viernes, 25 de agosto de 2023

RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Divina Pastora.

La devoción a la Divina Pastora de las Almas tiene su origen en el siglo xviii en el convento de Capuchinos de las Santas Justa y Rufina (ver)

Según la leyenda, el 24 de junio de 1703 el fraile Isidoro de Sevilla estaba orando en el coro bajo de dicho convento, cuando se le apreció la Santísima Virgen con traje y aspecto de Pastora, mandándole predicar esta devoción. 

Al día siguiente el fraile encargó hacer un lienzo, al pintor Alonso Miguel de Tovar con la imagen de la Divina Pastora tal y como él la había visto, dándole la siguiente descripción​:

“En el centro y bajo la sombra de un árbol, la Virgen Santísima sedente en una peña, irradiando de su rostro divino amor y ternura. La túnica roja, pero cubierto el busto hasta las rodillas de blanco pellico, ceñido a la cintura. Un manto azul, terciado al hombro izquierdo, envolverá el contorno de su cuerpo, y hacia el derecho, en las espaldas, llevará el sombrero pastoril, y junto a la diestra aparecerá el báculo de su poderío. En la mano izquierda sostendrá unas rosas y posará la mano derecha sobre un cordero que se acoge hacia su regazo. Algunas ovejas rodearán a la Virgen, formando su rebaño, y todas en sus boquitas llevarán sendas rosas, simbólicas de la avemaría con que la veneran. En lontananza se verá una oveja extraviada y perseguida por el lobo (el enemigo emergente de una cueva con afán de devorarla), pero pronuncia la avemaría, expresado por un rótulo en su boca, demandando auxilio; y aparecerá el arcángel San Miguel, bajando del Cielo, con el escudo protector y la flecha, que ha de hundir en el testuz del lobo maldito”

El 15 de agosto, el fraile acudió nuevamente al pintor para pedirle que añadiese en la parte superior dos ángeles sosteniendo una corona imperial.

Este fraile fundó la primera Hermandad del Rebaño de María en la Iglesia de San Gil (ver) el 23 de septiembre de 1703.

El 08 de septiembre de 1.703, durante la fiesta de La Natividad de la Virgen, el Padre Isidoro, aprovechando la procesión del rosario de la tarde, saca el lienzo en su estandarte realzado con una guirnalda de flores y cintas. Ese día la Divina Pastora salió de la iglesia de San Gil, presidida por una cruz alumbrada por faroles y dos filas de hombres que marchaban al paso, mientras el clero la rodeaba, dejándose escuchar las sentidas notas de los músicos quienes detrás la seguían al igual que el coro de las mujeres. La procesión llegaría hasta la Alameda de Hércules entre una gran multitud a la que, dirige la palabra el Fraile Isidoro desde lo alto de un taburete entre las dos columnas de un monumento, dando a conocer la doctrina del Pastorado de la Virgen.

La primera escultura, encargada por este religioso, fue realizada en 1704 por Francisco Antonio Ruiz Gijón (ver). ​ Se trataba de una imagen de la Virgen de vestir que era sacada en procesión acompañada por feligreses que rezaban el santo rosario. ​ Fue trajeada por monjas del Convento de la Encarnación, quienes la vistieron con un traje de Pastora siguiendo la descripción del Padre Isidoro.

La escultura fue trasladada en 1705 a la Iglesia de santa Marina (ver), donde situó su sede la hermandad que la tenía como titular.

La orden capuchina no autorizó que la imagen de la Divina Pastora estuviese en los conventos andaluces hasta 1742.

En 1795 la Sagrada Congregación de Ritos de Roma   autorizó la celebración de la misa y oficios propios de la Divina Pastora, redactados por el beato fray Diego José de Cádiz (ver).

El 30 de abril de 1797 Diego de Cádiz situó a la Divina Pastora en el convento de Sevilla y el 8 de mayo de 1798 un decreto del definitorio provincial ordenó la colocación de un altar con la Divina Pastora en todos los templos y conventos de la orden y su proclamación como patrona de las misiones capuchinas españolas.

En la iglesia del convento tiene su sede la Hermandad del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas Coronada y del Beato Diego José de Cádiz.

La imagen de la Divina Pastora titular de la hermandad de este convento fue coronada el 22 de mayo de 1921 por el obispo de Ostracine, Inocencio Dávila, entonces obispo auxiliar de Córdoba (Argentina). Esta coronación fue elevada al rango de canónica el 23 de mayo de 2004 por el arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. ​

Hermandad de la Divina Pastora de Triana, tiene su sede en la iglesia de Santa Ana del barrio de Triana. La devoción a la Divina Pastora en esta parroquia comenzó en el siglo XIX, cuando era párroco Miguel Mijares, que había sido fraile capuchino hasta la exclaustración. El párroco sucesor, Antonio López Pérez, fundó la hermandad con los devotos en 1880. El nombre completo es “Real, Ilustre y Fervorosa Hermandad de la Divina Pastora de las Almas y Santa Ángela de la Cruz”.

La Hermandad de la Divina de Pastora de San Antonio tuvo su origen en la predicación de fray Isidoro de Sevilla en la iglesia de San Lorenzo (ver) hacia 1730. En 1911 se trasladó a la iglesia del convento de San Antonio de Padua (ver). La imagen de la Virgen fue realizada en el siglo XVIII y es atribuida tradicionalmente a Montes de Oca. Su nombre completo es “Antigua, Fervorosa e Ilustre Hermandad del Redil Eucarístico de la Divina Pastora de las Almas”. ​

En 1992 la primera hermandad se trasladó a la iglesia del antiguo hospital de San Bernardo, rebautizándose el templo como Capilla de la Divina Pastora, en la calle Amparo. Esta hermandad conserva el primer cuadro y la primera escultura de la Divina Pastora.

Esta devoción se ha extendido por Italia y América.

La devoción a la Divina Pastora alcanzo tanta popularidad, que la empresa directora de las corridas de toro llegó a suscribir un convenio con el rector del convento, por el que se comprometían a que no coincidieran las procesiones con los festejos taurinos, y así en un documento de 1857 se indica: “La empresa taurina entrega un donativo de 640 reales de vellón para que se efectué la procesión en determinado día, y caso de lluvia salga en otro,  ambos elegidos de acuerdo con ella, en que tampoco se celebre corrida”.

Iglesia de santa Rosalía (ver).

En el muro de la Epístola, el retablo neoclásico de la Divina Pastora, de principios del siglo XIX, de gran devoción entre los frailes y monjas capuchinos (más tarde extendida a toda España e Iberoamérica). 

Está realizado en madera policromada imitando jaspe. Es una imagen de Manuel Ramos Corona de 2003.

Retablo de la Divina Pastora

Detalle de la Divina Pastora

Magdalena en el ático


Iglesia de San Antonio de Padua (ver).

En la nave Izquierda del Evangelio, tras Retablo de la Virgen de Fátima, el retablo barroco policromado de la Divina Pastora, talla atribuida tradicionalmente a Montes de Oca (siglo XVII) que procede de la cercana iglesia parroquial de San Lorenzo. En el ático la pintura Calvario.

Retablo e imagen de la Divina Pastora

Detalle de la Divina Pastora

Pintura del Calvario en el ático

Capilla de la Santa Cruz del Rodeo y Nuestra Señora del Carmen (ver).


Efigie de reducido tamaño. Es antigua y luce sobre risco en una vitrina. Restaurada en 2011 por Dña. Ángeles Urías Álvarez.

Iglesia de san Juan de la Palma (ver).

Cuadro de la “Divina Pastora” anónimo del siglo XVIII

Iglesia de Santa Marina (ver)


María Santísima en su advocación de la Divina Pastora. Se trata de una donación realizada a la Hermandad en torno a 1990, en muy mal estado, por lo que hubo que proceder a su restauración. Es de autor y fecha de ejecución desconocidos, sobre 1800.

La iconografía de este lienzo, se aparta ligeramente de la que Fray Isidoro dictó al pintor Alonso Miguel de Tovar, pues aparece la Señora sedente y con las vestiduras de pastora, pero con el cayado en la mano izquierda y rodeada solo de tres ovejas, aunque mantiene el gesto de acariciar el cordero que se acerca a su regazo. 

Iglesia de San Gil (ver)

Mármol y carteles referentes a la historia de la Hermandad de la Divina Pastora y santa Marina.



Capilla de la Divina Pastora de las Almas y Santa Marina (ver).

Divina Pastora. Alonso Miguel de Tovar. 1703. 71 x 55 cm. 

Primitivo cuadro de Alonso Miguel de Tovar de 1703. Pintado según las instrucciones de Fray Isidoro de Sevilla.

Se trata de un óleo de 71 x 55 cm. La virgen ataviada de pastora aparece sedente a la sombra de un árbol. Irradia de su rostro divino amor y ternura. Con la mano izquierda sostiene unas rosas y con la diestra acaricia con maternal actitud un cordero que simboliza el Alma de los creyentes. Dos ángeles rematan la escena sosteniendo una corona imperial en ademan de posarla sobre la cabeza de la Emperatriz del cielo. 

Divina Pastora de las Almas. Francisco Ruiz Gijón. 1704-1705

Simpecado original de la fundación de la Hermandad, donado por el duque de Osuna

Retablo cerámico de la Divina Pastora de las Almas. Antonio Martínez Adorna. Facha externa de la Capilla

Convento de Capuchinos (ver)

Pared lateral derecha del patio

Azulejo del Tercer Centenario de la advocación
Retablo de la Divina Pastora

Azulejo de la Divina Pastora


 Divina Pastora

Alameda de Hercules. Plaza de Antonio Zerolo (ver)


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