.

En aquel tiempo, Valencia se hallaba bajo dominio almohade. La élite gobernante estaba integrada por musulmanes de origen árabe y por descendientes de antiguos cristianos convertidos al islam. Los cristianos vivían en condición de inferioridad, aunque la familia de Pedro, a pesar de las dificultades, logró redimir esclavos cautivos. Uno de ellos, sacerdote formado en la Universidad de París, se convirtió en tutor del joven Pedro e influyó decisivamente en su formación espiritual y académica.

Tras la conquista de Valencia por Jaime I de Aragón, Pedro viajó a París para continuar sus estudios de Filosofía y Teología, y allí recibió la ordenación sacerdotal en 1249. De regreso a España, en 1250 fue nombrado canónigo de la catedral de Valencia. Movido por su vocación de servicio, ingresó en la Orden de la Merced, recibiendo el hábito de manos de fray Arnaldo de Carcasona. Poco después fue designado preceptor del infante don Sancho, hijo de Jaime I, quien, en 1266, con apenas dieciséis años, fue nombrado arzobispo de Toledo, cargo en el que Pedro Pascual le acompañó como consejero y asistente.

Su fama de predicador se extendió pronto por España, Portugal e Italia, donde anunció el Evangelio con celo y claridad. En 1262, a petición de don Sancho, el papa Urbano IV lo nombró obispo de Granada, diócesis entonces todavía en territorio musulmán, misión que aceptó con humildad y en la que fundó el convento de Santa Catalina. Más tarde, el 13 de febrero de 1296, fue designado obispo de Jaén, recibiendo la consagración episcopal en Roma, el 27 de febrero de ese mismo año, de manos del cardenal franciscano Mateo de Aquasparta, obispo de Oporto.

Durante una visita pastoral, el 20 de febrero de 1297, cayó prisionero en una incursión dirigida por Muhammad II, emir de Granada. Aunque la Iglesia de Jaén, la Orden de la Merced y varios obispos reunieron el dinero para rescatarlo, Pedro Pascual destinó aquellos fondos a liberar a otros cautivos más pobres, eligiendo permanecer en prisión.

En su cautiverio escribió diversos tratados espirituales y apologéticos, en los que defendía la fe cristiana y refutaba las objeciones de musulmanes y judíos. Su firmeza irritó a sus captores, que lo condenaron a muerte. Fue decapitado el 6 de diciembre de 1300 y enterrado en la prisión, en un lugar conocido como “de los mártires”.

Con el paso del tiempo, probablemente hacia finales del siglo XVI o comienzos del XVII, sus reliquias fueron trasladadas a la Catedral de Baeza, donde se veneran en una urna recubierta de damasco rojo, situada en el altar mayor. Según una piadosa tradición, al disputarse Jaén y Baeza la custodia de sus restos, se decidió ponerlos sobre un burro en un cruce de caminos, dejando que el animal escogiera la ruta. El jumento se encaminó hacia Baeza, y allí reposa hasta hoy el cuerpo del santo obispo y mártir.

Museo de Bellas Artes

San Pedro Pascual. Zurbarán, Francisco de. Hacia 1630. Óleo sobre lienzo 1'94 x 1'10 m. Procedente de la Biblioteca del Convento de la Merced, de Sevilla, tras la Desamortización en 1840.

Aparece el Santo de cuerpo entero, barbado, vestido con hábito blanco en claro contraste con el fondo oscuro. Alza la mirada hacia el ángulo superior derecho donde un ángel, que aparece en rompimiento de gloria, le ofrece la corona y la palma de martirio. En el cuello muestra un cuchillo, así mismo como símbolo de su martirio. Entre sus manos sostiene un libro, mientras escribe con una pluma que sostiene con su mano derecha. A la derecha del santo vemos una mesa cubierta con tapete verde en la que se disponen la mitra y un tintero. 

Museo del Prado

San Pedro Pascual. Solís, Francisco de. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 220 x 144 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución. (ver) (CC BY 3.0)

Un religioso mercedario predicando a cardenales y obispos. Anónima. Siglo XVII. Óleo sobre lienzo. 207 x 167 cm. Museo del Prado. Deposito en otra Institución. (ver) (CC BY 3.0)

La reunión de cinco cardenales y cuatro doctores, sentados en dos bancos paralelos para escuchar la palabra del mercedario, no deja de ser muy atrevida. Colocados la mitad de los oyentes de espaldas esta circunstancia le permite al autor una serie de violentos contraluces y un lenguaje de gestos que dinamizan fuertemente la escena presidida por el ímpetu de las teorías del predicador.

Iglesia de san Gregorio

San Pedro Pascual

Detalle de San Pedro Pascual

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