RUTAS POR SEVILLA: Vírgenes
Virgen de las Angustias. Hermandad de los Gitanos.
Virgen de las
Angustias
Durante los disturbios que siguieron
al golpe de Estado de julio de 1936 en Sevilla, la iglesia
de San Román, sede canónica de la Hermandad de los Gitanos, fue incendiada por las hordas anticlericales
de izquierda, con lo que la Hermandad perdió gran parte su patrimonio, entre el
que se hallaba la antigua Virgen de las Angustias, obra atribuida a José
Montes de Oca (ver).
Ante esta situación, la hermandad
decidió encargar una nueva imagen, al escultor José Rodríguez y
Fernández-Andes, quien la realizó en 1937 y quien tuvo la grandeza de donar la
Virgen a la hermandad.
La nueva imagen fue bendecida el 15 de
marzo de 1937 en el altar principal de Santa Catalina, asistiendo a la
ceremonia Maruja Queipo de Llano, hija de Gonzalo Queipo de Llano y
Genoveva Martí Tovar, que fue nombrada el 20 de mayo de 1945 con el cargo de
camarera de honor de la imagen. Desde los años
1970 es camarera de honor de la imagen Cayetana Fitz-James Stuart, XVIII duquesa
de Alba.
El 29 de octubre de 1988 fue coronada canónicamente,
en una ceremonia realizada en la catedral de Sevilla, por el
arzobispo de la ciudad, Carlos Amigo Vallejo.
Esta
imagen a diferencia de la del Señor, no recuerda a la anterior más que en el
hoyo de la barbilla, propio de las imágenes de Montes de Oca y en el giro de la
cabeza.
Representa a María al pie de la Cruz tras la
crucifixión del Señor
Es una imagen de candelero de 1,64 m, con ojos de
vidrio, la mirada la dirige hacia abajo y a la izquierda, pestañas
artificiales, cinco lágrimas de cristal, dos en la mejilla derecha y tres en la
izquierda, la boca entreabierta marcando los dientes superiores y la lengua.
La policromía
es obra de Juan Balseras que le imprimió una encarnadura plena de matices, que
nos muestra a una mujer de clara etnia gitana.
Virgen de las
Angustias
Detalle
En su mano izquierda porta lleva la
azucena bordada en oro que realizaron y donaron las extraordinarias artesanas
hermanas Martín Cruz con motivo de su Coronación canónica en 1988 y el rosario
de la permanente oración
El Rosario es de manufactura del siglo XIX. Ejemplar
muy original dado su material, pues sus cuentas facetadas están realizadas en
piedra natural, que en este caso es un ágata roja denominada cornalina.
En la mano derecha porta un
delicadísimo pañuelo antiguo de encaje de Bruselas realizado en el siglo XIX,
acompañado de un juego de puños, también antiguos, de un curioso encaje
realizado en varias técnicas conjuntas del siglo XIX.
Detalle de la mano con la azucena y el rosario. (ver) (CC
BY 3.0)
La cruz de
zafiros presenta también la curiosidad de estar realizada en una sola pieza de
la, donadas por Gabriel Ferreras en recuerdo de su madre.
Así
mismo lleva diversas joyas, entre las que destacan su Puñal de oro donado por
Juan Rodríguez Vicente y Señora; los corales de Lalo Tejada, alfiler de
brillantes de la Familia Casablanca, Cruz de zafiros de la Familia Moreno
Vidal, Cruz y broche de Brillantes de la familia Ferreras Romero, broche del
patronazgo de los Donantes de Órganos, su medalla de los Desamparados y el
magnífico broche de brillantes donado por su cuadrilla de Costaleros.
Detalle de joyas (ver) (CC BY 3.0)
Fue restaurada por primera vez en 1957, por el escultor
sevillano José Paz Vélez, que además le realizó unas nuevas manos.
En el año 2004 fue restaurada por Enrique Gutiérrez Carrasquilla, que le realizó un nuevo candelero y eliminó repintes, consiguiendo que quedase en su estado originario.
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