lunes, 17 de noviembre de 2025

AREA MUSEO

Casa-Palacio de los condes de casa Galindo.

Historia

En el numero 48 de la calle Alfonso XII, se sitúa la casa palacio de los condes de Casa Galindo, conocida anteriormente como Casa de Andueza. La fecha de 1842 que figura en su cancela podría no corresponder a la construcción inicial, atribuida al maestro de obras Alonso Moreno por encargo de Vicente Torres Andueza. Moreno proyectó una residencia señorial que mantiene la tradición arquitectónica sevillana, incorporando a la vez elementos propios del gusto y las necesidades del siglo XIX.

El palacio adoptó su nombre actual tras su adquisición por Andrés Lasso de la Vega y Quintanilla, conde de Casa Galindo, quien compró el inmueble a sus primeros propietarios. Este personaje tuvo también residencia en el lugar donde hoy se ubica el Hotel Bécquer, en la calle Reyes Católicos.

En 1978 se acometió una importante reforma que, aunque respetó buena parte de la zona más antigua del edificio, declarado Bien de Interés Cultural en 1968, implicó cambios profundos para adaptarlo a su nuevo uso residencial. Los amplios salones fueron divididos para crear viviendas, el jardín posterior desapareció para permitir la construcción de un volumen destinado a más apartamentos y la antigua azotea dio paso a un ático con buhardillas. El arquitecto Rafael Manzano dirigió este proyecto desde un enfoque historicista, procurando una integración visual con la arquitectura original.

La década de 1970 estuvo marcada por un litigio entre la Casa de Osuna y los herederos de Casa Galindo. Un matrimonio entre ambas familias había convertido el palacio en residencia oficial de la duquesa de Osuna en Sevilla, y en ese contexto el inmueble fue protegido junto con su contenido. Tras la muerte del duque, la familia Lasso de la Vega reclamó la propiedad y la duquesa se trasladó a otra vivienda llevando consigo su patrimonio. 

En aquellos años se planteó incluso instalar aquí una subsede del Museo de Bellas Artes para ampliar la colección sin alejarse de la sede principal, ubicada en la misma plaza. La propuesta no llegó a materializarse, perdiéndose la oportunidad de articular en ese entorno un gran conjunto museístico.

Edificio

El inmueble, con fachada a la plaza del Museo, es un buen ejemplo del neoclasicismo sevillano. La fachada original, de dos plantas, se remataba con un frontón triangular que destaca la puerta principal. Esta portada se integra en el paramento mediante dos columnas toscanas sobre pedestal que preceden a un amplio zaguán. Sobre la entrada se abre un balcón flanqueado por pilastras jónicas que parecen sostener el frontón triangular superior, un recurso sencillo y característico del lenguaje neoclásico que recurre a motivos grecorromanos para enfatizar los ejes principales del edificio. La tercera planta, con sus buhardillas, fue añadida durante la intervención de Manzano a partir de 1978.

Casa palacio de los condes de Casa Galindo

Una de las innovaciones propias de la arquitectura doméstica decimonónica en Sevilla fue la desaparición de los accesos en recodo. En grandes casas como Pilatos, Dueñas o Pinelo, el patio no se encuentra alineado con la portada, obligando a recorrer pasillos angulares. A partir del siglo XVIII comenzó a imponerse un eje visual más directo, que enlazaba la puerta con el patio principal. La escalera, tradicionalmente situada en un extremo, pasó a colocarse en un lateral del patio, aumentando así su presencia. Esta distribución es la que adopta también la casa de Casa Galindo.

Desde la portada se accede a un zaguán que comunica con el patio a través de una cancela de inspiración francesa, famosa por su diseño delicado y por permitir el paso de la luz sin ocultar la vista del interior. Dos ventanales con rejería que reproduce ese mismo motivo la acompañan. 

Zaguán

Detalle de la cancela y ventanales

Detalle de la cancela 

La escalera ocupa un lugar destacado en el patio, extendiéndose a lo largo de uno de sus laterales. Se adorna con mármoles de distintos tonos, sustituyendo al azulejo de cuerda seca que sí aparece en los zócalos del patio. La caja de escaleras se cubre con una bóveda sencilla, alternativa más económica que las tradicionales armaduras de madera.

Escalera

Escalera

Detalle de las columnas pareadas de la escalera

Alrededor del patio se disponen triples arquerías de medio punto, y una estancia intermedia conduce al antiguo jardín posterior

El patio sevillano, concebido como un espacio abierto que regula la luz y la temperatura del conjunto, actúa como corazón de la vivienda. En él se combinan plantas, flores, fuentes, elementos escultóricos, medallones y pinturas, ornamentos que no estuvieron permitidos durante la etapa islámica, cuando se imponía una mayor austeridad decorativa.

Detalles del patio

Detalles del patio
Detalles del patio

Detalles del patio con la fuente en el centro

Detalles del patio con la fuente en el centro
Detalle de la fuente

Detalle de la fuente
Detalle de la fuente
Detalle de la fuente
Al fondo el patio posterior
Entrada al patio posterior

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