viernes, 15 de septiembre de 2023

 RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes

Nuestra Señora Reina de Todos los Santos.

Es una advocación que tiene su origen en el siglo XVI, y actualmente es la titular de la Hermandad, con sede en la iglesia Ómnium Sanctorum (ver), denominada Real Antigua, Ilustre y Fervorosa Hermandad Sacramental de Nuestra Señora Reina de Todos los Santos, Madre del Amor Hermoso, Medianera Universal de Todas Las Gracias y Animas Benditas del Purgatorio.

Al ser una Hermandad Sacramental, como otras sevillanas, se dice que fue fundada por Doña Teresa Enríquez en el siglo XVI, llamada popularmente “La loca del Sacramento” por su labor de devoción a la Eucaristía (ver).

Se conoce que la talla se veneraba desde 1554 en un altar lateral del templo, siendo propiedad de la parroquia.

En 1592, el primitivo retablo fue encargado por el Caballero Veinticuatro (ver) Don Diego D. Diego López Ávalos y su mujer, Doña Teresa Coronado, al escultor Andrés Ocampo.

En 1742 la talla es trasladada desde su lugar original al Altar Mayor del templo y el primitivo retablo fue destruido en el incendio de 1936, aunque se  salvó la Virgen de Todos los Santos.

Actualmente, la imagen se venera en el presbiterio, en un templete realizado por José Paz Campano en 1940, inspirado en el baldaquino de la Basílica de San Pedro de Roma, constituido por cuatro columnas salomónicas que sujetan el entablamento de arco mixtilíneo, rematado con una bóveda semiesférica, adornada por dentro y por fuera y rematado por una imagen de san Miguel Arcángel. En el centro, se sitúa la imagen de "Nuestra Señora Reina de Todos los Santos".

Templete o Altar Mayor

Es una talla de 159 cm. realizada por Roque Balduque en 1554, en madera de cedro estofada y policromada.

La Virgen se sitúa de pie, con el niño en el brazo izquierdo, y un cetro en su mano derecha, con el cuerpo ligeramente girado a la izquierda presentando a su hijo como muestra del camino de salvación de los cristianos.

Sobre la Virgen descansa una corona como “Reina de Todos los Santos” y se envuelve en un manto oro y azul (símbolo de la santidad) y un vestido de color Jacinto (pureza), los colores inmaculistas precedente a los que Pacheco impuso posteriormente, vestido blanco de pureza y manto azul.

Virgen Reina de Todos los Santos en el centro del templete

La Virgen fuera del templete

Detalle de la Virgen y el Niño

Detalle de la cara de la Virgen

En el siglo XVIII, se le incorporó el grupo de las seis figuras de santos a sus pies, realizados por Cristóbal Ramos entre 1760 y 1770, en barro con ropajes encolados. Este detalle es fundamental en su advocación, con una simbología en relación con las letanías, pues representa a seis santos. San José representa a los Patriarcas, San Lorenzo a los Mártires, San Basilio a los Confesores, San Pedro a los Apóstoles, Santo Domingo De Guzmán por el Santo Rosario y Santa Catalina de Alejandría por las Vírgenes.

San José y San Lorenzo. Santo Domingo de Guzmán y Santa Catalina de Alejandría

Fue renovada en el siglo XVII, probablemente por Duque Cornejo, dulcificando el rostro de la Virgen y modificando la posición del niño. 

En 1929 la restauró José Ordoñez Rodríguez y en 1936 Sebastián Santos Rojas. En 1970 Luis Álvarez Duarte actuó sobre las manos. En 1989 fue de nuevo restaurada en el taller Isbilia por Fernando Soto Benavente y Enrique Gutiérrez Carrasquilla. En 1910, Juan Manuel Miñarro le renovó las sujeciones y realizó labores de restauración y conservación.

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