RUTAS POR SEVILLA: Santos y Santas Mártires
Ceferino Giménez Malla "El Pelé".
Ceferino Giménez Malla “El Pelé”.(ver) (CC BY 3.0)
Ceferino Giménez Malla, conocido como El Pelé o el Tío Ceferino, hijo de padres
gitanos españoles, nació en Fraga (provincia de Huesca), probablemente el 26 de
agosto de 1861, fiesta de san Ceferino Papa, de quien tomó el nombre.
Su profesión era la de tratante de caballos y
artesano de cestería, por lo dedicó
los mejores años de su vida a la compraventa de caballerías por las ferias de
la región y a la venta ambulante de los cestos que fabricaba con sus manos,
llegando a tener una buena posición social y económica, que estuvo siempre a la
disposición de los más necesitados.
Se casó, al
estilo gitano, con Teresa Giménez Castro, una gitana de Lérida, y se estableció
en Barbastro. En 1912 regularizó su unión celebrando el matrimonio según el
rito católico. No tuvo hijos, pero adoptó de hecho a una sobrina de su esposa,
llamada Pepita, cuyos hijos viven todavía.
Comenzó desde entonces a frecuentar la iglesia hasta
convertirse en un cristiano modelo, pues asistía a misa diariamente,
comulgaba con frecuencia y rezaba cotidianamente el rosario, y aunque no supo nunca ni leer ni
escribir, era amigo de personas cultas y fue
admitido como miembro en diversas asociaciones religiosas: Jueves eucarísticos,
Adoración nocturna, Conferencias de San Vicente de Paúl e ingresó como laico en la Orden Franciscana Seglar en 1902.
En una ocasión, fue
injustamente acusado de robo y encarcelado, aunque finalmente fue declarado
inocente. Durante su juicio, el abogado que lo defendía dijo: “El Pelé no es un
ladrón, es san Ceferino, patrón de los gitanos”.
Al
inicio de la guerra civil española, en los últimos días de julio de 1936, fue
detenido por un grupo de milicianos republicanos al salir en
defensa de un sacerdote que arrastraban por las calles de Barbastro y estaban
golpeando a culatazos para llevarlo a la cárcel.
Le
ofrecieron la libertad si dejaba de rezar el rosario, pero prefirió permanecer
en la prisión y afrontar el martirio.
En la
madrugada del 8 de agosto de 1936, lo fusilaron junto a las tapias del
cementerio de Barbastro. Murió con el rosario en la mano, mientras gritaba su
fe: “Viva Cristo Rey”.
Fue beatificado por el papa Juan Pablo II en
1997, siendo así el primer gitano elevado a los altares, estando
su proceso de canonización en
la fase final.
Iglesia
del Valle. Santuario de la Hermandad de los Gitanos
La primera capilla, desde la
cabecera del evangelio está dedicada al Beato Ceferino Giménez Malla “El Pelé”, primer gitano que
sube a los altares. Se trata de una talla completa en madera de cedro realizada
por Darío Fernández Parra (ver). Se presenta junto a un niño al que entrega pan con
chocolate. El beato viste camisa morada y cordón del hábito del Nazareno. Lleva
un rosario en la mano y la cruz franciscana en el cuello.
La imagen fue bendecida por
fray Carlos Amigo Vallejo el 13 de mayo de 2001.
Beato Ceferino Giménez Malla “El Pelé”
Detalle del beato
Detalle de la camisa y la cruz del beato
Detalle del Niño
Detalle del pan con dos onzas de chocolate
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