AREA DE SANTA CLARA-JESÚS DEL GRAN PODER
Palacio de Santa Coloma
El palacio
de los Condes de Santa Coloma, también conocido como Palacio de los Bucarelli, es una de
las casas más importantes del siglo XVII, de la
arquitectura barroca civil de Andalucía, que se conservan en
Sevilla.
Está ubicada en la feligresía de San Lorenzo y el edificio ocupa casi en su totalidad una manzana, y tiene fachada a cuatro calles: Santa Clara, Santa Ana, Teodosio y Dalia.
Se trata de una gran casona
de dos plantas que conserva su primitiva configuración de Casa-Palacio
sevillana, constituyendo un valioso ejemplar de la arquitectura barroca local.
Fue mandada construir por Antonio Bucareli y Villacís (marqués de Valle-Hermoso) a finales del siglo XVII y desde entonces ha pertenecido, durante trece generaciones a la misma familia.
Retrato
de Antonio María de Bucareli (1772). Francisco Antonio Vallejo
En el siglo XIX, por matrimonio, se unieron
los Bucareli a los Queralt de la casa de los Condes de Santa Coloma, de quienes
le viene el nombre con el que se la conoce en la actualidad.
Bucarelli es el nombre de una familia italiana, más concretamente florentina que se instaló en Sevilla en el siglo XVI, por el ingente comercio que la capital andaluza monopolizaba con las Indias. El primero de los Bucarelli que llega a Sevilla es Antonio María Buacarelli y Renieri en 1515, poco después de que el descubrimiento de América empezase a generar una intensa actividad comercial.
Se instala en la capital andaluza,
como tantos de sus compatriotas, para dedicarse al comercio de ultramarino, y en poco tiempo logra amasar una fortuna y entroncar con algunas de las más importantes familias de la ciudad.
El enriquecimiento de los Bucarelli les permitió un importante ascenso social y, al igual que ocurriera con otras familias de compatriotas, lograron un título de nobleza.
Era habitual que la Corona endeudada con mercaderes y banqueros hiciese efectivo el pago de sus deudas, mediante la concesión de
títulos nobiliarios, que era una de las aspiraciones de ciertas familias. De tal modo, en 1679 Francisco Antonio Bucarelli y Villasís, alcanza el título de marqués de Vallehermoso, concedido por Carlos II.
Numerosos miembros de esta familia desempeñaron importantes cargos en la administración y en la milicia. Así, Francisco Bucarelli y de Ursúa, hermano del tercer marqués de Vallehermoso, fue capitán general y gobernador de Buenos Aires. Por su parte, un hermano de éste, Antonio María, que profesó en la Orden Militar de san Juan, ocupó el cargo de gobernador de Cuba y virrey de Nueva España entre 1771 y 1779, desde donde impulsó las relaciones comerciales del virreinato con la metrópoli, creando importantes organismos, como el Consulado y el Tribunal de la Minería. Otros Bucarelli ejercieron importantes cargos eclesiásticos, como es el caso de Miguel Bucarelli y de Ursúa, deán del cabildo catedralicio sevillano y capellán real.
En 1936 el ayuntamiento de Sevilla dedicó una calle a Antonio Bucarelli (1717-1779) que con el paso del tiempo quedó con el nombre genérico de la familia: Bucarelli.
En 1805 doña María del Pilar Bucareli Cebrián Ursúa (1789-1828), V Marquesa de Vallehermoso, se casó en Madrid con don Juan
Bautista de Queralt y Silva, VIII Conde de Santa Coloma, y con esta boda se
unieron los Bucarelli a los Queralt.
Actualmente los propietario son los herederos de Don Enrique de
Queralt y Chávarri , XIII Conde santa
Coloma y X marqués de Vallehermoso, casado con doña Ana Rosa Aragón y de
Pineda, hija de don Bartolomé Aragón Gómez, Intendente Mercantil y Abogado, y
de doña María del Pilar de Pineda y Cabanellas, VII Marquesa de Campo Santo.
A su muerte
sus múltiples dignidades han sido distribuidas entre sus hijos.
Tanto por su actual volumetría como por la distribución de sus
dependencias, la Casa-Palacio responde a la tipología
de las grandes mansiones de los siglos XVII y XVIII,
sin haberse producido en ella modificaciones importantes a lo largo del tiempo.
El autor del proyecto debió ser el arquitecto onubense Pedro Romero
(1638-1711), el mas importante del Barroco sevillano, después de Figueroa.
Como hemos comentado, ocupa casi en su
totalidad una manzana, y tiene fachada a cuatro calles: Santa Clara, Santa Ana,
Teodosio y Dalia, en las que tiene “Guardaesquinas”.
Su fachada principal muy sobria y extensa, pintada sólo en su planta baja, como dando la sensación de que no tiene deseo de destacar del resto del caserío. Se divide en nueve calles, mediante una serie de pilastras que centran huecos espaciados regularmente.
Las pilastras superiores se rematan en ménsulas, en las que
figuran alternativamente cabezas de querubines, frutos y rosetas.
La crujía de la fachada se cubre con tejas y su cornisa está decorada
con dentellones pareados.
La portada, actualmente enlucida de almagra, se sitúa asimétrica, y
se enmarca con pilastras en estilo corintio y traspilastras de orden compuesto,
con su correspondiente entablamento, que sostienen el balcón principal decorado
con veneras. En los extremos hay molduras mixtilíneas, rematadass en cestas con
frutas, realizadas en terracota. En el frontón ostenta el escudo de armas de la familia Bucarelli (en
campo de oro, una banda de azur con tres montículos de oro).
Sobre el balcón principal hay una bonita Leyenda de Sevilla, el "Balcón de la calle Santa Clara" (ver).
Portada
Escudo de
armas de la familia Bucarelli
Escudo de armas y cornisa decorada con
dentellones pareados
Tras la portada se halla la casapuerta que da acceso a un gran
apeadero, que muestra un esquema serliano sobre columnas, con alternancia de
arcos y dinteles, más óculos, sobre estos.
Apeadero
Detalle sobre la puerta de acceso al patio principal
Lateral derecho del apeadero
A su derecha se sitúan las antiguas caballerizas con acceso independiente desde la calle.
Antiguas caballerizas
Detalle de las caballerizas
A través de una puerta situada en un vértice, se accede al patio principal, tradicional patio sevillano de arcos de medio punto en sus dos plantas, realzados en los del primero, con la fuente en el centro, labrada por Silvestre Jordán.
En el patio principal, las columnas de la planta baja tienen
éntasis y se rematan en un alto cimacio de ladrillos, donde se voltean arcos
semicirculares. En planta alta desaparecen los cimacios. Las enjutas de los
arcos se decoran con ladrillos rojos vitolados.
Entrada al patio principal
Patio principal con la fuente en el centro
Detalle de las columnas de la planta baja
Columnas y arcos de la planta alta
Detalle de la fuente central
La escalera principal de dos tramos parte de uno de los frentes
del patio, tiene caja central, ostentando en ella el blasón familiar.
Escalera principal
Armadura situada en el descanso entre los dos tramos de la escalera
Cuadro situado en el
descanso entre los dos tramos de la escalera
Blasón Familiar
Tanto el patio como todas las estancias tienen
un zócalo de azulejos policromados, en azul y blanco, que debe ser del taller
de Diego de Sepúlveda.
Patio secundario
Detalle de la esquina del patio secundario
Detalle del pasamano para subir al segundo nivel del patio secundario
Del patrimonio
artístico que se conserva en esta casa destacan unos tapices flamencos
del siglo XVII, pintura al óleo sobre cobre de “Los desposorios de la Virgen”,
de fines del siglo XV, un amplio repertorio de retratos de los Bucareli y de
los Mendoza.
Pasillos del piso superior de la estancia
El jardín se halla situado en el extremo más alejado de
la puerta principal, se accede por un pórtico de columnas que repite el mismo
esquema de la galería baja del patio principal, está aislado del exterior por
una alta tapia en la calle Teodosio y con puerta externa de acceso por la calle
Santa Ana, protegida por dos "Guarda Esquinas", para la celebración
de eventos.
Área central del jardín
Detalle de la fuente
Parte de las dependencias se han reconvertido actualmente en Apartamentos Turísticos, de gran encanto, con entrada por la calle Dalia.
Habitaciones marcadas con datos históricos
Acceso al patio
Piscina general
Piscina individual
Vista desde la terraza de una habitación
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