ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
Glorieta de Bécquer. Parque de María Luisa.
El 9 de diciembre de 1911 fue
inaugurada una escultura en el Parque de María Luisa, promovida por los
hermanos Álvarez Quintero, que la financiaron con los beneficios obtenidos por
las representaciones de su obra “La rima eterna”.
La escultura fue realizada por
el escultor Coullaut Valera, discípulo de Susillo y de Querol, en mármol y
bronce. La talla de mármol se hizo en Barcelona, en el taller del artista
italiano Federico Bechini y las figuras de bronce se fundieron también en
Barcelona, quizás en el obrador de Romolo Staccioli.
La escultura se adapta
simbólicamente en torno un Taxodio o Ciprés de los pantanos, plantado en 1850.
Como este árbol está en continuo crecimiento, se han realizado sucesivas
reformas en 1983, 1988 y 1994 a cargo de los escultores Jesus Gavira Alba,
Salvador García Rodríguez y Sebastián Santos Calero, respectivamente.
El mismo escultor Coullaut Valera diseño el
entorno del espacio, las obras fueron dirigidas por el arquitecto municipal
Juan de Talavera y se instaló una verja de hierro con un motivo floral, fundida
en la casa Puch. En 1912, el arquitecto Aníbal González instaló, en la
glorieta, un quiosco para libros y un anaquel marmóreo, de estilo regionalista,
desaparecido en la década de 1980.
El monumento se alza sobre un
basamento circular de mármol y un banco octogonal, alusivo a la resurrección
eterna.
Sobre un pedestal elevado se
sitúa el busto de Gustavo Adolfo Bécquer, con capa española, quizás basado en
el retrato de Valeriano Bécquer.
Gustavo Adolfo Bécquer
Busto de Gustavo Adolfo Bécquer
En la zona superior, dentro de
una corona de laurel, signo de victoria e inmortalidad, se puede leer “BECQUER”.
“BECQUER”
En la
zona inferior, circundada por una guirnalda, símbolo de la fama, consta la
fecha de nacimiento y muerte “1836-1870”.
“1836-1870”
A los lados, dos figuras de
bronce, a la izquierda, de pie, Cupido o “El amor niño” y a la derecha, tendido
sobre el banco, Eros o “El amor adulto”, herido y moribundo, representado por
un hombre que se retuerce de dolor.
Cupido
Detalle de Cupido
Eros
Cupido con su arco de fresno y sus flechas de ciprés,
se presenta en actitud de herir a tres mujeres sedentes, talladas en mármol,
que representan al amor que llega, al presente y al que muere (el amor
ilusionado, el amor poseído y el amor perdido).
Las
tres mujeres
La primera, más joven, se ruboriza por el presentimiento, la central goza la plenitud del éxtasis, y la tercera,
la mayor, es la viva estampa de la melancolía, del triste recuerdo
del amor disfrutado.
Detalle de la más joven
Detalle de la
central
Detalle de la mayor
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