RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires
Santa Catalina.
Santa Catalina de Alejandría nació hacia el año 290 en el seno de una familia noble de Alejandría.
El emperador Majencio o Maximiano, acudió a Alejandría para presidir una fiesta pagana y ordenó que todos los súbditos hicieran sacrificio a los dioses, pero Catalina en lugar de realizar un sacrificio, hizo la señal de la Cruz.
El emperador ordenó que fuera torturada en una rueda guarnecida con
afiladas cuchillas, pero estas se rompieron al contacto con el cuerpo de
Catalina y el emperador la mandó decapitar, pero de la herida no salió sangre
sino leche, y unos ángeles se llevaron su cuerpo al monte Sinaí.
En el siglo VI, el emperador Justiniano fundó, en el monte Sinaí, un monasterio denominado “Monasterio de la Transfiguración” que posteriormente fue dedicado a esta santa con el nombre de “Monasterio de Santa Catalina”.
Los monjes del monasterio encontraron sus restos sobre el año 800, en una gruta de la montaña y a partir de entonces sus reliquias se custodiaron en el monasterio, que se convirtió en un centro importante de peregrinación.
Sin embargo, el historiador Harold T. Davis, confirma que “la
investigación asidua no ha logrado identificar a Catalina con ningún personaje
histórico”, por lo que considera que Catalina puede ser una leyenda inspirada en la
historia de la filósofa pagana Hipatía.
Su culto se difundió por los cruzados, en toda Europa, en el siglo XII, como reina virgen y mártir, incluida en el grupo de los santos auxiliadores, invocada para evitar la muerte súbita.
Es la patrona de los filósofos, estudiantes, sombrereros, barberos y oficios relacionados con las ruedas.
Se la representa con la palma, la espada y la
rueda arpada en alusión al martirio, la corona por la realeza y el libro como
símbolo de sabiduría.
Iglesia de santa Catalina
El Altar Mayor de la Iglesia de santa Catalina está presidido por una imagen del siglo XVIII, dentro de un camarín realizado en la reforma de 1701, obra de Francisco Antonio Ruiz Gijón.
En el último
tramo de la nave del Evangelio, encontramos una copia del cuadro de
Murillo del Hospital de la Caridad “San Juan de Dios transportando un
enfermo” y lo acompañan los cuadros de San
Roque, San Sebastián, Santa Lucia y Santa Catalina.
Santa Catalina. Francisco Pacheco. 1605. Óleo sobre tabla. 103,5x43,5 cm. Museo del Prado. Depósito en otra Institución
Desposorios místicos de Santa Catalina. Murillo, Bartolomé Esteban. 1682. Óleo sobre lienzo. 441 x 315 cm. Convento de Capuchinos de Cádiz. Museo de la Plaza de la Mina. Cádiz
Santa Catalina. Bartolomé Esteba Murillo. Hacia 1680. Museo de Bellas
Artes de Sevilla. Sala V.
La pintura fue realizada para la Iglesia de santa Catalina. Durante la
invasión napoleónica fue expoliada por el mariscal Soult. Fue vendida en 1852 a
la muerte del mariscal, pasando a la propiedad del hispanista escoses
Stirling-Maxwell. En 1950 fue adquirida por un coleccionista suizo. En 1999
pasó al mercado de arte londinense como obra de Alonso Cano. En 2003 Navarrete
devuelve la atribución a Murillo y en 2009 pasa a la colección de la Fundación
Focus desde donde es adquirida por la Junta de Andalucía.
Desposorios místicos de Santa Catalina. Valdés Leal. Juan de. Hacia 1685. Óleo sobre lienzo. 127,50 x 99 cm. Museo de Bellas Artes de Sevilla. Sala VIII. Procede de la Desamortización (1840) de la Cartuja de Santa María de las Cuevas
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