AREA MUSEO
Calle Pedro del Toro.
De Bailen a
Márquez de Paradas.
Al menos desde
principios del s. XV hay constancia documental de este espacio, conocido ya con
el nombre que ininterrumpidamente ha mantenido hasta hoy: Pedro de Toro hasta
casi mediados del XVIII y Pedro del Toro en lo sucesivo. Aunque no se conocen
otros datos sobre el personaje, ya el historiador Peraza lo identifica como un
caballero leonés que participó junto a Fernando III en la conquista de Sevilla.
En el pasado la calle era más corta pues concluía en la antigua Cantarranas
(Gravina), que discurría paralela a la muralla.
Ya en 1858 una
gacetilla del periódico La Andalucía anuncia la idea municipal de ampliar la
calle: "Frente a la de Pedro del Toro se trata de abrir una comunicación
al exterior del recinto, adquiriendo una casa y practicando en su espacio la
nueva puerta. Uno de los motivos porque nos agrada semejante proyecto es por
abrir nueva brecha a esas murallas, que cual las de Barcelona y Valencia, desearíamos
ver abatidas" (7-VIII-1858).
En efecto, la
ordenación urbanística de la zona de Marqués de Paradas, en torno a la estación
de plaza de Armas, hace que en 1889 se redacte el proyecto de prolongación de
Pedro del Toro, cuyo tramo final, entre Gravina y Marqués de Paradas, es enteramente
nuevo.
En 1900 se
acordó integrarlo en el topónimo tradicional. En las mismas fechas se traza
Fray Diego de Deza, que desemboca en su final, en la acera de los pares.
Es relativamente
estrecha y discurre describiendo una ligera curvatura en su zona central. A la
altura del cruce con Gravina forma una especie de codo que rompe su relativa rectitud.
El tramo final sube en marcada pendiente hacia Marqués de Paradas.
Otra curiosa
noticia de 1856 habla del insoportable olor del cieno depositado en la calle
por una de las frecuentes riadas que toda esta zona padecía.
Su caserío es interesante
y variado, con predominio de casas tradicionales sevillanas de tres plantas.
Hay ejemplares de los siglos XVIII, XIX y principios del XX, alternando con
alguna construcción moderna muy discordante con la tipología general de la
calle, como sucede con el edificio de estructura de hormigón de la esquina con
Gravina, obra del arquitecto José Ramón Sierra.
Según refiere Joaquín
Romero Murube en su libro “Los cielos que perdimos”, en Pedro del Toro estuvo
situado el colegio al que asistió el poeta Luis Cernuda en su niñez (Diccionario Histórico de las Calles de Sevilla).
Casa número
2





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