AREA DE SAN ROMAN

Calle Gallos.

De Sol a Escuelas Pías.

Calle Gallos

La actual calle Gallos, ubicada entre los antiguos conventos del Sol y de la Luna (hoy Escuelas Pías), ha tenido distintas denominaciones a lo largo de su historia. 

Ya desde el siglo XV era conocida como calle del Espejo, nombre que mantuvo hasta 1845. No obstante, en el plano de Olavide de 1771 aparece rotulada por error como calle Butrón, que en realidad corresponde a una vía paralela.

En 1845 adopta su nombre actual, derivado de la presencia en ella de un singular edificio: una casa pública construida en forma circular, similar a una pequeña plaza de toros, destinada a las peleas de gallos ingleses, muy concurrida en días festivos, según recogía González de León (ver) en su obra “Las calles de Sevilla”.

El historiador Álvarez Benavides señala que el segundo tramo de la calle fue conocido hasta mediados del siglo XIX como Barrio Nuevo.

Urbanísticamente, la calle presenta dos tramos claramente diferenciados y un trazado irregular, fruto de varios intentos de alineación, documentados en 1863 y 1912.

El primer tramo, desde su inicio hasta la intersección con Butrón, está hoy peatonalizado mediante pivotes de cemento. En él se alinean naranjos plantados en alcorques y el pavimento alterna losetas modernas con antiguos adoquines que sobreviven en la parte final.

En cuanto al caserío, la acera de los números pares está dominada por casas en estado de abandono, algunas ya demolidas, mientras que en la acera opuesta se levantan bloques de viviendas de cuatro alturas, pertenecientes a una misma promoción. Curiosamente, en estos edificios la primera planta se sitúa por debajo del nivel de la calle, lo que crea una imagen arquitectónica singular.

A partir de Butrón, la calle describe un quiebro en dirección a la antigua Puerta de Osario. En este segundo tramo se conserva mejor la edificación tradicional de dos plantas, aunque también se observan sustituciones recientes por edificios de tres alturas.

Predominantemente residencial en su parte inicial, la cercanía a la zona de Osario ha favorecido la aparición de pequeños comercios en el extremo final: tiendas de alimentación, bares y garajes para automóviles.

Calle Gallos