domingo, 31 de marzo de 2024

RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires 

San Francisco de Regis.

San Francisco de Regis predicando. Houasse, Michel-Ange. Antes de 1722. Óleo sobre lienzo. Museo del Prado de Madrid. No expuesto (CC BY 3.0)

Juan Francisco Régis, nación en Fontcouverte el 31 de enero de 1597. Hijo de Jean Régis y Marguerite de Cugunhan, estudió en el Colegio Jesuita de Béziers, donde conoció a San Francisco Javier por lo que se convirtió en su discípulo en el mundo de las misiones.

Entró en el noviciado de Toulouse el 8 de diciembre de 1616. Se ordenó sacerdote en mayo de 1630 en Toulouse. Estudió Retórica en Cahors, Filosofía en Tournon-sur-Rhône y Teología en Toulouse.

Trabajó como enfermero en la epidemia de peste bubónica que asoló Toulouse en 1631.

Desarrolló su labor evangelizadora y misionera en las zonas más atrasadas del interior de Francia, predicando y ayudando a los necesitados, recorriendo la región montañosa de Cevenas, donde prácticamente toda la población era hugonote, logrando conversiones al catolicismo y confirmando a otros católicos en su fe.

Además, realizó apostolado entre prostitutas, lo cual hizo que fuese amenazado de muerte e incluso atacado por los proxenetas. Estableció un refugio para las mujeres rescatadas de esto y les facilitó formación en tejeduría de encajes para que pudieran ser independientes económicamente.

Igualmente, recaudaba dinero y comida de la gente próspera para dársela a los pobres.

Creó un grupo de damas pudientes que repartían donaciones en los barrios pobres de la ciudad. Él también pedía limosna y la repartía entre los necesitados. También buscó trabajo a algunos necesitados. Ayudó a los trabajadores a obtener una justicia efectiva, poniéndose en contacto para ello con los magistrados y con el procurador real Poncio Pinot. ​

Organizó una reserva de trigo con la que auxilió a los pobres en la hambruna de 1638 y criticó a los que aprovecharon la ocasión para acaparar trigo: "Aprovechar una calamidad pública para enriquecerse a expensas de los miserables, es una villanía".

Atraía a la gente por su gran bondad y sus palabras sencillas. Su estilo de prédica era sencillo y directo, que lo hacían comprensible para el pueblo sencillo.

El 21 de diciembre de 1640, Juan Francisco y el hermano Bideau se dirigieron a una misión en Lalouvesc. Durante los tres días de camino debieron hacer frente al frío y a un temporal de nieve y el 26 enfermó y falleció a la medianoche del día 31.  

En la iglesia de san Luis de los Franceses, se representa con un crucifijo y a su alrededor diferentes cuadros con episodios de su vida.

En el ático de este retablo vemos la Dolorosa, obra de Pedro de Mena, junto con pinturas sobre su vida.

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