viernes, 26 de diciembre de 2025

AREA DE SANTA CRUZ

Hermandad de Nuestra Señora de la Paz.

La primitiva iglesia de Santa Cruz ocupaba en buena parte el espacio donde hoy se abre la plaza que lleva su nombre. En un primer momento funcionó como mezquita y más tarde como sinagoga, hasta que en 1391 fue consagrada como templo parroquial por disposición del cabildo de la ciudad, durante el reinado de Enrique III de Castilla.

Tradicionalmente se ha señalado como protector y benefactor del templo al arzobispo de Sevilla, don Pedro González de Mendoza, nombrado en 1474 cardenal de la sede toledana. Desde Toledo habría enviado a esta parroquia una imagen mariana bajo la advocación de la Paz, título venerado en aquella ciudad desde los tiempos de Alfonso VI. La imagen se colocó inicialmente en un retablo adosado al muro del templo, a la derecha del altar mayor.

La creciente devoción despertada entre los fieles dio lugar, a comienzos del siglo XVII, a la fundación de una hermandad dedicada al rezo del Santo Rosario ante la imagen. Su existencia quedó documentada oficialmente en 1719, cuando recibió la autorización del arzobispado con el nombre de Ilustre Hermandad del Santísimo Rosario de Nuestra Señora de la Paz. Las Reglas fueron aprobadas en 1776 por la autoridad eclesiástica hispalense y confirmadas posteriormente por el Consejo de Castilla mediante Real Cédula de 4 de noviembre de 1788.

El notable desarrollo de la corporación llevó a plantear el traslado de la imagen a la Capilla del Descendimiento, propiedad de don Nicolás de Silva. Sin embargo, un hermano cuyo nombre no ha llegado hasta nosotros asumió el coste de una nueva capilla, construida junto al lado del Evangelio del altar mayor, dotada de camarín y reja.

Además de la celebración de la novena y del rezo del Santo Rosario, la hermandad organizaba rosarios públicos por las calles del barrio, para lo cual contaba con tres simpecados que aún se conservan en las dependencias de la Hermandad de Santa Cruz.

Tras el derribo de la antigua parroquial de Santa Cruz en 1810, durante la invasión napoleónica, la hermandad permaneció vinculada a la parroquia y se trasladó con ella al templo de los Clérigos Menores, actual iglesia de Santa Cruz, ocupando el retablo situado en el testero del crucero del lado de la Epístola. Desde allí pasó, junto a la parroquia, al Oratorio de los Venerables Sacerdotes, donde permaneció hasta el 29 de junio de 1840, fecha en la que se estableció definitivamente en la nueva sede parroquial, la antigua iglesia de los Menores, tras la desamortización de Mendizábal.

Un incendio ocurrido en noviembre de 1874 causó graves daños a la imagen de la Virgen, que fue sustituida por otra efigie llegada a la iglesia de Santa Cruz hacia 1879. Esta nueva imagen, bajo la advocación del Rosario, procedía de la parroquia de la Magdalena, donde apenas recibía culto. Se desconoce el paradero de la imagen primitiva, mientras que la actual preside el altar mayor de la parroquia de Santa Cruz o se sitúa en el retablo del crucero del lado de la Epístola.

Por su parte, la hermandad inició un acusado proceso de decadencia a finales del siglo XIX, prolongado durante los primeros años del siglo XX, que culminó con su fusión con la Hermandad Sacramental de la parroquia el 7 de enero de 1907. Desde entonces pasó a denominarse Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Paz.

AREA DE SANTA CRUZ

Hermandad del Santísimo Sacramento y Animas Benditas.

La Hermandad Sacramental tuvo su origen en la antigua iglesia parroquial de Santa Cruz, hoy desaparecida, que se alzaba en gran parte del espacio ocupado actualmente por la plaza del mismo nombre. Dicho templo fue demolido en 1810, en el contexto de la invasión napoleónica.

Su fundación se vincula al impulso devocional promovido en el siglo XVI por doña Teresa Enríquez (ver), orientado a fomentar la adoración eucarística al Santísimo Sacramento del Altar. Como el resto de las hermandades sacramentales, su principal cometido era rendir culto al Santísimo, organizar la procesión de impedidos, encargarse del montaje y desmontaje del monumento del Jueves Santo y participar en la procesión del Corpus Christi. A estas funciones se sumaban las propias de las hermandades de Ánimas, entre ellas la asistencia en el entierro de sus hermanos y la celebración de las misas establecidas por el descanso de sus almas.

La existencia documentada de la corporación se concreta en 1628, año en el que se ordena la construcción de una capilla destinada al sagrario parroquial, ampliada posteriormente en 1681. Hacia 1755 contaba con capilla propia en la nave del evangelio del templo de Santa Cruz, cerrada por una reja de hierro y con acceso a la cripta situado frente a la misma.

En este espacio se conservaban diversas obras artísticas: un lienzo dedicado al Espíritu Santo, varios cuadros relativos a la vida de la Virgen, representaciones de la Virgen de los Reyes, San Gregorio, la Verónica, las Ánimas del Purgatorio, San Miguel y la Cena, así como otras pinturas de temática mariana. También poseía imágenes del Niño Jesús y de San Juan Bautista.

En 1745 la hermandad se trasladó a una de las capillas laterales de la nave del evangelio, cedida por su propietario don Martín Auñón Torregrossa y Monsalve, tras acometer la reforma del retablo en el que se veneraba la imagen de un Crucificado.

La primitiva iglesia de santa Cruz fue derribada en 1.810, durante la invasión napoleónica, y la sede parroquial se trasladó al templo de los Clérigos Menores – actual de Santa Cruz -, que había sido expropiado por los franceses a dicha Orden.

La demolición de la primitiva iglesia de Santa Cruz en 1810 obligó al traslado de la sede parroquial al templo de los Clérigos Menores, actual iglesia de Santa Cruz, que había sido expropiado por las tropas francesas. En este edificio, el sagrario se dispuso en un retablo situado en el lado de la epístola, perteneciente a la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz, ya que muchos de sus hermanos formaban parte también de la Sacramental.

Tras la expulsión del invasor, los Clérigos Menores se reincorporaron a su convento y la parroquia y la Hermandad Sacramental se instalan provisionalmente en el oratorio del Hospital de los Venerables Sacerdotes.

El 29 de junio de 1.840, tras la expulsión de los Clérigos Menores por la desamortización de Mendizabal, la parroquia y la Hermandad se establecen definitivamente en la Iglesia del convento de estos Clérigos Menores.

Tras la expulsión del ejército invasor, los Clérigos Menores regresaron a su convento y tanto la parroquia como la Hermandad Sacramental se establecieron provisionalmente en el oratorio del Hospital de los Venerables Sacerdotes.

Finalmente, el 29 de junio de 1840, como consecuencia de la desamortización de Mendizábal y la expulsión definitiva de los Clérigos Menores, la parroquia y la hermandad se asentaron de manera estable en la iglesia del antiguo convento de dicha orden.

Hacia 1880 se sustituyó el retablo anterior por otro procedente de la desaparecida iglesia del convento de Nuestra Señora de la Asunción (ver)

A comienzos del siglo XX, la situación económica de la hermandad era delicada, por lo que en cabildo celebrado el 13 de enero de 1907 se acordó la fusión con la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz. Esta unión fue aprobada por la autoridad eclesiástica el 7 de enero de ese mismo año, estableciéndose desde entonces la denominación de Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Paz.