AREA MUSEO
Calle Monsalves.
De el Silencio a
la confluencia de Plaza del Museo, Rafael Calvo y Miguel de Carvajal. Desemboca
por la izquierda Sauceda, Fernán Caballero y Herrera el Viejo. Por la derecha
Almirante Ulloa.
En el pasado,
el actual espacio de Monsalves recibió diferentes nombres. El tramo comprendido
entre Almirante Ulloa y la plaza del Museo se llamó, al menos desde principios
del s. XV, Cruz de la Parra, por “una cruz de madera que hay en una pared que
tuvo junto a una parra”, según González de León (ver) (Las calles . .. ). Ese topónimo debió coexistir con
el de Horno de la Parra, que figura en el plano de Olavide (1771), y tal vez se
deba a la existencia de un establecimiento de pan, todavía recordado en la
actualidad (núm. 35). También se conoció ese tramo como Portería de la Merced,
pues conducía a la zona del convento de ese nombre, ubicado en la actual plaza
del Museo. Santiago Montoto señala que en algún momento se llamó igualmente del
Escultor, por haber vivido y muerto en ella Martínez Montañés (ver).
Lo que propiamente
se conocía como Monsalve o Monsalves, ya en documentos de principios del XVI,
era el primer tramo de la calle actual, incluida Sauceda. La denominación, sin
embargo, debe ser anterior, pues alude al hecho de que los caballeros de ese
nombre tuvieron allí su casa-palacio.
A partir de
1848 al menos, el topónimo Monsalves se hizo extensivo a todo el espacio
actual.
En 1935 hubo un
acuerdo de ampliar el nombre, llamándole calle de Don Pedro de Monsalves, que
fue revocado en 1949.
Algunos
documentos citan el lugar como plaza de los Monsalves, probablemente por el
amplio espacio delantero del edificio del antiguo palacio y que forma parte de
Fernán Caballero.
Hasta la
segunda mitad del s. XIX la configuración de esta vía difería notablemente de
la actual, pues en su comienzo quedaba sin salida, cerrada en forma de fondo de
saco, ya que la actual Silencio no se abre hasta 1869.
Debió tener una
barreduela conocida como San Antón, por el hospital del mismo nombre.
Por otra parte,
lo que hoy es Sauceda quedaba también englobada bajo el topónimo Monsalves y,
aunque comunicaba ésta con San Eloy, estaba considerada en realidad como una
calleja secundaria.
Hoy Monsalves
discurre describiendo una leve curvatura hacia su final, con dos pequeñas
angulaciones, una a la altura de Fernán Caballero y otra a la de Almirante
Ulloa. A partir de este punto se estrecha, para abrirse nuevamente en el último
tramo.
En la segunda
mitad del XIX fue objeto de algunas alineaciones de fachadas, que le dieron
amplitud, sobre todo en el tramo inicial.
Su caserío es
de buen porte, alternando casas tradicionales sevillanas de tres plantas,
algunas con bellos patios (en especial la núm. 4), con modernos edificios de
viviendas.
Casa numero 4
Casa numero 4
Destaca el edificio ubicado en el solar
del antiguo palacio de los Monsalves (ver), que todavía en 1839 González de león
describe como una casa “magnífica, de grande fachada de balconaje, con portadas
muy arregladas de medias columnas de piedra tosca, con su cornisa y encima el
escudo de armas de este noble linaje”, y reproducida por Richard Ford en 1832.
Propiedad del marqués de Aracena, Javier Sánchez-Dalp y Calonge, fue
ampliamente reformada por el arquitecto Aníbal González (1906- 1908) siguiendo
un estilo neorrenacentista. Posee bellos patios interiores, interesantes
artesonados y azulejería, y presenta una extensa fachada de piedra con valiosos
herrajes. En su interior se conserva la magnífica pintura del techo de la
antigua casa de Arguijo. Desde el 5 de abril de 1983 se sitúa la Presidencia
del Gobierno de la Junta de Andalucía. Con anterioridad, y durante muchos años,
fue propiedad de la Compañía Sevillana de Electricidad, que estableció en ella
sus oficias.
Portada del Palacio Monsalves
En la numero 12 se puede apreciar un
magnifico patio con flores.
Casa numero 12
Portada
Vestíbulo
Detalle del patio
La numero 17 presenta en los laterales de
la puerta un agarre para caballerías.
Casa numero 17
En la núm. 31 de la calle existió el llamado "Corral de la Parra", patio de vecindad hoy en obras.
Casa numero 31
En la numero 35 muestra la oscuridad de
un patio interior.
Casa numero 35
Casa numero 35
En la esquina con Herrera el Viejo
existe un “Guardaesquinas” de mármol.
Esquina con Herrera el Viejo
Detalle del Guarda-esquina
Desde nuestro Siglo de Oro aparece este
lugar recogido en la literatura, especialmente el topónimo Cruz de la Parra,
aludido por Cervantes.
En 1919 el novelista sevillano José Mas
lo describe así: “Han llegado a la calle Monsalves, ancha, recta, bañada de sol
una de las aceras; en sombra grata y fresca la otra. Las casas de poca anchura,
limpias, claras y adornadas con lujosos cierros de cristales y con ventanas
verdes y blancas, pintadas de esmalte, dan la impresión apacible y poética de
la calle principal de un pueblo andaluz” (La Orgía).
A principios del siglo XX existían en
la calle algunas casas de prostitución, evocadas por Luis Cernuda como ambiente
de su niñez: “Camino del colegio, por aquella calle de casas señoriales, a
través de cuyo zaguán se entreveía en el patio anchuroso, entre la blancura del
mármol, verde, fina, solitaria, una palma, cierta casa de persianas corridas y
cancela cerrada por un portón, conventual y enigmática, me intrigaba ... Una
mañana de invierno, camino yo del colegio más temprano, roja aún la luz
eléctrica en algún cristal, luchando con el vago amanecer, al cruzar aquella
calle vi parado un coche ante la casa; un coche de punto, viejo y maltratado,
echada la capota, y el cochero de pañolillo blanco anudado al cuello, gorra de
hule ladeada en la cabeza y una pierna sobre la otra en actitud jacarandosa,
como quien espera. Por la acera, una mujer vestida de amarillo paseaba dando
voces coléricas junto a la puerta de la casa, al fin abierta ... Por la cancela
abierta de la casa venia un relente de perfume rancio, de vicio que la ley pasa
por alto y ante el cual la religión cierra los ojos” (Ocnos).
En Monsalves estuvo en la segunda mitad
del XIX la administración del periódico La Andalucía. Y en el actual núm. 24
tiene su sede el Colegio Oficial de Peritos e Ingenieros Técnicos de Sevilla.
En la Cruz de la Parra vivió y murió el escultor Juan Martínez Montañés (ver), víctima de una epidemia de “Landre” el 18 de julio de 1649. En otra de sus casas vivió el torero Manolo González, recientemente fallecido. (Diccionario Histórico de las calles de Sevilla)

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