RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
Fray Pedro Fernández Pecha.
Hijo del
matrimonio formado por Fernán Rodríguez Pecha, de familia originaria de Siena,
camarero mayor del rey Alfonso XI y Elvira Martínez, camarera mayor de la
segunda esposa del rey María de Portugal, señora de Portugal donde tenía
grandes señoríos y posesiones.
Fue educado en el ámbito cortesano, donde desarrolló
distintas actividades en la cámara de Alfonso XI junto a su padre, Fernán
Rodríguez, y llegó a ocupar el destacado puesto de tesorero regio, implicándose en importantes operaciones financieras,
como la explotación de las minas de Almadén y la recaudación del servicio
general con motivo de la campaña de Gibraltar.
Con la llegada al trono de Pedro I se
vio desplazado de sus cargos y este hecho junto a la muerte de su esposa y su
hija Elvira pudieron determinar su decisión de retirarse de la vida cortesana.
Junto a su amigo de la infancia Fernando
Yáñez de Figueroa (ver),
canónigo de Toledo, se unieron a un grupo de eremitas en la ermita de Nuestra
Señora del Castañar, cerca de Toledo.
En 1366, se reunió con él en la ermita
de Nuestra Señora de Villaescusa, en las riberas del rio Tajuña, actualmente un
despoblado de Orusco de Tajuña (Madrid), a donde se había trasladado buscando
mayor soledad.
En algún momento se les incorporó
también el hermano menor de Pedro,
Alonso Fernandez Pecha (ver),
que renunció al obispado de Jaén para hacerse anacoreta.
En 1367 se trasladan a la ermita de
san Bartolomé de Lupiana (Guadalajara) propiedad de la familia Pecha, donde
construyen celdas para hacer vida eremítica, y donde
se constituyó el primer monasterio de la Orden Jerónima.
Para
solicitar la aprobación papal Pedro Fernández Pecha marchó con Pedro Román
a Aviñón, residencia del papa, donde Gregorio XI concedió la bula “Sane petitio o Salvatoris humanae generis” de
15 de octubre de 1373, fijándoles como constitución y norma de vida la regla de
la orden de san Agustín, según la observancia que de ella se hacía en el
monasterio eremítico de Santa María del Santo Sepulcro de Florencia.
De regreso a
España, entre el 16 de abril y el 9 de septiembre de 1374 Fray Pedro Fernández Pecha, que en adelante se llamó
fray Pedro de Guadalajara, se convirtió en el primer prior del monasterio de
san Bartolomé de Lupiana, el primero de la nueva orden, aunque nunca llegó a
ordenarse de sacerdote, y en su primer bienhechor, pues todos sus bienes fueron
a parar a los jerónimos.
En 1374 se marchó a Toledo para fundar el monasterio de
Nuestra Señora de Sisla, el segundo de los cuatro monasterios que le autorizaba
a fundar la bula de Gregorio XI
En 1400, siendo ya muy anciano y enfermo, renunció a
este nuevo priorato y se fue a Guadalupe, donde estaba de prior fray Fernando
Yáñez. Murió en Guadalupe en 1402, “no se sabe el mes, ni día, tanto descuydo
huvo en esto”.
Fray Pedro Fernández Pecha. Valdés Leal, Juan de. Hacia
1657. Óleo sobre lienzo. 243 x 126 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala
VIII. Procede de la Desamortización (1840) del Monasterio de san Jerónimo de
Buenavista
Valdés Leal lo representa recibiendo
la inspiración del Espíritu Santo, al que vuelve su rostro, para su ardua labor
de fundador de varios monasterios.
Detalle del rostro del fraile y el Espíritu Santo
En sus manos
porta la maqueta de uno de los monasterios y a sus pies unas llaves parecen
aludir a san Pedro, por su nombre y por su condición de primer Papa, como él
fuera primer prior de la orden.
Detalle de la maqueta de un monasterio
Detalle de las llaves
La escena
secundaria, enmarcada por un fondo arquitectónico, describe el momento en que
fue revestido con el hábito por el Papa Gregorio XI en Aviñón, cuando obtuvo la
bula fundacional para la Orden Jerónima.
Detalle de la escena secundaria
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