RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires
San Estanislao de Kostka.
Estanislao Kostka nació
en Rostkowwo (Polonia), en el seno de una familia noble, el 28 de octubre de 1550. Su padre,
Juan Kostka, fue senador del Reino de Polonia y Señor de Zakroczym. Su
madre, Margarita Kryska de Drobni, era hermana y sobrina de los Duques de
Mazovia y tía del célebre canciller polaco Félix Kryski.
Cuando Estanislao tenía 13 fue enviado a Viena, junto con
el primogénito y su “ayo”, a un colegio de los jesuitas, donde se educaba a la
nobleza austriaca y donde nació su vocación a la Compañía de Jesús, a la que se
oponía su familia.
Después de una grave enfermedad, durante la que se habían negado
a administrarle el Viático, Estanislao dijo que en pleno proceso febril se le
había aparecido santa Bárbara en compañía de dos ángeles y le habían
traído personalmente la comunión, y que luego se le había aparecido la
mismísima Virgen con el Niño Jesús en brazos, que lo habían curado y le habían
dado el encargo de entrar en la Compañía.
El 25 de octubre de 1567 Estanislao se presentó ante el General
de la Compañía, Francisco de Borja (más tarde canonizado), y tres días
después fue admitido en el noviciado.
El 15 de agosto de 1568, alrededor de las 4 de la mañana,
mientras estaba absorto en sus oraciones, falleció de malaria.
Esta obra presenta dos escenas de la vida de san Estanislao de
Kostka divididas por una columna con rocalla. La de la derecha es la
representación de Estanislao recostado en una cama, sosteniendo un lienzo con
las manos y rodeado por ángeles; uno de ellos le ofrece una hostia sobre un
cáliz. En la cabecera de la cama se encuentra una imagen de san José con el
Niño, y los pies de ésta, un personaje vestido de color oscuro. En la parte
superior de la composición se aprecia, entre nubes, una figura femenina con una
custodia en la mano. La escena izquierda presenta también a Estanislao
recostado en una cama, al centro de la composición. Frente a él, en un
rompimiento de gloria, aparece la Virgen María con el Niño Jesús en brazos.
Esta pintura nos remite al momento en que Estanislao vivía en el palacio del
príncipe Kimbercker, luterano muy conocido en Viena. Estanislao enfermó
gravemente y, convencido de que moriría y el luterano no permitiría que entrara
a su casa un sacerdote católico, se encomendó a santa Bárbara rogándole que se
apiadara de él. Cierta noche en la que tuvo delirios, se le apareció la santa
llevando en las manos una custodia y una palma. Dos ángeles que la acompañaban
se acercaron a la cama del enfermo pra administrarle la comunión. No salía aún de
su asombro cuando contempló cómo, entre nubes y querubines, apareció también la
Virgen María con el Niño Jesús en brazos. La Virgen le habló y le dijo que
todavía no había llegado el momento de su muerte, que pronto iba a sanar y que
era preciso que lograra ser admitido en la Compañía de Jesús.
Esta obra forma
parte de una serie realizada para el antiguo colegio jesuita de Tepotzotlán.
En
la iglesia de San Luis de los Franceses, el retablo ocupa el brazo lateral de
la cruz griega del lado de la Epístola y es gemelo del dedicado a san Francisco
de Borja.
El Santo juvenil jesuita se representa
portando el Niño Jesús en sus brazos, para recordar, como hemos comentado, la
aparición milagrosa de la Virgen que salvó a San Estanislao de una grave
enfermedad, entregándole su hijo durante unos instantes, tras lo cual le
manifestó su deseo de que entrase en la Compañía de Jesús.
Además de la talla principal, en el retablo se representan numerosas escenas de la biografía del Santo, entre ellas la aparición de la Virgen cuando le pide que ingrese en la Compañía, la aparición de la Trinidad a Estanislao cuando este era solo un niño, su estancia en la cama cuando se encontraba enfermo y se le aparece el Niño Jesús y el episodio en que recibe la comunión de santa Bárbara.
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