ALGUNAS CURIOSIDADES DE SEVILLA
El abrazo de Vergara
La calle Vergara (ver) tiene su denominación por el hecho del "Abrazo de Vergara", pero realmente no sé que relación puede tener Sevilla con este hecho histórico.
El hecho aparece por las pretensiones de Carlos María Isidro, hermano de Fernando VII, de sucederle en el trono, al no engendrar un hijo varón.
Carlos María Isidro de Borbón, proclamado por sus seguidores como Carlos V
Después de tres matrimonios sin descendencia, Fernando VII logró que su cuarta esposa, María Cristina, quedara embarazada a principios de 1830.
Ante la posibilidad de que fuera mujer, debido a que estaba en vigor la Ley Sálica de 1713 (Felipe V), decidió promulgar la Pragmática Sanción que anulaba está ley y permitía a las mujeres reinar, siempre y cuando no hubiera hijos varones.
Con la derogación de la Ley Sálica y tras el nacimiento de su Isabel, futura Isabel II, al hermano del rey se le frustraba su acceso al trono.
En septiembre de 1832 ocurrieron los “Sucesos de la Granja”, donde el rey, que se encontraba muy enfermo, fue “obligado” a firmar un decreto que anulaba la Pragmática Sanción y por tanto los derechos de su hija a reinar. Pero a finales de año, y casi milagrosamente, el rey se recuperó y anuló el decreto.
Fernando VII falleció el 29 de septiembre de 1833 y a los pocos días los carlistas ya habían comenzado a organizarse.
Talavera, aunque brevemente, fue el primer lugar donde se sublevó el carlismo al grito de “Viva el Rey Carlos”.
Durante la minoría de edad de Isabel, se dieron dos periodos de regencias. En primer lugar, desde 1833 su madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, y posteriormente desde 1840 el general liberal Baldomero Espartero hasta 1843, año en que la reina fue declarada mayor de edad.
Al frente de los carlistas se situó Tomás de Zumalacárregi (1788-1835), y la expansión de los carlistas por el norte fue importante pero no lograron ninguna de sus grandes capitales, pues San Sebastián, Bilbao y Pamplona permanecieron en el bando isabelino, y durante el asedio a la capital vizcaína falleció el propio Zumalacárregui.
El general en jefe del Gobierno liberal era el general Baldomero Espartero, que se puso al frente de los isabelinos, en tanto que el general que comandaba las fuerzas carlistas, en el País Vasco y Navarra, era el general Rafael Maroto.
Después de siete años de una sangrienta guerra civil, el ejército carlista, partidario del pretendiente al trono Don Carlos de Borbón, se encontraba en una situación muy difícil.
Los carlistas permanecían encerrados en las zonas montañosas del País Vasco, de Navarra y de Cataluña y el maestrazgo de Castellón y Teruel; pasaban hambre, no recibían sus pagas y carecían de los medios materiales imprescindibles para seguir combatiendo.
En esta situación se llega al Convenio de Vergara, que fue un tratado que daba fin a la primera guerra carlista de 1833 a 1839.
Se firmó en Oñate (Guipúzcoa) el 31 de agosto de 1839, entre el general isabelino Espartero y trece representantes del general carlista Maroto.
El convenio quedó confirmado con el abrazo que se dieron Espartero y Maroto, este mismo día, ante las tropas de ambos ejércitos reunidas en las campas de Vergara, razón de su nombre popular.
Sus preparativos fueron lentos y laboriosos, interviniendo como mediador el comodoro inglés Lord Hay, jefe de la escuadra de observación británica, con base en Bilbao, asesorado por su ayudante y secretario Joaquín María de Satrústegui, que permitieron la permanencia de los Fueros, en cuanto fueran conciliables con las instituciones y leyes de la nación.
Qué interesante esta época de la historia de España...
ResponderEliminarBelicosa y violenta nuestra historia, Andrés. Qué difícil es ponernos de acuerdo. Lo has explicado muy bien. Mary Velasco.
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