AREA DE SAN ANDRÉS
Plaza del Pozo Santo.
Entre
Misericordia, Jerónimo Hernández, Amparo, Lepanto y Atienza.
Plaza del Pozo Santo
El
origen de su nombre es legendario. Ya Peraza en su Historia de Sevilla refiere
la intercesión milagrosa de la Virgen, que salvó de perecer ahogado a un niño
que había caído al pozo público situado en aquel lugar. Dice la leyenda: “Que
un niño jugando se asomó a este pozo y al inclinarse cayó dentro de él, los
padres que por la profundidad no podían sacarlo, imploraron a una imagen de la Virgen
del cercano Hospital de la Misericordia, que tuviera piedad y salvara a su hijo.
La Virgen escuchó la plegaria e hizo que las aguas subieran hasta el brocal del
pozo con el niño sobre ellas y salvándole de morir ahogado, desde entonces este
lugar se conoce como Plaza del Pozo Santo”.
Las
primeras referencias documentales al topónimo Pozo Santo se remontan a 1387, en
1665 aparece la expresión "calle del Pozo Santo", que alterna a lo
largo de los siglos XVII y XVIII con "plazuela del Pozo Santo".
En el
plano de Olavide (177 1) figura, en efecto, como plaza, pero no así en el
azulejo de la misma época situado en la fachada del hospital, que reza “Calle
del Pozo Santo”.
Desde el
s. XIX se viene nombrando inequívocamente como plaza tanto en la documentación
oficial como en el uso popular.
Tiene
forma rectangular y pese a tratarse de un espacio de no mucha extensión, ha
sido un lugar mu y significado en la historia de Sevilla. Hoy está convertido
en un aparcamiento de vehículos y su graciosa arquitectura popular ha
desaparecido en buena parte, con los derribos de la casa frontera al hospital y
las construcciones modernas del arranque de la calle Jerónimo Hernández, donde
en los años sesenta perduraba aún el popular restaurante “El 8”.
Cumple
funciones residenciales, aunque puede decirse que toda la plaza está
prácticamente ocupada por el gran edificio del Hospital del Santísimo Cristo de
los Dolores, popularmente conocido como del Pozo Santo.
Fachada del Hospital del Santísimo Cristo
de los Dolores
Fue
fundado en el s. XVII por unas terciarias franciscanas, que en 1682 trasladaron
allí el hospital para mujeres incurables que habían abierto dos años antes en
la Venera (actual José Gestoso).
Muy
ampliado en los siglos XVIII y XIX, el edificio ofrece una fachada con dos
plantas y entresuelo, dividida en calles por pilastras que parten de un zócalo
corrido.
En su
interior destaca el patio de columnas con arcos semicirculares.
En la
actualidad este centro hospitalario, dependiente de la Diputación Provincial,
está destinado a mujeres impedidas.
Es un
edificio de grandes dimensiones, cuya trasera llega hasta la espalda de la
iglesia de San Andrés, bordeando la calle Atienza.
En la
fachada principal conserva un curioso portillo de ronda en forma de castillo de
hierro, destinado en el pasado a guardar los partes de novedades de las
patrullas de vigilancia en la ciudad.
Castillete
No hay
vestigios del pozo cubierto y enrejado que dio origen al nombre. Según González
de león, todavía existía en el S. XIX: " El citado pozo -escribe- está
cubierto, y en la octava de la Asunción de Nuestra Señora lo abren y se beben
sus aguas” (Las calles ... ).
En esta
plaza falleció el escultor del S. XVI Jerónimo Hernández, razón por la que fue
rotulada con su nombre, en 1899, una de las calles que parten de ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario