AREA DE SAN ROMAN
Calle Butrón.
De Sol a Gallos.
Calle Butrón
Ubicada
en el corazón del barrio de San Román, la calle Butrón es una de esas pequeñas
vías del centro histórico de Sevilla que, pese a su modestia, conserva un
notable interés urbano y patrimonial.
Documentada al
menos desde 1363, su nombre ha aparecido con diversas grafías a lo largo del
tiempo (Buytro, Buytrón, Buitrón), probablemente en relación con un antiguo
corral de vecinos y un horno de pan situados en esta zona, de los que aún se
tienen noticias hasta mediados del siglo XVII.
En el
plano de Olavide de 1771 aparece correctamente rotulada como Butrón, aunque más
adelante ha sido objeto de confusión: por ejemplo, en ese mismo plano se nombró
erróneamente como “Butrón” a la actual calle Gallos, lo que ha generado
equívocos posteriores.
El trazado de
la calle es irregular, consecuencia de varios proyectos de alineación que nunca
llegaron a completarse, especialmente en los años 1868 y 1919. De anchura
reducida en la mayor parte de su recorrido, se estrecha aún más hacia la mitad,
lo que impide la circulación de vehículos. No obstante, a partir de su
encuentro con la calle Verónica, se ensancha ligeramente y el firme está
asfaltado, permitiendo el paso rodado en ese tramo final.
Hasta el año
1643 hay constancia documental de un callejón que conectaba Butrón con la parte
trasera del convento del Valle. Sin embargo, ya desde 1563 existen múltiples
peticiones tanto del convento como de los vecinos para clausurar u ocupar esa
pequeña vía, hoy desaparecida.
La edificación
a lo largo de Butrón es heterogénea, como suele ser habitual en esta zona del
casco antiguo. Conviven casas populares, algunas en estado ruinoso o con huecos
de fachada tapiados, con viviendas de tipo escalera propias de mediados del
siglo XIX, además de bloques entre medianeras construidos a partir de la década
de 1960.
Las
construcciones más antiguas suelen tener dos alturas, mientras que las más
recientes alcanzan tres plantas. Destaca, entre Gallos y Butrón, un conjunto
residencial cuya planta baja se sitúa por debajo del nivel de la calle, y que
se eleva hasta las cuatro plantas.
La calle
cumple esencialmente una función residencial, aunque en su confluencia con
Gallos y Verónica se localizan algunos pequeños comercios de barrio y un bar,
que aportan cierta vitalidad al entorno.
Pese a
su perfil modesto, la calle Butrón forma parte de ese tejido urbano menor que
guarda la memoria viva de una Sevilla cotidiana y ajena al tránsito turístico,
testimonio silencioso de siglos de historia vecinal.
Butrón 32
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