AREA DE SANTA CRUZ
Hermandad de Nuestra Señora de la Paz.
La primitiva iglesia de Santa Cruz
ocupaba en buena parte el espacio donde hoy se abre la plaza que lleva su
nombre. En un primer momento funcionó como mezquita y más tarde como sinagoga,
hasta que en 1391 fue consagrada como templo parroquial por disposición del
cabildo de la ciudad, durante el reinado de Enrique III de Castilla.
Tradicionalmente se ha señalado como
protector y benefactor del templo al arzobispo de Sevilla, don Pedro González
de Mendoza, nombrado en 1474 cardenal de la sede toledana. Desde Toledo habría
enviado a esta parroquia una imagen mariana bajo la advocación de la Paz,
título venerado en aquella ciudad desde los tiempos de Alfonso VI. La imagen se
colocó inicialmente en un retablo adosado al muro del templo, a la derecha del altar
mayor.
La creciente devoción despertada entre
los fieles dio lugar, a comienzos del siglo XVII, a la fundación de una
hermandad dedicada al rezo del Santo Rosario ante la imagen. Su existencia
quedó documentada oficialmente en 1719, cuando recibió la autorización del
arzobispado con el nombre de Ilustre Hermandad del Santísimo Rosario de Nuestra
Señora de la Paz. Las Reglas fueron aprobadas en 1776 por la autoridad
eclesiástica hispalense y confirmadas posteriormente por el Consejo de Castilla
mediante Real Cédula de 4 de noviembre de 1788.
El notable desarrollo de la corporación
llevó a plantear el traslado de la imagen a la Capilla del Descendimiento,
propiedad de don Nicolás de Silva. Sin embargo, un hermano cuyo nombre no ha
llegado hasta nosotros asumió el coste de una nueva capilla, construida junto
al lado del Evangelio del altar mayor, dotada de camarín y reja.
Además de la celebración de la novena y
del rezo del Santo Rosario, la hermandad organizaba rosarios públicos por las
calles del barrio, para lo cual contaba con tres simpecados que aún se
conservan en las dependencias de la Hermandad de Santa Cruz.
Tras el derribo de la antigua
parroquial de Santa Cruz en 1810, durante la invasión napoleónica, la hermandad
permaneció vinculada a la parroquia y se trasladó con ella al templo de los
Clérigos Menores, actual iglesia de Santa Cruz, ocupando el retablo situado en
el testero del crucero del lado de la Epístola. Desde allí pasó, junto a la
parroquia, al Oratorio de los Venerables Sacerdotes, donde permaneció hasta el
29 de junio de 1840, fecha en la que se estableció definitivamente en la nueva
sede parroquial, la antigua iglesia de los Menores, tras la desamortización de
Mendizábal.
Un incendio ocurrido en noviembre de
1874 causó graves daños a la imagen de la Virgen, que fue sustituida por otra
efigie llegada a la iglesia de Santa Cruz hacia 1879. Esta nueva imagen, bajo
la advocación del Rosario, procedía de la parroquia de la Magdalena, donde
apenas recibía culto. Se desconoce el paradero de la imagen primitiva, mientras
que la actual preside el altar mayor de la parroquia de Santa Cruz o se sitúa
en el retablo del crucero del lado de la Epístola.
Por su parte, la hermandad inició un acusado proceso de decadencia a finales del siglo XIX, prolongado durante los primeros años del siglo XX, que culminó con su fusión con la Hermandad Sacramental de la parroquia el 7 de enero de 1907. Desde entonces pasó a denominarse Hermandad del Santísimo Sacramento y Nuestra Señora de la Paz.