domingo, 21 de agosto de 2022

 ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA

La "Estrella de Sevilla"

En la calle Bustos Tavera, esquina con Doña María Coronel residía la familia de los “Tavera" en su Casa-Palacio, desgraciadamente derribada en los años 70 del siglo XX, que Romero Murube describe como "una de las casas y escalera más suntuosas de Sevilla". 

Casa Palacio de la c/Bustos Tavera. Obra de G. Díaz. Hacia 1897. (CC BY 3.0)

Detalle de la escalera. (CC BY 3.0)

Este Palacio, en el siglo XIX perteneció a la familia Moscoso y en 1880 la adquirieron las Hermanas Carmelitas de la Caridad, que la habilitaron, temporalmente, como colegio.

En este palacio sitúa Lope de Vega parte de la acción de la comedia “La Estrella de Sevilla”, sobre los amores de la hermana de don Busto con el rey castellano Sancho IV el Bravo.  

Los Tavera eran una familia nobiliaria de Sevilla, de la Edad Media, que tenía dos hijos Bustos Tavera y Estrella Tavera. 

Estrella era tan hermosa que era conocida como la “Estrella de Sevilla”, y estaba prometida para casarse con el joven noble Sancho Ortiz de las Roelas (ver).

El rey Sancho IV de Castilla, hijo de Alfonso X el Sabio, instaló la corte en Sevilla, estableciendo su residencia en el Alcázar,  pues era costumbre tener la Corte en Sevilla, por estar más cerca de la frontera de moros de Granada, y prevenir con la presencia del rey cualquier nueva invasión de los africanos.

El Rey  se enamoró de Estrella y le envió secretamente cartas y le ofreció presentes, regalos, e incluso villas y ciudades, pero Estrella Tavera, como discreta, honesta y enamorada de su amante Sancho Ortiz de las Roelas, rechazó las pretensiones del rey. 

Ante este rechazo, el rey sobornó a una esclava de la casa, la cual le abrió la puerta del jardín, que daba a la actual calle Doña María Coronel, y consiguió penetrar en la casa de los Tavera, pero Bustos lo descubrió y, creyendo que era un ladrón, lo hizo huir antes de que consiguiera su propósito, porque, aunque el rey se dio a conocer, Bustos Tavera lo reconoció y le contestó que no podía ser el rey, porque un rey no comete tal fechoría.

A la mañana siguiente, a la puerta del Alcázar fue encontrado el cadáver de la esclava, a la que Bustos Tavera había dado muerte como castigo por su felonía en procurar la deshonra de su ama.

El arrojar el cadáver allí era un nuevo aviso de Bustos Tavera para indicar al rey que conocía cómo se había valido para entrar en una casa honrada.

El propio rey Sancho, en versos de Lope de Vega, en la obra dramática La Estrella de Sevilla, nos cuenta el sucedido así:

“Seducir logré la esclava,

que anoche entrada me dio;

mas Bustos me descubrió

cuando más ufano entraba.

La espada osado sacó

con valor, mas con respeto,

que aunque lo negó, en efeto

pienso que me conoció.

Dije quien soy, y arrogante

me respondió que mentía

pues un rey no emprendería

jamás acción semejante.

Confieso que me corrí

no de que tal me dijera

mas, de que razón tuviera

para sonrojarme así.

Del Alcázar a la puerta

ya supiste que hoy estaba

la desventurada esclava

con tres puñaladas muerta…”

El Rey herido en su orgullo llamó al Alcázar a don Sancho Ortiz de las Roelas, sabiendo que era el prometido de Estrella Tavera, y le preguntó sobre la pena que debía imponerse a quien atenta contra su rey, constituyendo el delito de “Lesa Magestad”. 

Evidentemente, Sancho Ortíz le contestó que según las Leyes del Reino debía ser condenado a pena de muerte. 

Pero el Rey consideraba que no era conveniente ajusticiarlo públicamente, pues al ser “hombre muy principal” podría alterar la paz de Sevilla.

Sancho le comentó que en ese caso debería ser muerto sin que se supiese que había sido condenado por el rey, aparentando que su muerte era causada por otro motivo. 

El Rey le recordó que la primera obligación de todo caballero noble era servir a su rey hasta la muerte y le encargó que diera muerte secretamente a quien había osado atentar contra su real persona, nombre que le entregó escrito en un papel.    

Cuando Sancho abrió el pliego encontró escrita las siguientes palabras: “A quien muerte haber de dar es, Sancho, a Bustos Tavera”. 

Esto le planteó dos grandes dudas y sufrimientos:   

¿Cómo había de dar muerte a Bustos Tavera, su amigo a quien quería como un hermano y que iba a serlo pronto por ser hermano de su amada Estrella?. 

Pero, ¿Cómo resistirse a cumplir con un deber que en aquella época era superior a todos los deberes que podía tener un caballero: obedecer al rey?. 

Si mataba a Bustos Tavera no podría ya casarse con su hermana, pues aunque ella no lo supiera, su conciencia se lo impediría a cada instante. Y si no mataba a Bustos, el rey, por desobediencia le mandaría matar a él.

Una vez cumplida su triste misión, acudió al Alcázar para darle cuenta al rey, pero éste lo hizo prender y recuperó, en casa de los Roelas, el pliego que lo comprometía.

Posteriormente  fue puesto en libertad y el joven Sancho marchó a luchar contra los moros, perdiendo la vida en una de las batallas, y Estrella Tavera, la Estrella de Sevilla, entró de religiosa en un convento donde dedicó el resto de su vida a orar por las almas de su hermano y de su amante.

Edificio actual en la esquina de Bustos Tavera con Doña María Coronel. Antigua ubicación del Palacio de los Tavera

2 comentarios:

  1. Preciosa aunque triste historia de amor
    Me encanta estas historias de Sevilla
    En las carmelitas de Bustos Tavera estuvo mi hermana varios años

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  2. Está calle tan relevante de nuestra ciudad. Que leyenda tan bonita y triste. Me ha encantado Andrés. Gracias

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