ALGUNAS LEYENDAS DE SEVILLA
Las Piedad de la Hermandad de la Sagrada Mortaja.
Según la leyenda o tradición antigua, a comienzos del siglo XVI, un sujeto
que era perseguido por la autoridad judicial se escondió en la iglesia de santa
Marina, concretamente en la base de la torre.
En un hueco encontró un grupo escultórico de una imagen de la Virgen con el
hijo muerto en sus brazos, el delincuente le pidió que lo librase de la
justicia y consiguiendo su propósito, se le dio la advocación de la “Virgen de
la Piedad”.
Esto dio origen a la devoción
de la Piedad entre los moradores de aquel lugar, haciendo que estos devotos se
agruparan en hermandad de luz (de la que se conocen datos de 1518, merced a
escritos como los del abad Gordillo) para rendirle el culto adecuado y propagar
su devoción.
Con el paso de los años, en torno a esta imagen se creó una Hermandad de
Penitencia, la de la Mortaja.
A comienzos del siglo XVI, se elaboraron los primeros estatutos, que serían
posteriormente aprobados por la autoridad eclesiástica en 1592.
El grupo escultórico salió en el cortejo procesional hasta 1670, año en el
que el taller de Pedro Roldan talló el misterio actual.
En 1676 adquirió una capilla en la Iglesia de Santa Marina. Ante los constantes actos sacrílegos durante
la II República y tras el incendio de 1936, la Hermandad se trasladó a la
iglesia del antiguo convento de Santa María de la Paz, en la calle Bustos
Tavera, donde existe un azulejo que recuerda esta leyenda.
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