AREA DE REGINA-ENCARNACIÓN-SAN PEDRO
Calle Bustos Tavera
Desde el s.
XVII ha tenido distintos topónimos en relación a sus edificios religiosos, como
Real del Convento de Nuestra Señora del
Socorro, Real de San Marcos, Paz y Monjas de la Paz.
Ortiz de Zúñiga en sus Anales afirma,
aludiendo a la fundación del convento de la Paz,
que "antiguamente esta calle se llamó de los Melgarejos", posiblemente por encontrarse
en ella casas y propiedades de ese linaje. Desde 1626 a
1639 estuvo en ella el tribunal de la Inquisición, por ello, en la primera
mitad del s. XVII se conocería como Inquisición, Santa
Inquisición y más tarde Inquisición Vieja. En
la primera mitad del XIX era simplemente Real, como
prolongación de San Luis.
En 1845 fue finalmente rotulada con el nombre actual, en recuerdo
de la familia de los
“Tavera" y su Casa-Palacio,
desgraciadamente derribada en los años 70 del siglo XX, que Romero Murube
describe como "una de las casas y escalera más
suntuosas de Sevilla". En el siglo XIX
pertenecía a la familia Moscoso y en 1880 la
adquirieron las Hermanas Carmelitas de la
Caridad, que la habilitaron, temporalmente, como colegio.
En este palacio sitúa Lope
de Vega parte de la
acción de la comedia “La Estrella de Sevilla”,
sobre los amores de la hermana de don Busto con el rey castellano
Sancho IV el Bravo: Los
Tavera eran una familia nobiliaria de Sevilla de la Edad Media que tenía dos
hijos Bustos Tavera y Estrella Tavera. Estrella era tan hermosa que
era conocida como la “Estrella de Sevilla”, y estaba prometida para casarse con
el joven noble Sancho Ortiz de las Roelas. El rey Sancho IV de Castilla, hijo
de Alfonso X el Sabio, instaló la corte en Sevilla, estableciendo su residencia
en el Alcázar, y se enamoró de Estrella. Usando sus recursos consiguió penetrar en la
casa de los Tavera, pero Bustos lo descubrió y, creyendo que era un ladrón, lo hizo huir antes de que
consiguiera su propósito.
Edificio actual en la
esquina de Bustos Tavera con Doña María Coronel. Antigua ubicación del Palacio
de los Tavera
El Rey herido en su orgullo, encargó a uno de sus nobles de confianza,
Sancho Ortiz de la Roelas, que matara a Bustos por delito de “Lesa
Magestad”. Sancho, a pesar de ser el
prometido de Estrella, se vio obligado a cumplir la “Orden Real” matando a Busto.
Como consecuencia, Estrella en vez de
casarse se ingresó en un convento y Sancho marchó a luchar contra los
moros, perdiendo la vida en una de las batallas.
El antiguo convento de Nuestra Señora de la Paz
fue fundado en el s. XVI por monjas agustinas, de él queda solo el compás y la iglesia,
cuya fachada lateral y la torre quedaron a la vista
tras el derribo de
varias casas en Doña María Coronel. En
este ex convento tiene su sede la Hermandad de
la Sagrada Mortaja.
Un azulejo nos recuerda la siguiente leyenda:
Después de la Reconquista, un delincuente huyendo de la justicia se refugió en
la iglesia y encontró en un hueco de la torre una pequeña imagen de la Virgen
con su hijo muerto en los brazos, a la que pidió que tuviera piedad y lo
salvara de la justicia, esta lo salvó, y sobre esta imagen de gran devoción
popular, que tomó la advocación de la Piedad se constituyó años más tarde una
Hermandad. La imagen se guarda en las dependencias de la iglesia como un
valioso tesoro.
El convento de
Santa María del Socorro fue fundado en 1522 y posee una iglesia
de esa época, muy reformada en siglos posteriores, de una sola nave
y artesonado mudéjar. Tuvo en el pasado un
bello retablo dedicado a San Juan Bautista, con arquitectura y relieve de Martínez Montañés, luego
trasladado a la iglesia de la Anunciación de la
calle Laraña. Está regentado por monjas Concepcionistas
Franciscanas.
En el s. XVII se ubicaba en
ella el hospicio de Niños Toribios y unas
dependencias de la Fábrica de Tabacos. En el s.
XIX hubo un asilo de ancianos de las Hermanitas de los
Pobres. En el local del antiguo cine
Apolo tiene hoy su sede la Orquesta Sinfónica de Sevilla.
En una de las casas de las proximidades de San
Marcos vivió y tuvo consulta el doctor
Pedro Vallina, uno de los líderes del
anarquismo sevillano de la primera mitad del
s. XX.
Un edificio interesante es el número 10, edificio del siglo XVII que fue
derribado y habilitado para apartamentos manteniendo la portada primitiva.
Calle Bustos Tavera
número 10
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