RUTAS POR SEVILLA: Ruta Artística. Pintores
Gonzalo Bilbao Martínez.
Gonzalo Bilbao. Fotografía de F. Campúa.
(ver) (CC BY 3.0)
Gonzalo Bilbao Martínez nació en
Sevilla en mayo de 1860, dentro de una familia acomodada. Su padre, Leopoldo
Bilbao Caballero, abogado y propietario agrícola, llegó a presidir el Círculo
de Labradores entre 1906 y 1909; su madre, Joaquina Martínez, también
sevillana, y su hermano Joaquín, futuro escultor, completaban el núcleo
familiar.
Calle san Pedro Mártir
Desde muy joven mostró inclinación por el dibujo,
animado por José Jiménez Aranda. Cursó los primeros estudios en el Instituto de
San Isidoro y, siguiendo la voluntad paterna, se licenció en Derecho en 1880,
aunque nunca ejerció la profesión. En paralelo cultivó la pintura y la música,
llegando incluso a ser organista. Su aprendizaje artístico se completó con la
formación recibida de Francisco y Pedro Vega.
Con apenas veinte años, y como reconocimiento a su
brillante expediente académico, su padre le financió un viaje de estudio a
Italia y Francia acompañado por Jiménez Aranda. En París visitó museos,
colecciones privadas y talleres de numerosos artistas españoles y franceses
residentes en la ciudad. En Italia permaneció tres años, establecido en Roma y
vinculado al círculo de José Villegas Cordero, desde donde recorrió distintas
ciudades para realizar vistas urbanas y rurales.
Tras una
breve estancia en Sevilla, donde se incorporó a la Academia Libre de Bellas
Artes, volvió a París en 1883 y posteriormente viajó a Marruecos junto al
malagueño Andrés Parladé. De regreso a España retomó su espíritu itinerante:
volvió a residir un año en Italia y visitó diversas localidades españolas como
Fuenterrabía, Toledo o Jerez de la Frontera. En 1884 regresó definitivamente a
España y entró en contacto con Palmaroli, quien ejerció una influencia decisiva
en su trayectoria.
En 1893
fue elegido académico de Bellas Artes de Sevilla y obtuvo la Medalla Única en
la Exposición Universal de Chicago. Al año siguiente asumió la secretaría del
Centro de Bellas Artes de Sevilla e inició una estrecha relación con el Ateneo
y la Sociedad de Excursiones, a la que llegaría a presidir ocho años después.
Ejerció asimismo como docente de pintura, primero de
forma privada y, desde 1903, como sucesor de Jiménez Aranda en la Real Academia
de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Fue también profesor de Composición
Decorativa en la Escuela de Artes. Entre sus alumnos destacaron Vázquez Díaz y
Eugenio Hermoso.
En 1904
contrajo matrimonio con María Roy Lhardy, hija de un banquero francés y de
madre suiza. El matrimonio no tuvo descendencia.
Retrato de María Roy. Bilbao Martínez, Gonzalo.
1905-1910. Óleo sobre lienzo. 137 x 181 cm. Museo de Bellas Artes. Sala XIII.
Donación de Gonzalo Bilbao en 1926
Su
prestigio internacional creció a partir de 1910, cuando fue designado delegado
regio para acompañar a la infanta Isabel a los actos del centenario de la
independencia argentina. Este viaje le permitió fortalecer los lazos artísticos
entre España y Argentina, que culminarían en la Exposición Iberoamericana de
Sevilla de 1929. En Buenos Aires participó en la Exposición Internacional,
donde obtuvo la Primera Medalla, distinción que también alcanzó en la Exposición
Internacional de Santiago de Chile.
En 1925
fue nombrado presidente de la Comisión de Arte de la Exposición Iberoamericana
de Sevilla y, simultáneamente, presidente del patronato del Museo de Bellas
Artes y de la Real Academia de Santa Isabel de Hungría.
En 1930
intervino en la Exposición de Primavera de Sevilla y, tres años más tarde, el
Círculo de Bellas Artes de Madrid le dedicó una gran exposición retrospectiva
con más de noventa obras.
Hacia 1935 fijó
su residencia en Madrid, sin abandonar su taller sevillano, y fue nombrado
académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Murió en Madrid
el 4 de diciembre de 1938. Su viuda donó al Museo de Bellas Artes de Sevilla
una amplia selección de sus obras.
A lo
largo de su carrera recibió numerosos reconocimientos nacionales e
internacionales, entre ellos la Gran Cruz de Isabel la Católica, la Cruz de
Alfonso XII, la Encomienda de Carlos III, así como distinciones de Francia y
Bélgica.
Aunque
fue un retratista muy solicitado por la Corona, la nobleza y la burguesía,
alcanzó una gran popularidad gracias a su pintura costumbrista, que interpretó
con una iconografía cercana al espíritu andaluz. Su extensa producción
—presente en museos y colecciones de Sevilla, Madrid, Barcelona, Zaragoza,
París, Berlín, Múnich, Trieste, Chicago y otras ciudades— abarca un amplio
abanico de tendencias y géneros, desde el realismo tardío y el simbolismo hasta
la pintura social y el regionalismo luminista. Cultivó obras alegóricas,
escenas de género, retratos y paisajes, siempre con un estilo propio que
armoniza la tradición pictórica sevillana con una actualización técnica acorde
con su tiempo.
Museo de Bellas Artes
Claustro Mayor de la Merced. Bilbao Martínez, Gonzalo.
1905-1910. Óleo sobre lienzo. 49 x 66 cm. Museo de Bellas Artes. Sala XIII.
Adquisición del Estado en 1984
Museo del Prado
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