sábado, 29 de junio de 2024

 ALGUNOS PERSONAJES HISTÓRICOS EN LAS CALLES DE SEVILLA

Gutierre de Cetina.

Calle Cetina (ver)

Gutierre de Cetina, que da nombre a la calle Cetina, nació en Sevilla, pero se duda sobre la fecha de su nacimiento, que puede situarse entre 1514 y 1517, aunque otros lo colocan en 1520.

Su padre, Beltrán de Cetina y Alcocer, originalmente de Alcalá de Henares y de familia noble y acomodada, familia hidalga “que había aumentado su riqueza”, dice Álvaro Alonso, “gracias a sus vínculos con el mundo de la administración y del comercio”. Desde muy joven se traslada a vivir a Sevilla, donde contrae matrimonio, en 1518, con Francisca del Castillo y Zanabria, lugareña, y (a juzgar por el apellido) de origen morisco.

Ruth Pike discute la hidalguía de la familia y se inclina por un origen converso de los Cetina.

Mantuvo una larga estancia en Italia (1538-1548) sirviendo al rey Carlos I en varias acciones militares, con lo que responde a la figura del poeta-soldado tan característico de la llamada “Generación de Garcilaso”. 

Gutierre de Cetina. Francisco Pacheco. Libro de descripción de verdaderos retratos de ilustres y memorables varones. Biblioteca de la Fundación Lázaro Galdiano. (CC BY 3.0)

Durante su estancia en Italia entró en contacto con la lírica petrarquista y entabló amistad con los personajes más insignes de la época que tanto habría de influir en él y en su orientación poética. Así, además de Petrarca, le inspiraron Luigi Tansillo, Ludovico Ariosto y Pietro Bembo, y entre los españoles, Garcilaso de la Vega en particular.

Destacó en el refinado ambiente que rodeaba al príncipe de Ascoli, a don Luis de Leyva y al insigne humanista y poeta Diego Hurtado de Mendoza. Adoptó el sobrenombre pastoril de Vandalio y compuso un cancionero petrarquista a una hermosa mujer llamada Laura Gonzaga. A tal dama está dedicado el famoso madrigal que ha pasado a todas las antologías de la poesía en castellano:

Ojos claros, serenos,

Si de un dulce mirar sois alabados,

“por qué si me mirais, mirais airados?

Si cuanto más piadosos,

Mas bellos parecéis a aquel que os mira,

N me miréis con ira,

Porque no parezcáis menos hermosos,

¡Ay, tormentos rabiosos ¡

Ojos claros, serenos,

ya que así me miráis, miradme al menos.

Su espíritu aventurero le llevó a viajar por Europa, África del Norte e incluso América (un primer viaje se fecha en 1546), donde se habían establecido algunos de sus parientes, como su tío materno Alonso del Castillo, y todos los hermanos varones.  

En 1556 se desplazó a México, donde había estado ya entre 1546 y 1548, con su tío Gonzalo López, procurador general, y allí se enamoró de Leonor de Osma, y bajo su ventana en Puebla de los Ángeles, fue herido de muerte en 1554 por un rival celoso, Hernando de Nava, quien poseía una mitad de encomienda en Ixtacamaxtitlán y era hijo de Catalina Vélez Rascón de Guevara y Bartolomé Hernández de Nava, conquistador español y regidor de Puebla.

La gravedad de las heridas y la falta de cura adecuada posiblemente causaron su muerte, en fecha imprecisa, pero antes de 1557, pues a partir de esa fecha no se tiene ninguna información sobre él.  

La obra poética de Gutierre de Cetina no es conocida hasta que el erudito sevillano Hazañas y La Rúa publicó sus poesías en 1895.

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