sábado, 15 de noviembre de 2025

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Calle Julio Cesar.

Calle Julio Cesar

Calle Julio Cesar

De la confluencia de san Pablo y santas Patronas a la de Canalejas y Marques de Paradas

La zona que, según Álvarez-Benavides, se llamó en el pasado barrio de San Rafael, era conocida en la primera mitad del s. XIX como acera del Cuartel de Milicias o simplemente Cuartel de Milicias, por el establecimiento militar allí situado.

En 1859 la calle resultante de varios derribos se rotuló con el nombre de Julio César (100-44 a.C), en recuerdo del político y gobernante romano que, como dice el documento municipal que justifica el topónimo, “según la tradición cercó a Sevilla de murallas y torres altas”.

Según Álvarez-Benavides, en algún momento se conoció con el nombre de Marcial.

La calle se formó en la década de los 50 del siglo XIX, en la amplia zona sin urbanizar conocida como las “afueras de la Puerta de Triana”, y discurría, por tanto, a espaldas de la muralla, que la separaba de Gravina.

Su trazado se consolida tras el importante proyecto urbanístico del arquitecto Balbino Marrón (1859), que reordena todo el amplio sector situado entre las puertas de Triana y Real.

Desde su formación, pues, Julio César tuvo un trazado rectilíneo y se concibió como arrecife o paseo con arbolado. Es bastante ancha y por la izquierda desemboca en ella Albuera.

En 1874 se colocan verjas en algunos puntos para cerrar el paso a los “callejones estrechos de avenidas a sus fincas” pues hasta las décadas de los 70 y 80 no se trazaron las calles situadas entre Marqués de Paradas y Arjona. Y en 1876 se mandan derribar trozos de muralla que obstaculizaban la linealidad de la calle en dirección a la antigua Puerta Real.

Su caserío es variado. Se conservan varios edificios de principios de siglo XX, de tres plantas; pero el resto son viviendas de seis, con amplias terrazas, construidas en los años 50 y 60. En la acera derecha, en las inmediaciones de Canalejas, estaba situado el antiguo Cuartel de Milicias, un edificio del s. XVII, demolido a comienzos del siglo XX para posibilitar la prolongación de aquella vía.

En el s. XIX abundaban los almacenes, como recuerdo de su antigua situación extramuros. El derribo de las murallas y puertas, sobre todo la de Triana, situada en la confluencia con Reyes Católicos y Santas Patronas, y la construcción en la misma década de 1850 de la estación férrea dieron a la calle amplitud e importancia. En la actualidad cumple funciones preferentemente residenciales.

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