ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA
Germán y Ribón, Luis.
Don Luis
German y Ribón, nació y se bautizó el día 7 de enero de 1709 en la Iglesia
Parroquial de san Vicente (ver).
Cursó sus
estudios de Teología y Filosofía en la Universidad de santo Tomás.
Destacó en la
oratoria y los estudios de investigación histórica.
Hacia 1750 se
reunía en su casa de la calle Abades con sacerdotes y catedráticos de la
Universidad que representaban la alta clerecía de la ciudad, junto al
progresismo intelectual y el espíritu innovador de la Ilustración Europea.
De estas reuniones, que tenían un carácter amistoso
y de las que no hay ninguna referencia, surge la idea de organizar una Sociedad
Literaria y Científica en Sevilla y el 16 de abril de 1751 se crea la Real
Academia de Buenas Letras, en el propio domicilio del Dr. Luis Germán y Ribón,
como consta en una placa situada en la pared de dicha casa, con la asistencia de los primeros académicos que
fueron, don Francisco Lasso de la Vega, don José Ceballos, don Diego Alejandro
de Gálvez, don José Narbona, don Alonso Carrillo y Aguilar, y don Livinio
Ignacio Leyrens.
Fue
creada como una organización para el conocimiento y la divulgación, sobre todo
en los distintos campos de las humanidades: historia, cronología, geografía,
geohistoria, griego, latín, hebreo, lingüística, crítica literaria, filosofía y
pedagogía. Como “Centro de donde irradiase la luz del saber, en honra y
provecho de las ciencias y de las letras patrias”.
En
el artículo primero del título primero de sus estatutos dice: “El objetivo de
la academia es cultivar las buenas letras en general, y contribuir a ilustrar
la historia de Sevilla y de la región andaluza”
Así, en sus
inicios estuvo muy vinculada a la Real Academia de la Historia de 1738, por la
orientación de sus investigaciones al estudio de la historia de Sevilla y Andalucía
y en la historia de la Iglesia. Más tarde sus estudios se orientaron hacia los
temas filológicos y literarios.
El 22 de abril
de 1752, el Consejo de Castilla aprobó los estatutos de la Academia y el 18 de julio, del mismo
año, el rey Fernando VI le concedió su “Real Protección”, y el
emblema que representa un olivo cargado de frutos con el lema “Minervae
Baeticae”.
En 1752 se le concede la
llamada Sala Cantarera del Real Alcázar para celebrar sus reuniones y el 30 de
octubre de 1753 hace su presentación oficial en la ciudad.
En 1755 este local del Alcázar sufrió las consecuencias de un grave terremoto, por lo que las reuniones pasaron a celebrarse en el domicilio particular del entonces director de la Academia D. Francisco Céspedes, en el número 27 de la calle san José.
Posteriormente
volvió a ocupar su lugar en el Alcázar desde 1761 a 1807.
En este
intervalo falleció su creador el Doctor Don Luis German y Ribón, el 9 de
octubre de 1784, donando su gran biblioteca al pueblo de Sevilla.
En 1807 con la ocupación francesa, la Academia se disgrega y deja de reunirse en los 12 años siguientes.
En 1820 se
realizan las reuniones en la Iglesia de la Universidad de Sevilla y en 1821 se
instala la Academia en la Iglesia de san Hermenegildo (ver) del desaparecido
Colegio de la compañía de Jesús en la calle de las Palmas (actual Jesús del
Gran Poder) (ver).
En 1825 se
traslada a una sala del Hospital del Espíritu Santo (1587-1837), en 1835 se
realizan las reuniones en el Convento de san Alberto y en 1842 vuelve a tomar
posesión de la sala Cantarera del Alcázar, hasta 1848 en que esta sala se
destina a habitación particular de la Infanta Luisa Fernanda.
Desde octubre
de 1848 compartió el Colegio del Santo Ángel con la Sociedad Económica de
Amigos del País y desde 1850 comienza a convivir con la Real Academia de
Medicina, en el Colegio de san Gregorio, actual Escuela de Estudios
Hispano-Americanos.
Después se
instala en el antiguo Convento de la Merced, actual Museo De Bellas Artes, y en
1979 se traslada a la sede actual, Casa-Palacio de los Pinelos, que comparte
con la Real Academia de Bellas Artes Santa Isabel de Hungría.
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