lunes, 20 de mayo de 2024

ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

La leyenda de la Piedra Llorosa. 

Durante el reinado de Isabel II se produjeron en España diversos levantamientos de mayor o menor notoriedad intentando promover valores de índole liberal.

Retrato de Isabel II. López Portaña, Vicente. Hacia 1843. Museo de Bellas Artes. Sevilla

En la noche del 29 de junio de 1857 salieron de Sevilla un grupo de unos cien o ciento veinte jóvenes con ideas liberales y con la intención de levantar a la ciudadanía y conseguir el apoyo de los pueblos cercanos. Eran mandados por Joaquín Serra, Coronel retirado, por el hombre de letras don Cayetano Morales y el recién graduado universitario don Manuel Caro.

En Arahal se les atribuye, quizás falsamente, el incendio del Archivo Municipal y varias escribanías de los notarios y registradores de la propiedad.

Mientras tanto, desde Madrid se produjo la destitución del gobernador don Joaquín Aruñón y del capitán general don Atanasio Aleson, recayendo la autoridad de ambos cargos en un Comisionado especial del gobierno, don Manuel Lassala y Solera.

Este comisionado ordenó la persecución del grupo a una compañía del regimiento Albuera y dos secciones de caballería de Alcántara y una columna de artillería.

El encuentro con el grupo de jóvenes, al mando del cual solo quedaba don Manuel Caro, tuvo lugar en Benaojan y terminó con veinticinco muertos y veinticuatro prisioneros, mientas que el resto del grupo huyó por el monte y fueron arrestados dos días más tarde.

En total 82 jóvenes fueron recluidos en la cárcel del Cuartel de san Laureano y el alcalde Juan José García de Vinuesa solicitó sin éxito el indulto al tratarse de muchos menores de edad.

El 11 de julio de 1857 fueron conducidos una amplia explanada existente, en esa época, desde la Puerta Real a la Puerta de Triana, denominada Campo de Marte, a imitación al de Paris, y después Plaza de Armas o Campo del Ejercito, porque en ella realizaban maniobras e instrucción las tropas de la guarnición sevillana.

Fueron ejecutados por fusilamiento al final de este Campo de Marte, cerca de la Puerta de Triana, donde actualmente se dispone la calle Julio Cesar, y algunas balas de rebote incidieron en un grupo de jóvenes espectadores, provocando la muerte de dos de ellos.  

El alcalde Juan José García de Vinuesa acompañado por dos alguaciles municipales intentó sin éxito evitar la ejecución hasta el último momento y ante su impotencia se sentó en un sillar de piedra que encontró delante del cuartel de San Laureano para llorar por la muerte de los jóvenes sevillanos. Ese sillar, desde entonces, pasó a ser conocida como “la piedra llorosa”.

Esta piedra se sitúa al final de la Calle San Laureano, al comienzo de la calle Liñán, llegando al cruce con las calles Marqués de Paradas y Torneo, al final del muro de san Laureano, antiguo convento y noviciado que después ser utilizado como cuartel, almacén, cine de verano y sala de fiestas, actualmente es un grupo de viviendas. 

Piedra "Llorosa"

Placa recordatoria colocada durante el mandato del Alcalde Moteseierin

García de Vinuesa murió en 1865 durante la epidemia de cólera que afectó a la ciudad, mientras visitaba a personas afectadas por la enfermedad. Por acuerdo municipal la “Calle del Mar”, donde vivía García de Vinuesa, pasó a tener el nombre del fallecido Alcalde.     

Calle García de Vinuesa

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