sábado, 26 de agosto de 2023

ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA

Fray Diego José de Cádiz.

José Francisco López-Caamaño y García Pérez nació en Ronda el 30 de marzo de 1743.

Pertenecía a una familia ilustre y se quedó huérfano de madre a los nueve años.

Su padre se trasladó a Grazalema donde comenzó sus estudios de Gramática.

A los doce años estudió Lógica y Metafísica en el convento de los Padres dominicos de Ronda.

Posteriormente, fue admitido en el noviciado de los Hermanos Menores Capuchinos de Sevilla y profesó el 31 de marzo de 1759.

Al terminar el noviciado sustituyó su apellido por el de su ciudad de nacimiento y como Diego José de Cádiz sería conocido desde entonces.  

Los capuchinos, caracterizados por su luenga barba, se consideraban a sí mismos como la rama más espiritual de la familia franciscana y al mismo tiempo como "los frailes del pueblo". Los Hermanos Menores usan un hábito marrón de estameña con una cuerda anudada (como todos los franciscanos), pero la diferencia principal con los otros dos grupos es que llevan una capucha unida a la túnica (de acuerdo a la forma del hábito original que usaba San Francisco) y es más larga comparada con la de las otras ramas.

Dotado de grandes cualidades para la oratoria, en 1771 comenzó las misiones itinerantes populares capuchinas predicando por toda España y llegó a ser denominado como el segundo san Pablo.  

En Sevilla se le permitió usar el púlpito que se encuentra en el Patio de los Naranjos   de la Catedral, donde habían predicado san Vicente Ferrer, san Francisco de Borja y Juan de Ávila.

Difundió la devoción al Señor del Gran Poder y en 1780 dirigió unos Ejercicios Espirituales en la parroquia de san Lorenzo, enmarcado en las Misiones organizadas por el arzobispo de Sevilla Fray Javier Delgado y Venegas y la imagen del Señor fue colocada en el Altar Mayor, consiguiendo una gran audiencia.

El 13 de abril de 1786 ingresó como Hermano en la Hermandad del Gran Poder y existe una imagen del mismo en el pasillo de los Beatos de la Basílica del Gran Poder.

Falleció el 24 de marzo de 1801 en Ronda y fue beatificado el 22 de abril de 1894 por SS. León XIII

Su imagen es una escultura de cedro de talla completa policromada, que es encargada en 1967 a Antonio Castillo Lastrucci, quien fallece antes de concluirla y deja el encargo a José Pérez Delgado.

Es de tamaño natural y se encuentra en la actualidad en la sala de los Beatos, sobre peana dorada a la salida del camarín del Señor en el deambulatorio de la Basílica.

En la representación de Fray Diego José de Cádiz, del que se conocieron sus facciones por haber sido retratado en vida.

Viste el sayal propio de la orden franciscana en su reforma capuchina, con cíngulo a la cintura con tres nudos que significan los votos o virtudes de la orden (pobreza, castidad y obediencia) y con el crucifijo en las manos al que reverencia en actitud de besarlo.

Sus rasgos se asimilan a la fisonomía, difundida de San Francisco, de los frailes del s. XVIII coetáneos al Beato Diego, como las barbas pobladas, los pómulos prominentes, las mejillas hundidas y ardor místico.

La escultura también es el símbolo de la hermandad que a lo largo de la Historia ha existido entre la Orden Menor Capuchina y la Cofradía y que quedó refrendada en la Carta de Hermandad de 1999.

En el aniversario de la beatificación del Beato Diego J. de Cádiz se celebra Solemne Función Religiosa, colocándose en dicho día la imagen del Beato en el presbiterio de la Basílica.

Beato Diego José de Cádiz

Detalle del rostro

Detalle de los pies

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