RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas
Fray Fernando Yáñez de Figueroa.
Natural de Cáceres y de noble linaje, pues sus padres
eran Juan Fernández de Sotomayor, influyente personaje de la corte de Alfonso
XI y María Yáñez de Figueroa.
Se educó y crio junto al príncipe heredero, Pedro I,
que le demostró sincera amistad.
Siendo muy joven optó por la vida clerical, y su amigo,
ya Rey, le proveyó de una canonjía en Toledo y de la capellanía mayor de la
capilla de Reyes Viejos de la Catedral de Toledo.
Pero renunció
a estas prebendas para unirse a un grupo de eremitas establecidos en los montes
de El Castañar, cerca de Toledo.
Para evitar la visita de sus amigos cortesanos se trasladaron a la ermita de Nuestra Señora de Villaescusa o Bellaescusa, en las riberas del rio Tajuña, entre Orusco y Ambite (Madrid), a la que poco después se incorporó Pedro Fernández Pecha (ver), y comenzó a gestarse la fundación de la Orden de San Jerónimo.
En 1367 se trasladaron a la ermita de san Bartolomé, en
Lupiana (Guadalajara) donde se constituyó el primer monasterio de la Orden Jerónima.
Para
solicitar la aprobación papal Pedro Fernández Pecha marchó con Pedro Román a Aviñón,
donde Gregorio XI concedió la bula “Sane
petitio o Salvatoris
humanae generis” de 15 de octubre de 1373, fijándoles como
constitución y norma de vida la regla de la orden de san Agustín, según la
observancia que de ella se hacía en el monasterio eremítico de Santa María del
Santo Sepulcro de Florencia.
En 1374, Fernando
Yañez aparece como prior de San Bartolomé de Lupiana, Monasterio que rigió con
gran acierto y ejemplo de virtudes hasta que en 1389 salió con treinta y un
monjes de aquella comunidad a hacerse cargo del insigne Santuario de Nuestra
Señora de Guadalupe (Cáceres), que entonces se entregaba a la Orden de San
Jerónimo y se erigía en monasterio.
Guadalupe era un monasterio rico, cabeza de un señorío temporal con numerosas propiedades y rentas y en los años de su gobierno Yáñez contribuyó a engrandecerlo y embellecerlo con la construcción del claustro de los Milagros y su templete mudéjar, el hospital de San Juan Bautista, la enfermería monástica y las granjas de recreo de Valdefuentes y Mirabel.
Se mantuvo al frente del monasterio hasta su
muerte, ocurrida el 25 de septiembre de 1412.
Fray
Fernando Yáñez de Figueroa. Valdés Leal, Juan de. Hacia 1657. Óleo sobre
lienzo. 246 x 126 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala VIII. Procede de
la Desamortización (1840) del Monasterio de san Jerónimo de Buenavista
Valdés representa al monje jerónimo en tres cuartos, con los brazos abiertos y expresión de
asombro ante la visión de la Virgen de Guadalupe que aparece en el ángulo
superior izquierdo.
Detalle del fraile y la Virgen de Guadalupe
En un segundo plano a la derecha, sobre
una mesa, aparece una mitra, símbolo de su renuncia
al arzobispado de Toledo que le ofreció Enrique III.
Detalle
de la Mitra
Al fondo de la escena aparecen dos
personajes que se corresponden con el rey Enrique III de Castilla colocando un
solideo sobre la cabeza de fray
Fernando para nombrarle arzobispo de Toledo.
Detalle del rey Enrique III
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